Sala Stampa

www.vatican.va

Sala Stampa Back Top Print Pdf
Sala Stampa


Audiencia general , 14.11.2018

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:25 en la Plaza de San Pedro  donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, continuando el ciclo de catequesis sobre los mandamientos ha hablado hoy del octavo precepto: “No dirás falso testimonio” (Pasaje bíblico, Evangelio de Mateo 5, 14-16)

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.

La audiencia general ha terminado con el canto del  Pater Noster  y la  bendición apostólica.

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la catequesis de hoy abordaremos la Octava Palabra del Decálogo: "No darás falso testimonio contra tu prójimo".

Este mandamiento - dice el Catecismo - "prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo" (No. 2464). Vivir de comunicaciones que no son auténticas es grave porque impide las relaciones y, por lo tanto impide el amor. Donde hay mentira no hay amor, no puede haber amor. Y cuando hablamos de comunicación entre personas, no nos referimos solo a las palabras, sino también a los gestos, a las actitudes, incluso a los silencios y las ausencias. Una persona habla con todo lo que es y lo que hace. Todos nosotros estamos en comunicación siempre. Todos vivimos comunicándonos y estamos constantemente en equilibrio entre la verdad y la falsedad.

¿Pero qué significa decir la verdad? ¿Significa ser sinceros? ¿O exactos? En realidad, esto no es suficiente, porque uno puede equivocarse sinceramente, o puede ser preciso en los detalle, pero no captar el significado del todo. A veces nos justificamos diciendo: "¡Pero yo he dicho lo que sentía!" Sí, pero has absolutizado tu punto de vista. O: "¡He dicho solamente la verdad!". Tal vez, pero has revelado algunos hechos personales o confidenciales. ¡Cuántos chismes destruyen la comunión por inoportunidad  o falta de delicadeza! Más aun, los chismes matan, y esto lo ha dicho el apóstol Santiago en su Carta. El chismoso, la chismosa son gente que mata: mata a los demás, porque la lengua mata como un cuchillo. ¡Tened cuidado! Un chismoso o una chismosa es un terrorista porque con su lengua tira una bomba y se va tranquilo, pero lo que esa bomba que ha tirado destruye la fama de los demás. No lo olvidéis: chismorrear es matar.

Pero entonces, ¿Qué es la verdad? Esta es la pregunta de Pilatos, precisamente cuando Jesús, delante de él, cumplía el octavo mandamiento (cf. Jn 18,38). De hecho, las palabras "No darás falso testimonio contra tu prójimo" pertenecen al lenguaje jurídico. Los evangelios culminan en el relato de la Pasión, Muerte y  Resurrección de Jesús; y esta es la historia de un proceso, de la ejecución de la sentencia y de una consecuencia inaudita.

Interrogado por Pilatos Jesús dice: "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo para dar testimonio de la verdad" (Jn 18, 37). Y este "testimonio" Jesús lo da con su pasión y su muerte. El evangelista Marcos narra que "Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era  Hijo de Dios!" (15.39). Sí, porque era coherente, fue coherente: con su forma de morir, Jesús manifiesta al Padre, su amor misericordioso y fiel.

La verdad encuentra su plena realización en la misma persona de Jesús (cf. Jn 14, 6), en su forma de vivir y morir, fruto de su relación con el Padre. Esta existencia de  hijos de Dios, Él, resucitado, nos la otorga también a nosotros enviando al Espíritu Santo, que es Espíritu de verdad, que da testimonio a nuestros corazones de que Dios es nuestro Padre (cf. Rom. 8:16).

En cada una de sus acciones, el hombre, las personas afirman o niegan esta verdad. Desde las pequeñas situaciones cotidianas hasta las decisiones más exigentes. Pero es siempre la misma lógica: la que los padres y los abuelos nos enseñan cuando nos dicen que no digamos mentiras.

Preguntémonos: ¿qué verdad atestiguan las obras de nosotros, los cristianos, nuestras palabras y nuestras decisiones? Cada uno puede preguntarse: ¿Yo soy un testigo de la verdad o soy más o menos un mentiroso disfrazado de verdadero? Que se lo pregunte cada uno. Los cristianos no somos hombres y mujeres excepcionales. Somos, sin embargo, hijos del Padre celestial, que es bueno y no nos decepciona, y pone en sus corazones el amor por sus hermanos. Esta verdad no se dice tanto con los discursos, es una forma de existir , un modo de vivir, y se ve en cada acto (cf. St.2:18). Este hombre es un hombre verdadero, esta mujer es una mujer verdadera: se nota. Pero ¿por qué, si no abre la boca? Pero se comporta como verdadero, como verdadera. Dice la verdad, actúa con la verdad. Una hermosa manera de vivir para nosotros.

