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Audiencia general , 10.05.2017

Catequesis del Santo Padre

Saludos en las diversas lenguas

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar esta mañana a las 9, 25 en la Plaza de San Pedro donde el Santo Padre Francisco ha encontrado  a los grupos de peregrinos y fieles procedentes de Italia y de todos los lugares del mundo.

En su discurso, el  Papa, reanudando el ciclo de catequesis sobre la esperanza cristiana, se ha centrdo en el tema “La Madre de la esperanza” (cfr Gv 19,25-27).

Después de resumir su catequesis en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes.

La audiencia general ha terminado con el canto del  Pater Noster  y la  bendición apostólica

 

Catequesis del Santo Padre

 

Queridos hermanos y hermanas: ¡Buenos días!

En nuestro itinerario de catequesis sobre la esperanza cristiana, hoy miramos a María, Madre de la esperanza. María ha atravesado más de  una noche en su camino de  madre. Desde su primera aparición en la historia de  los  Evangelios su figura destaca como si se tratara del  personaje de  un drama. No era fácil responder con un "sí" a la invitación del ángel. Y, sin embargo, ella, la mujer aún en la flor de la juventud, responde con  valor, a pesar de que no sabía nada de la suerte que le esperaba. María en ese momento se nos presenta como una de las muchas madres de nuestro mundo, valientes hasta el extremo cuando se trata de acoger en su seno la historia de un hombre nuevo que nace.


Aquel "sí" es  el primer paso de una larga lista de obediencias  - ¡larga lista de obediencias! -que acompañarán su itinerario de madre. Así,  María aparece en los Evangelios como una mujer silenciosa, que a menudo no comprende todo lo que sucede  a su alrededor, pero que medita cada palabra y cada evento en su corazón.


En esta actitud, hay un bellísimo retrato  de la psicología de María:  No es una mujer que se deprime ante las incertidumbres de la vida, especialmente cuando nada parece ir  como debe.  Tampoco es  una mujer que protesta airada, que maldice el destino de la vida cuando a menudo se presenta hostil. Es, en cambio,  una mujer que escucha: No olvidéis que siempre hay una estrecha relación entre la esperanza y la escucha, y María es una mujer que escucha. María  acepta la existencia tal cual es, con sus días felices, pero también con las tragedias con las que nunca hubiéramos querido  toparnos. Hasta la noche suprema de María, cuando su Hijo fue clavado al árbol de la Cruz.


Hasta ese día, María casi había desaparecido de la trama de los Evangelios: los escritores sagrados sugieren este lento eclipse de su presencia, su permanecer en silencio ante el misterio de un Hijo que obedece al Padre. Pero María reaparece justo en el momento crucial:  cuando  la mayor parte de los amigos han huido a causa del miedo. Las madres no traicionan, y en aquel instante, al pie de la cruz, ninguno de nosotros puede decir que  pasión era más cruel: si  la de un hombre inocente que muere en el patíbulo de  la cruz, o la agonía de una madre que acompaña  los últimos momentos de la vida de su hijo. Los Evangelios son lacónicos, y extremadamente discretos. Registran con un simple verbo la  presencia de la Madre:  Ella "estaba" (Jn 19:25). Nada dicen de su reacción, si llorase o no… nada; ni siquiera  una pincelada para describir su dolor. Sobre estos detalles  se habría desencadenado después la imaginación de poetas y pintores para regalarnos  imágenes que han entrado en la historia del arte y de la literatura.Pero los Evangelios dicen solamente: Ella “estaba”. Estaba allí, en el momento más terrible, en el momento más cruel y sufría con su hijo. “Estaba”.


María "estaba"; estaba allí sencillamente.  Hete aquí de nuevo a la joven de Nazaret, ahora canoso el cabello a causa de los años,  todavía frente a  un Dios que necesita solamente que lo abracen, y con una vida que ha llegado al umbral de la más densa oscuridad.  María “estaba” en la oscuridad más densa, pero estaba. No se fue. María está allí, fielmente presente,  cada vez que hay que mantener una vela encendida en un lugar de  bruma y  nieblas. Tampoco ella conoce  el destino de la resurrección que su Hijo estaba abriendo en aquel momento para todos nosotros: está allí por la fidelidad al proyecto de Dios de quien se  proclamó sierva en el primer día de su vocación, pero  también por su instinto de  madre que simplemente sufre, cada vez que hay un hijo que  atraviesa una pasión. ¡Los sufrimientos de las madres: Todos hemos conocido mujeres fuertes, que han hecho frente a tantos sufrimientos de sus hijos!.


La encontraremos en el primer día de la Iglesia, ella madre de esperanza, en medio de  aquella comunidad de discípulos tan frágiles: uno había renegado, muchos habían huido, todos habían tenido miedo (Hechos 1:14). Pero ella estaba  allí, sencillamente, de la forma más  normal,  como si fuera  algo completamente natural: en la  primera Iglesia  envuelta en la luz de la Resurrección, pero también de los temblores de los primeros pasos que tenía que dar en el mundo.


Por eso  todos nosotros la queremos como Madre. No somos huérfanos: tenemos una Madre en el cielo, que es la Santa Madre de Dios. Porque  nos enseña la virtudes de la espera, incluso cuando parece que nada tenga sentido; ella, siempre confiada  en el misterio de Dios, aun cuando parece estar eclipsado por la maldad del mundo. En los momentos de dificultad, María, la Madre que Jesús nos ha regalado a todos, sostenga siempre nuestros pasos y diga  siempre a nuestro corazón: “¡Levántate. Mira hacia adelante, mira al horizonte!”, porque Ella es Madre de esperanza”. Gracias.

