Ciudad del Vaticano, 24 de marzo 2016.- “Los gestos hablan más que las imágenes y que las palabras”. Lo ha recordado el Papa Francisco esta tarde durante la celebración de la Misa en la Cena del Señor a los refugiados acogidos en el Centro para los solicitantes de asilo (C.A.R.A.) de Castelnuovo di Porto, a doce de los cuales, once hombres y una mujer, ha lavado los pies durante el rito de Jueves Santo. También han participado en la misa los miembros de la cooperativa social Auxilium que trabajan en esa estructura.
En su homilía, el Papa recordó los dos gestos que caracterizan la Última Cena: el de Jesús que lava los pies a los apóstoles y el de Judas que sale del Cenáculo para cobrar las 30 monedas por las que había vendido a Cristo. “Hoy también vemos dos gestos -dijo Francisco- El primero es el de esta noche; todos nosotros juntos, hindúes, musulmanes, católicos, coptos, evangélicos, pero hermanos, hijos del mismo Dios que queremos vivir en paz, integrados. El otro gesto es el de hace tres días: un gesto de guerra, de destrucción en una ciudad de Europa, de gente que no quiere vivir en paz. Pero detrás de este gesto, como detrás de Judas, había otros.. Los que le habían dado dinero para que entregase a Jesús. Detràs de ese gesto de hace tres días en esa capital europea están los fabricantes de armas, los traficantes que quieren sangre, no paz, que quieren guerra y no hermandad”.
“Hoy, en este momento, cuando yo repita el gesto de Jesús, lavando los pies a doce de vosotros – prosiguió- todos hacemos un gesto de hermandad y todos decimos: “Somos distintos... tenemos culturas y religiones diferenres, pero somos hermanos y queremos vivir en paz”... Cada uno de nosotros lleva su historia a cuestas... tantas cruces, tantos dolores, pero también un corazón abierto que desea la fraternidad... Cada uno, en su lengua religiosa, rece al Señor para que esta fraternidad contagie al mundo, para que no haya 30 monedas para matar al hermano, para que haya siempre hermandad y bondad”.
Después de la celebración el Santo Padre saludó a los huéspedes del CARA y les dio las gracias por haberles encontrado. Despidiéndose dijo: “Recordemos y enseñemos que es hermoso vivir juntos como hermanos, con culturas, religiones y tradiciones diferentes.¡Todos somos hermanos!. Y esto tiene un nombre: paz y amor”.
