El Papa Francisco ha recibido esta mañana a 9.000 miembros de la organización "Médicos con África CUAMM (Colegio Universitario de Aspirantes y Médicos Misioneros) que trabajan para la protección de la salud de las poblaciones africanas y elaboran proyectos de desarrollo a largo plazo. La organización, fundada hace 65 años por el doctor Francesco Canova y por el sacerdote Luigi Mazzucato, desempeña su tarea en Uganda, Tanzania, Mozambique, Etiopía, Angola Sudán del Sur y Sierra Leona, la “última milla” de los sistemas sanitarios, como dijo el Papa en el discurso que les dirigió, en el que subrayó también que la salud “no es un bien de consumo, sino un derecho universal por lo cual el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un privilegio”.

“La salud, especialmente la de base, se niega de hecho en diferentes partes del mundo y en muchas regiones de África -reiteró el Pontífice- No es un derecho de todos, sino todavía el privilegio de unos pocos, aquellos que pueden pagarla. La accesibilidad a los servicios sanitarios, al tratamiento y a las medicinas sigue siendo un espejismo. Los más pobres no pueden pagarlo y están excluidos de los servicios hospitalarios, incluso de los más básicos y primarios. De ahí la importancia de vuestra actividad generosa en ayuda de una red capilar de servicios capaz de responder a las necesidades de las poblaciones”.

“Son las periferias geográficas a las que el Señor os mandar para ser buenos samaritanos, para salir al encuentro del pobre Lázaro, a través de la "puerta" que conduce desde el primero al tercer mundo. ¡Esta es vuestra "puerta santa"!”, exclamó Francisco, recordando que CUAMM trabaja con lo sectores más vulnerables de la población, entre ellos, las parturientas y los recién nacidos, porque en Africa siguen siendo muchas las mujeres que mueren de parto y muchos los niños que no llegan al segundo mes de vida a causa de la desnutrición y de las epidemias. “Sed expresión de la Iglesia madre -añadió- que se inclina sobre los más débiles y los cuida”.

A continuación señaló que los procesos de desarrollo auténticos y duraderos requieren plazos largos y una lógica de “sembrar con confianza y esperar con paciencia los frutos” porque “Africa necesita un acompañamiento paciente y constante, tenaz y competente” y las intervenciones requieren “planes de trabajo serios, exigen investigación e innovación e imponen el deber de transparencia con los donantes y con la opinión pública”.

“Sois médicos "con" África y no "para" África -reconoció. Estáis llamados a involucrar a las gentes africanas en el proceso de crecimiento, caminando juntos, compartiendo dramas y alegrías, penas y entusiasmo. Los pueblos son los primeros agentes de su desarrollo, los principales responsables. Sé que os enfrentáis a los desafíos diarios con gratuidad y ayuda desinteresada, sin proselitismos ni ocupación de espacios. Al contrario, colaboráis con las Iglesias y los Gobiernos locales, en la lógica de la participación y la compartipación en los compromisos y responsabilidades. Os exhorto a mantener vuestro enfoque peculiar de las realidades locales, ayudándolas a crecer y dejándolas cuando son capaces de seguir por su cuenta, en una perspectiva de desarrollo y sostenibilidad. Es la lógica de la semilla,que desaparece y muere para dar fruto duradero”.

Por último destacó que siguiendo las enseñanzas de sus fundadores, testigos de una misionalidad de cercanía y evangélicamente fecunda la CUAMM lleva a cabo su obra con valor y es expresión de una Iglesia que no es “una superclínica para VIP", sino más bien un "hospital de campaña." Una Iglesia con un gran corazón, cercana a los muchos heridos y humillados de la historia, al servicio de los más pobres”.