VIAJE APOSTÓLICO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A CUBA, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Y VISITA A LA SEDE DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
(19-28 DE SEPTIEMBRE DE 2015)
SALUDO DEL SANTO PADRE A LOS PERIODISTAS
DURANTE EL VUELO ROMA-LA HABANA
Sábado 19 de septiembre de 2015
Santo Padre, bienvenido entre nosotros. Estamos de nuevo volando para comenzar un gran viaje apostólico. Hay una gran expectación por este viaje, como usted bien sabe. Ya en los días pasados, es más, durante las semanas pasadas, la cobertura periodística sobre este viaje es muy grande: digamos, más de lo que es habitual con respecto a otros viajes. Y en tierra, en las diversas ciudades que visitará, lo esperan miles de periodistas acreditados. Aquí somos 76: habíamos recibido más de 140 peticiones para estar presentes en el vuelo, por lo que hemos tenido que restringirlas. Pero los demás colegas siguen con mucha atención, naturalmente desde los distintos puntos en que el viaje transcurrirá. El grupo que está aquí representa, como de costumbre, a distintas lenguas y países. Sin embargo, se entiende que esta vez la representación de periodistas y cabeceras de los Estados Unidos sea más grande. Así, casi un tercio de los colegas que están aquí vienen en representación de televisiones, diarios y agencias de los Estados Unidos: más de 20 sobre 76. Pero tenemos también a una cubana entre nosotros, que se llama Rosa Miriam Elizalde: ahí está. La podrá saludar mientras haga el recorrido. Así, pues, le damos la bienvenida entre nosotros, le manifestamos que seguiremos este viaje con gran atención, conscientes de su importancia para todo el mundo: usted tendrá la oportunidad de dirigir mensajes de paz a todas las naciones, en unas circunstancias absolutamente excepcionales. Si usted quiere decir también alguna palabra de introducción, antes de saludar a los colegas… Muchas gracias.
Gracias por la bienvenida. Buenos días. Les deseo un buen viaje y un buen trabajo. Si no me equivoco, creo que este viaje es el más largo que he hecho, un día más que el de Brasil… Tendrán mucho trabajo. Les agradezco mucho el trabajo que hacen y el que harán. El Padre Lombardi ha dicho una palabra: paz. Creo que hoy el mundo tiene sed de paz. Hay guerras, emigrantes que huyen, esta ola migratoria que viene de las guerras, que huye de la muerte, para buscar la vida… Hoy me he emocionado mucho porque delante de la Casa Santa Marta ha venido a saludarme una de las dos familias que están acogidas en la parroquia de Santa Ana, en el Vaticano, sirios, prófugos… Se veía en su rostro el dolor por todo esto. Esa palabra: «paz»… Les doy las gracias por todo lo que hacen en su trabajo para construir puentes: pequeños puentes, pequeños, pero un puente pequeño y otro y otro y otro, hacen el gran puente de la paz.
Buen viaje, buen trabajo. Recen por mí. Gracias.
Una cosa más, que Padre Lombardi ha mencionado, y que uno de ustedes me ha subrayado es esta: es justo que lo diga y que mande un gran saludo a tantos colegas suyos que en este momento están trabajando y trabajarán en las oficinas.
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