La Congregación para la Educación Católica renueva su cercanía y expresa su profundo reconocimiento a las comunidades educativas de las instituciones escolásticas y universitarias católicas, que en este período de emergencia sanitaria están gestionando el grande esfuerzo para asegurar -a pesar de las dificultades de distanciamiento social- la realización de sus actividades escolásticas y académicas para garantizar la continuidad y la conclusión del año en curso.
El 14 de mayo se tendría que haber celebrado el Pacto Educativo Mundial, deseado por Papa Francisco para tomar conciencia de la responsabilidad que todos tenemos con respecto a la educación, a fin de alimentar el espíritu de encuentro entre las generaciones, las religiones y las culturas, así como entre el hombre y el medio ambiente.
La tragedia común de la pandemia, que une como nunca antes a todos los pueblos de la Tierra, hace que este llamamiento sea aún más commemorativo. Por lo tanto, no hay una solución alternativa: todos estamos llamados a «unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna (Papa Francisco, Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, 12 de septiembre de 2019).
La propuesta del Comité Superior de Fraternidad Humana de dedicar el 14 de mayo a la oración, el ayuno y las obras de caridad para ayudar a la humanidad a superar la pandemia del coronavirus, a la que se ha unido el Papa Francisco, es plenamente acogida por las instituciones educativas que se unen para hacer de esta ocasión una etapa en la que podamos encomendarnos a Dios, Padre de todos, fuente de vida y esperanza. De la mirada dirigida al único Señor nos viene el valor de desarrollar, también a través de la educación, ese movimiento de unidad y solidaridad entre las personas, las religiones y las culturas, que podrá generar una humanidad renovada.
En la firme voluntad de ponernos al servicio de nuestras comunidades, caminamos juntos por los senderos del diálogo y la comprensión. Al compartir, respetar y acoger a los demás, una nueva humanidad cuidará no sólo de sus hijos sino también de la naturaleza que la rodea y de cuya maravilla se alimenta. Al evocar este llamamiento lleno de esperanza, es motivo de alegría recordar que mantendremos el contacto a través de un momento telemático de profundización del Pacto Educativo Mundial el próximo 15 de octubre de 2020 con modo remoto y enlaces de todo el mundo.