Publicamos a continuación la carta que el Santo Padre Francisco ha enviado a S.E. el cardenal Peter K. A. Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, con motivo de la Conferencia online"Construir la fraternidad, defender la justicia. Retos y oportunidades para los pueblos insulares", que se celebra hoy, viernes 21 de mayo de 2021, organizado por dicho dicasterio y el Centro Anglicano de Roma:
Carta del Santo Padre
Al Cardenal Peter Turkson
Prefecto
Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral
Con motivo de la conferencia online "Construir la fraternidad, defender la justicia. Retos y oportunidades para los pueblos insulares", que se celebrará el 21 de mayo de 2021, bajo los auspicios del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y del Centro Anglicano de Roma, le ruego que transmita mi saludo y mis mejores deseos a los organizadores y a todos los participantes. Saludo especialmente a Su Excelencia Wavel Ramkalawan, presidente de la República de Seychelles, y a Su Gracia Justin Welby, arzobispo de Canterbury, agradeciendo su participación.
Esta importante iniciativa ecuménica, que implica un diálogo mutuo nacido de la sabiduría y la experiencia de varias tradiciones cristianas, ofrece una oportunidad para que los creyentes, los líderes gubernamentales y los miembros de la sociedad civil en general, especialmente los jóvenes, aborden los desafíos particulares a los que se enfrentan los pueblos insulares. Entre ellos, mencionaría la violencia, el terrorismo, la pobreza, el hambre y las muchas formas de injusticia y desigualdad social y económica que hoy en día perjudican a todos, pero en particular a las mujeres y los niños. También es preocupante el hecho de que muchos pueblos insulares están expuestos a cambios medioambientales y climáticos extremos, algunos de los cuales son resultado de una explotación desenfrenada de los recursos naturales y humanos. Como consecuencia, están sufriendo no sólo un deterioro medioambiental, sino también un deterioro humano y social que pone cada vez más en peligro la vida de los habitantes de estos territorios insulares y marítimos. Espero que la Conferencia contribuya al desarrollo de políticas prácticas internacionales y regionales encaminadas a hacer frente a estos retos con mayor eficacia y a reforzar la conciencia de la responsabilidad de todos en el cuidado de nuestra casa común.
En estos meses de pandemia, somos cada vez más conscientes de nuestra fragilidad y, en consecuencia, de la necesidad de una ecología integral que pueda sostener no sólo los ecosistemas físicos sino también los humanos. Puesto que "todo está relacionado... el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás.(Laudato Si', 70). Por ello, una actitud solidaria y respetuosa con cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27), es aún más necesaria para unir el amor sincero a nuestros hermanos con un compromiso inquebrantable para resolver los problemas ambientales y sociales que afectan a quienes viven en zonas insulares y marítimas. Agradezco los esfuerzos que se están realizando para construir la fraternidad y defender la justicia en las sociedades de estas regiones (cf. Fratelli Tutti, 271) y confío en que el trabajo realizado durante este encuentro sea una muestra del papel importante que pueden desempeñar los pueblos insulares para favorecer el crecimiento de un mundo más humano e inclusivo.
Con estos sentimientos, invoco cordialmente sobre los participantes en la Conferencia las bendiciones divinas de sabiduría, fortaleza y paz.
Roma, desde San Juan de Letrán, 21 de mayo de 2021
FRANCISCO