SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN CATÓLICA ITALIANA DE GUÍAS Y SCOUTS (AGESCI)
Domingo 10 de agosto de 2014
El domingo 10 de agosto, a las 11, el Papa Francisco saludó —a través de una comunicación telefónica en directo— a los cerca de treinta mil miembros de la Asociación católica italiana de guías y scouts (AGESCI), reunidos en San Rossore, en la provincia de Pisa, para la conclusión de la tercera ruta nacional sobre el tema: «Camino de valentía... orientados al futuro». Al término de la misa, presidida por el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia episcopal italiana, el Pontífice dirigió a los jóvenes estas palabras.
Os saludo cordialmente a todos vosotros. Y me alegra este encuentro vuestro. Siento mucho no haber podido participar, pero os acompaño desde aquí, con mucho afecto. Os deseo que estos caminos de valentía, que están orientados al futuro, sean un gran bien para vosotros. ¡Ánimo! Esta es una virtud y una actitud de los jóvenes. El mundo necesita jóvenes valientes, no temerosos. Jóvenes que se muevan por las calles y no que estén inertes: con jóvenes inertes no vamos adelante. Jóvenes que tengan siempre un horizonte para seguir adelante y no jóvenes que se jubilan. ¡Es triste! Es triste ver un joven jubilado. No, el joven debe seguir adelante por esta senda de valentía. ¡Adelante! Esta será vuestra victoria, vuestro trabajo para ayudar a cambiar este mundo, a hacerlo mucho mejor. Sé que habéis reflexionado sobre el Apocalipsis, pensando en la Ciudad nueva. Esta es vuestra tarea: construir una ciudad nueva. Siempre adelante con una ciudad nueva: con la verdad, la bondad, la belleza que el Señor nos ha dado.
Queridos jóvenes, queridos muchachos y muchachas, os saludo desde aquí y os deseo lo mejor. No tengáis miedo, no os dejéis robar la esperanza. La vida es vuestra. Es vuestra para hacerla florecer, para dar frutos a todos. La humanidad nos mira y os mira también a vosotros en este camino de valentía. Y recordadlo: la jubilación llega a los 65 años. Un joven no debe jubilarse, jamás. Debe ir con valentía hacia adelante.
Rezo por vosotros y pido al Señor que os dé la bendición.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y, por favor, os pido que recéis por mí.
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