Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 24.09.2017
La Santa Sede ha recibido con sorpresa y pesar las declaraciones del Sr. Libero Milone, ex Auditor General. De este modo, ha faltado al acuerdo de mantener confidenciales los motivos de su dimisión del cargo. Se recuerda que, según los Estatutos, la tarea del Auditor General es analizar los presupuestos y cuentas de la Santa Sede y de las administraciones afines. Desafortunadamente, la Oficina dirigida por el Sr. Milone, yendo más allá de sus competencias, encomendó ilegalmente a una empresa externa que llevase a cabo actividades investigativas sobre la vida privada de miembros de la Santa Sede.
Esto, además de constituir un delito, invalidó irremediablemente la confianza depositada en el Sr. Milone, quien, frente a sus responsabilidades, aceptó libremente dimitir. Por último, se asegura que el procedimiento se realizó con gran escrúpulo y respeto por la persona.
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