 

 

Saludos en las diversas lenguas

 

Saludos en francés


Me complace saludar a los peregrinos de lengua francesa, sobre todo a los jóvenes colegiales, así como a los fieles de las parroquias llegados  de Francia y Bélgica. María, Madre de la esperanza, sostenga nuestras pasos  en  los momentos difíciles. Que ella nos ayude a mantener la fe en el amor de Dios, en los días felices como en los días más dolorosos. ¡Dios os bendiga!


Saludos en inglés

Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente a los provenientes de Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda, Finlandia, China continental, Indonesia, Taiwán, India, Filipinas, Canadá y los Estados Unidos de América. En la alegría de Cristo resucitado, invoco sobre todos vosotros  y sobre vuestras familias el amor misericordioso de Dios nuestro Padre. ¡El Señor os bendiga!

Saludos en alemán


Una cálida bienvenida a los peregrinos de lengua alemana, especialmente  a los distintos grupos escolares. Aprovechemos este mes de mayo para encontrar  con mayor frecuencia en la oración a María, nuestra Madre. Ella nos conduce a su Hijo, Jesucristo, y está cerca de nosotros con su maternal protección. Os invito a uniros  en la oración por mi peregrinación a la Virgen de Fátima.

Saludos en español


Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Hoy celebramos la fiesta de san Juan de Ávila, patrono del clero español y maestro de vida espiritual. Pidamos hermanos por todos los sacerdotes, para que sean siempre una imagen transparente de Jesús, Buen Pastor, y la Virgen María los sostenga a lo largo de su vida sacerdotal. También quisiera enviar un saludo desde aquí a los fieles de mi patria, que hace dos días celebraron la Solemnidad de la Patrona de Argentina, Nuestra Señora de Luján. Mi corazón estuvo en Luján estos días. Que el Señor os bendiga. Muchas gracias.

 

 Saludos en portugués


Queridos peregrinos de lengua portuguesa, os saludo a todos, especialmente a los fieles de Belo Horizonte y al grupo de la Obra de María. El viernes y el sábado próximo - si Dios quiere – iré como peregrino a Fátima,  para encomendar a la Virgen el destino temporal y eterno de la humanidad y suplicar  para su camino las bendiciones del Cielo. Os pido a todos que  os unáis a mí, como peregrinos de la esperanza y de la paz: ¡que vuestras manos en oración continúen sosteniendo las mías!. ¡Quiera la más grande y la mejor de las Madres velar por cada uno de vosotros a lo largo de vuestros  días hasta la eternidad!

Saludos en árabe


Dirijo un cordial saludo a los peregrinos de la lengua árabe, en particular a los  procedentes de Irak, Jordania y Oriente Medio. La Virgen María, Madre de la esperanza, nos enseña que toda la oscuridad del mundo no puede extinguir la luz de la vela de la esperanza cuando está alimenta por la fe y la confianza en Dios, que nunca defrauda. ¡El Señor os bendiga  a todos y os proteja del maligno!

Saludos en polaco
Saludo cordialmente a los polacos venidos  a Roma. El lunes pasado se celebró en vuestra patria la solemnidad de San Estanislao, obispo y mártir, patrono principal de Polonia. A imagen del "Buen Pastor", defendiendo  los valores del Evangelio y el orden moral, sacrificó su vida por las ovejas, y derramó la sangre del martirio. ¡Que su ejemplo nos sirva a  todos de estímulo para ser capaces en cada situación de la vida de ser fieles a Cristo, a su Cruz y al Evangelio!. Mientras confío a vuestras oraciones mi peregrinación, ya próxima, a Fátima, os bendigo a todos de corazón. ¡Alabado sea Jesucristo!.

Saludos en ruso

Saludo con afecto a la delegación de sacerdotes jóvenes del Patriarcado de Moscú, huéspedes del Consejo Pontificio para la Promoción de la  Unidad de los Cristianos.


¡Dios Todopoderoso, por la intercesión de la Madre de Dios, bendiga vuestro país y los esfuerzos de la Iglesia ortodoxa rusa por  el diálogo entre las religiones y por el bien común!

Saludos en italiano


Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. Saludo a los participantes en la Semana Ecuménica promovida por el Movimiento de los Focolares y les animo a seguir el camino común de la unidad, del diálogo y de la amistad entre los pueblos y religiones.


Me complace saludar a los fieles de Ischia, con su obispo Mons. Pietro Lagnese, y a los de Andria y Marano de Nápoles, así como a los participantes en el encuentro Family Business Network,  promovido por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Saludo a los presidentes de la Federación Mundial e Italiana  de Taekwondo, a la Asociación Europea de Estudios Internacionales, a los participantes en el curso Hydrae,  a  la Brigada Sassari y a la  Agrupación Lacio Umbría y Abruzzo de la Operación Calles Seguras, a quien agradezco el servicio de seguridad que desempeñan también en las inmediaciones del Vaticano y de las basílicas papales. Animo a todos  a vivir bien el tiempo de Pascua en sus familias y en los ambientes  de trabajo llevando, con el entusiasmo de los discípulos misioneros, la alegría de la resurrección.


Un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Este sábado marcará el centenario de las apariciones  de la Bienaventurada Virgen María de Fátima a los tres pastorcillos. Queridos jóvenes, aprended a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con el rezo diario del Rosario. Queridos enfermos, sentid la presencia de María en la hora de la cruz; y vosotros, queridos recién casados, rezadla, para que en vuestra casa  nunca falten el amor y el respeto mutuo.