Esta tarde, el Santo Padre ha realizado una visita pastoral a la parroquia de Santa Maria a Setteville, en Setteville en Guidonia (Roma).
A su llegada, alrededor de las 15:40, el Papa saludó al vicepárroco, el padre Joseph Berardino de 50 años y gravemente enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) desde haced más de dos años. Durante el encuentro, que duró unos 10 minutos, el Santo Padre  dirigió al sacerdote – inmovilizado en la cama e incapaz de hablar - palabras de consuelo en voz baja. Después de una oración silenciosa el Papa administró al vicepárroco el sacramento de la unción de los enfermos.
A continuación, Francisco se encontró con los diversos componentes de la parroquia, en particular, con treinta ancianos y con enfermos, entre ellos tres niños con síndrome de Down; con los niños de la catequesis, entre ellos muchos jóvenes de la trayectoria posterior a la confirmación y con un grupo scout, con los que se reunió durante más de una hora, respondiendo a varias preguntas.
Posteriormente, el Papa saludó a 45 niños, todos ellos bautizados en el año 2016, y recordó a sus padres la importancia de la familia. Después vio  a un centenar de fieles que ayudan al párroco, don Luigi Tedoldi, en el trabajo pastoral a los que el Papa dio varios consejos, centrándose en el valor de la misión.
Tras saludar a los sacerdotes y a los cinco seminaristas de la parroquia, el Santo Padre  confesó en sacristía a cuatro penitentes: una pareja de jóvenes, que atiende al vicepárroco, un joven de la trayectoria posterior a la confirmación  y el padre de un niño enfermo.
Aproximadamente a las 17:40, el Papa presidió la celebración de la santa misa en la iglesia parroquial. Después de la lectura del vangelio, el Santo Padre pronunció una homilía improvisada.
Alrededor de las 19.00, antes de salir de la parroquia, el Papa saludó a los numerosos fieles congregados ante la iglesia ya desde el mediodía, y que habían seguido la visita a través de las maxi-pantallas instaladas para esa ocasión y a las 19:40,  regresó al Vaticano.