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Misa en el 200 aniversario de la Gendarmería Vaticana: Los que pagan el precio de la estafa y la corrupción son los pobres, 18.09.2016

El Cuerpo de la Gendarmería Vaticana celebra  doscientos años de su institución.  En esa ocasión el Papa Francisco ha celebrado esta mañana una misa  en la basílica vaticana  dándoles las gracias por su trabajo. “ Os agradezco –dijo- este servicio de dos siglos y  deseo a todos que la sociedad del Estado del Vaticano, que la Santa Sede, del último al primero, reconozcan vuestro servicio, un servicio que custodia, un servicio que busca no sólo que las cosas se hagan bien, sino que se hagan también con caridad, con ternura, incluso arriesgando la propia vida”.

El Santo Padre comentó en su homilía las lecturas bíblicas de hoy, el profeta Amos, la carta de San Pablo a Timoteo y el evangelio de san Lucas que describen tres tipos de personas: el explotador, el estafador y el hombre fiel, mencionando que también la Gendarmería Vaticana había tenido que combatir contra la estafa y la explotación y rechazar la tentación de los que querían comprarles y manifestando su orgullo porque defendieran a toda costa la honradez.

“El explotador  -señaló refiriéndose a la primera lectura- es una persona interesada de forma maniacal sólo por la ganancia,  hasta el punto de no poder soportar  los días litúrgicos de descanso, porque rompen el ritmo frenético del comercio. Su única deidad es el dinero y su actuar está dominado por el fraude y la explotación. Y los que pagan el precio son principalmente  los pobres e indigentes, esclavizados.... Por desgracia, es un tipo humano que se encuentra en toda época, también hoy hay muchos”.

“El estafador –continuó- es el hombre que no tiene fidelidad…. De él nos habla el Evangelio con la parábola del administrador deshonesto ¿Cómo llegó este administrador al punto de engañar, de robar a su señor? ¿De un día para otro? No. Poco a poco. Tal vez un día dando una  propina aquí, el otro día una comisión  allá, y así poco a poco se llega a la corrupción. En la parábola, el hombre rico alaba al administrador deshonesto por su astucia. Pero se trata de una astucia mundana, pecaminosa y que hace mucho daño.  Hay, en cambio, una astucia cristiana, de hacer las cosas con perspicacia, pero no con el espíritu del mundo: la de hacer las cosas honestamente. ..Es lo que dice Jesús cuando invita a ser astutos como serpientes y sencillos como palomas: aunar  estas dos dimensiones es una gracia del Espíritu Santo que debemos pedir. También hoy hay muchos de estos estafadores, corruptos… A mi me impresiona ver cómo la corrupción está difundida en todas partes”.

El tercero es el hombre fiel. “El perfil del hombre fiel lo podemos encontrar en la segunda lectura –señaló el Pontífice- Es el que sigue  a Jesús, que se entregó para rescatar   a todos, que  dio su testimonio según  la voluntad del Padre. El hombre fiel es un hombre de oración, en el doble sentido de que reza por los demás y confía en la oración de los demás por él, para «que podamos vivir tranquilos y serenos, con toda piedad y dignidad».El hombre fiel puede caminar con la cabeza alta”.

“La Palabra de Dios nos lleva a una elección final: «Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No puede servir a Dios y al Dinero» . El estafador ama el fraude y odia la honestidad. El estafador ama las comisiones, los acuerdos …que se hacen en la oscuridad. Y lo peor de todo es que  cree que es honesto. El estafador ama el dinero, ama las riquezas: las riquezas son un ídolo. No le importa pisotear a los pobres. Son aquellos que tienen las grandes “industrias del trabajo esclavo”. Y hoy en el mundo, el trabajo esclavo es una forma de gestión”, subrayó Francisco.

“Vosotros –concluyó – dirigiéndose a los Gendarmes- celebráis vuestra misión …Vuestra misión es defender y promover la honestidad, y tantas veces estáis mal pagados. Os doy las gracias por vuestra vocación; os doy las gracias por vuestro trabajo”.