Sala Stampa

www.vatican.va

Sala Stampa Back Top Print Pdf
Sala Stampa


Francisco recuerda a los fieles chinos y pide oraciones para la Cumbre Humanitaria de Turquía, 23.05.2016

Ciudad del Vaticano, 22 de mayo de 2016 .-Después de rezar el ángelus, el Papa recordó que ayer en Cosenza (Italia), fue proclamado beato el sacerdote Francesco María Greco, fundador de las Pequeñas Hermanas Obreras de los Sagrado Corazones, que ejerció su ministerio entre los siglo XIX y XX, animando la vida religiosa y social de su ciudad, Acri. “Demos gracias a Dios por este sacerdote ejemplar -dijo Francisco- y un aplauso también para todos los buenos sacerdotes que hay en Italia”.

A continuación señaló que mañana comienza en Estambul, Turquía, la primera Cumbre Humanitaria Mundial, cuyo objetivo es analizar las medidas para resolver las dramáticas situaciones humanitarias causadas por conflictos, problemáticas ambientales y extrema pobreza y pidió a todos que acompañasen con la oración a los participantes en ese encuentro “para que se comprometan plenamente en realizar el objetivo humanitario principal: salvar la vida de todo ser humano, ninguno excluido, en particular los inocentes y los más indefensos”. La Santa Sede, que tomará parte en esta Cumbre Humanitaria, estará representada por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado.

“El martes, 24 de mayo -prosiguió- nos uniremos espiritualmente a los fieles católicos en China, que ese día celebran con particular devoción la memoria de la Bienaventurada Virgen María “Auxilio de los Cristianos”, venerada en el santuario de Sheshan en Shanghai. Pidamos a María que dé a sus hijos en China la capacidad de discernir en cada situación los signos de la presencia amorosa de Dios, que siempre acoge y siempre perdona. Que en este Año de la Misericordia los católicos chinos puedan, junto a cuantos siguen otras nobles tradiciones religiosas, convertirse en signo concreto de caridad y de reconciliación. Así promoverán una auténtica cultura del encuentro y de la armonía en la entera sociedad, aquella armonía que tanto ama el espíritu chino”.

Por último saludó, entre otros, a los fieles ortodoxos de la Metropolia de Berat, en Albania, agradeciéndoles su presencia ecuménica.