Hoy, Jornada Internacional por los niños desaparecidos, el Papa recordó que es deber de todos proteger a los niños, sobre todo a los más expuestos al peligro de explotación, trata y conductas desvíadas y lanzó un llamamiento a las autoridades civiles y religiosas de todo el mundo para que “sacudan y sensibilicen las conciencias para evitar la indiferencia frenta al malestar de los niños solos, explotados y alejados de su familia y de su entorno social; niños que no pueden crecer con serenidad, ni mirar con esperanza al futuro”, e invitó a rezar para que cada uno de esos niños “sea devuelto al afecto de sus seres queridos”.
El Santo Padre también habló de “la amada Siria”, donde el pasado lunes un centenar de civiles inermes murió en diversos atentados terroristas. “Exhorto a todos a rezar, a rezar al Padre misericordioso, a rezar a la Virgen -dijo- para que conceda el descanso eterno a las víctimas, el consuelo a sus familiares y convierta el corazón de cuantos siembran muerte y destrucción”.
Al final de la audiencia Francisco señaló que mañana se celebra en Roma la tradicional procesión del Corpus Christi que sale de la plaza de San Juan de Letrán, donde el Papa presidirá la santa misa, y prosigue con la adoración del Santísimo Sacramento hasta la basílica de Santa María la Mayor, invitando a todos los romanos y a los peregrinos a participar en el “solemne acto público de fe y de amor a Jesús realmente presente en la Eucaristía”.