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Las diferencias hacen comunidad y todas forman parte de la unidad de la Iglesia, 13.06.2016

Ciudad del Vaticano, 12 de junio de 2016.-En su encuentro, ayer sábado en el Aula Pablo VI con los participantes en el Jubileo de los enfermos y las personas discapacitadas, el Papa Francisco, dio el discurso que había preparado al Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein para que se lo entregara a los presentes en la audiencia y dialogó con ellos, contestando espontánemente a algunas cuestiones que le plantearon

La primera pregunta a la que respondió el Papa fue sobre el miedo a la diversidad. “Todos somos diferentes: no hay nadie igual a otro; hay diferencias más  grandes o más  pequeñas, pero todos somos diferentes”  dijo Francisco, haciendo hincapié en que a veces la diversidad da miedo porque representa un reto y los retos asustan. “Es más cómodo no moverse, ignorar la diversidad y decir: “Todos somos iguales y si hay alguno que no es tan ‘igual’, dejémoslo de lado, no salgamos a su encuentro”…En cambio las diferencias son una riqueza… Pensemos en un mundo donde todos fueran iguales: ¡sería un mundo aburrido! Es cierto que, como todos sabemos, algunas diferencias son dolorosas, por ejemplo, las que tienen raíces en algunas enfermedades ... pero también esas diferencias nos ayudan, nos desafían y nos enriquecen”. Y para hacer frente a ese desafío lo mejor es “compartir lo que tenemos ,la puesta en común”, aseguró el Papa poniendo como ejemplo “un gesto muy hermoso …que hacemos casi sin pensar, pero es muy profundo:  darse  la mano. Porque cuando doy la mano.. pongo en común contigo lo que tengo:  Te doy lo que es mío para recibir lo que es tuyo… Pensemos en que cada vez que damos la mano a otra persona, doy algo mío y recibo algo del otro. Y esto también nos hace crecer”.


La discriminación, en particular la que impide que en algunas parroquias las personas discapacitadas participen en los sacramentos fue otra de las cuestiones. El Santo Padre dijo que la discriminación era una de las cosas peores a las que había que enfrentarse y añadió: “Es verdad que si se quiere tomar la comunión es necesario prepararse y si una persona no entiende la lengua hablada, por ejemplo si es sorda, debe tener la posibilidad de prepararse en esa parroquia con el lenguaje de los sordos. “Si eres diferente, también tienes la posibilidad de ser el mejor… La diversidad no significa  que los que tienen  cinco sentidos que funcionan bien sean mejores que los que - por ejemplo - son sordos y mudos. … Todos tenemos la misma oportunidad de crecer, de avanzar, de amar al Señor, de hacer cosas buenas, de comprender la doctrina cristiana, y todos tenemos la misma oportunidad de recibir los sacramentos. ¿Entendido? Cuando hace muchos años - hace cien años o más - el Papa Pío X dijo que había que dar la comunión a los niños, muchos se escandalizaron . "Pero los niños no entienden, son diferentes". “Dad  la comunión a los niños", dijo Pío X, e hizo de una diferencia, una igualdad, porque sabía que los niños entienden de otra manera. Cuando hay diferencias entre nosotros, entendemos de otra manera …Cada uno de nosotros tiene una manera diferente de entender las cosas… pero todos pueden conocer a Dios”.

Las palabras clave para responder al reto de la diferencia son acoger y escuchar, subrayó Francisco.

“Lo que tiene que hacer  el sacerdote , ayudado por los laicos, por los catequistas, por tanta gente., es  ayudar a todos a entender: a entender la fe, a entender el amor, a  entender cómo ser amigos, a entender las diferencias,  a entender cómo las cosas son complementarias.. Esto es ayudar a entender”. Después, acoger y escuchar. “Acoger, es decir, recibir a todos, a todos. Y escuchar a todos. “Yo creo –precisó- que en la pastoral de la Iglesia hay tantas cosas bellas, tantas cosas  buenas: en la catequesis, en la liturgia, en la caridad, con los enfermos ... Pero hay algo  que …sobre todo los sacerdotes tienen que hacer más : el apostolado del oído: escuchar…El Señor está en el corazón de cada persona y hay que tener la paciencia de escuchar”.

Al final dio las gracias a todos por su visita y por “la belleza de las diferencias que hacen comunidad… y todas hacen la unidad de la Iglesia”.