La verdad es la maravillosa revelación de Dios, de su rostro de Padre, es su amor ilimitado. Esta verdad corresponde a la razón humana, pero la supera infinitamente, porque es un don que ha descendido a la tierra y se ha encarnado en Cristo crucificado y resucitado; se hace visible gracias  a aquellos que le pertenecen y muestran sus mismas actitudes.

No dirás falso testimonio significa vivir como un hijo de Dios, que nunca, nunca se desmiente, nunca dice mentiras; vivir como hijos de Dios, dejando emerger en cada acto la gran verdad: que Dios es Padre y podemos fiarnos de Él. Yo me fio de Dios: esta es la gran verdad. De nuestra confianza en Dios, que es Padre y me ama, nos ama nace mi verdad y el ser veraz y no mentiroso.

 

Saludos en las diversas lenguas

 

Saludos en francés

Me complace saludar a los peregrinos de Francia y de los diversos países francófonos, en particular a los miembros del Congreso Nacional de Directores de Peregrinaciones, acompañados por el arzobispo de Rouen, Mons. Lebrun, a la parroquia de Herrlisheim, a la capellanía de los hospitales de la diócesis de Vannes, así como a los estudiantes de secundaria de Gironda. Pidamos al Espíritu de la Verdad que nos ayude a no dar falso testimonio y a vivir como hijos de Dios. Unidos a Jesucristo, mostremos en cada una de nuestras acciones que Dios es Padre y que podemos confiar en él. Que Dios os bendiga.

Saludos en inglés

Saludo a los peregrinos de habla inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente a los de Inglaterra, Dinamarca, Países Bajos, Australia, Indonesia, Japón, Filipinas, Canadá y Estados Unidos de América. Dirijo un cordial saludo a los numerosos grupos de estudiantes presentes aquí, en particular al de la Universidad Católica de Australia. Sobre todos vosotros y vuestras familias, invoco el gozo y la paz del Señor. Que Dios os bendiga.

Saludos en alemán

Una cordial bienvenida a los hermanos y hermanas de habla alemana. En particular saludo a los directores y colaboradores de Missio Austria. Cada persona está llamada a la sinceridad y veracidad al actuar y hablar. Sigamos al Señor Jesucristo que nos revela la verdad de Dios que es Padre y vivamos como verdaderos hijos de Dios. Que el Espíritu Santo os haga fuertes en la gracia y en la verdad.

Saludos en español

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Los animo a vivir como hijos que saben que Dios los ama, y que con esa conciencia puedan construir cada vez más una sociedad fundamentada en la sinceridad y en la verdad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

Saludos en portugués

Queridos amigos de Brasil y Portugal: ¡bienvenidos! Pidamos al Señor el poder del Espíritu Santo para que, vigorizados por sus dones, podamos permanecer firmes en la fe, dando un testimonio alegre de la verdad cristiana. Que Dios os bendiga.

Saludos en árabe

¡Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de habla árabe, especialmente a los de Medio Oriente! Queridos hermanos y hermanas, vivid como hijos de Dios, haciendo ver en cada acto  que Dios es Padre y que se puede confiar en Él. ¡Que el Señor os bendiga!

Saludos en polaco

Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que " La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía. " (No. 2505). Que esto nos ayude a crecer en el amor fraterno, en la justicia y en la valiente confesión de la fe. ¡Alabado sea Jesucristo!

Saludos en italiano

Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana.

Me complace recibir a los religiosos del Instituto Hijos de Santa Ana, a los coros de la diócesis de Saluzzo, con el obispo, Mons. Cristiano Bodo y a la Fraternidad de la Casa del Joven en Pavía, con el obispo monseñor Corrado Sanguineti, en el 25 aniversario de la muerte del fundador, el Padre Enzo Boschetti.

Saludo a la Asociación Italiana de Empresas de Transporte, a la Asociación de Pequeños Gigantes de Tin, de Siracusa, a  la Unión Italiana de ciegos y personas con hipo visión de Potenza, al Grupo Nova Facility de Treviso, a  los voluntarios del Proyecto Verona Minor Hierusalem.

Dirijo un pensamiento particular a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados.

Os deseo a todos que la peregrinación a Roma fortalezca el vínculo con la Ciudad de los Apóstoles y la alegría de pertenecer a la Iglesia Católica.