Comunicado de la Oficina de Prensa:Intervención extraordinaria del Santo Padre para el Líbano, 14.05.2020
Con paternal solicitud, el Santo Padre Francisco ha seguido en los últimos meses la situación de su amado Líbano, definido por San Juan Pablo II como "País del Mensaje", lugar donde Benedicto XVI promulgó la Exhortación Postsinodal "Ecclesia in Medio Oriente", y que ha sido desde siempre un ejemplo de la coexistencia y la fraternidad que el Documento para la Fraternidad Humana ha querido ofrecer al mundo entero.
El País de los Cedros, en este año del centenario del "Gran Líbano", atraviesa una grave crisis que genera sufrimiento, pobreza y corre el riesgo de "robar la esperanza" sobre tod a las generaciones más jóvenes, que ven fatigoso su presente e incierto su futuro . En este contexto, cada vez es más difícil asegurar a los hijos e hijas del pueblo libanés el acceso a la educación que, especialmente en los pequeños centros, ha sido siempre garantizado por las instituciones eclesiásticas.
Como signo tangible de cercanía, el Santo Padre, a través de la Secretaría de Estado y de la Congregación para las Iglesias Orientales, ha decidido enviar a la Nunciatura Apostólica la suma de 200.000 dólares para sostener 400 becas, con la esperanza de que se pueda lograr una alianza de solidaridad y con el deseo de que todos los actores nacionales e internacionales persigan responsablemente la búsqueda del bien común, superando cualquier división o interés partidista.
Esta intervención se suma a la contribución efectuada en los últimos días por el Fondo de Emergencia de la CEC (Congregación para las Iglesias Orientales) para hacer frente a la emergencia vinculada a la pandemia de Covid-19.
La Madre de Dios, que vela por el Líbano desde la montaña de Harissa, proteja al pueblo libanés, junto con los santos del amado País de los Cedros.
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