PAPA FRANCISCO
REGINA COELI
Plaza de San Pedro
Domingo 30 de abril de 2017
Queridos hermanos y hermanas:
No dejan de llegar noticias dramáticas sobre la situación en Venezuela y el agravarse de los enfrentamientos, con numerosos muertos, heridos y detenidos. Mientras me uno al dolor de los familiares de las víctimas, para quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un apremiante llamamiento al Gobierno y a todos los componentes de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia, sean respetados los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está agotando a la población. Encomendamos a la Santísima Virgen María la intención de la paz, de la reconciliación y de la democracia en ese querido país. Y rezamos por todos los países que atraviesan graves dificultades, pienso en particular en estos días en la ex República Yugoslava de Macedonia.
Ayer, en Verona, fue proclamada beata Leopoldina Naudet, fundadora de las Hermanas de la Sagrada Familia. Crecida en la corte de los Habsburgo, primero en Florencia y después en Viena, tuvo desde pequeña una fuerte vocación a la oración, pero también al servicio educativo. Se consagró a Dios y, a través de diferentes experiencias, llegó a formar en Verona una nueva comunidad religiosa, bajo la protección de la Sagrada Familia, que todavía hoy está viva en la Iglesia. Nos unimos a su alegría y a su acción de gracias.
Hoy en Italia se celebra la Jornada por la Universidad Católica del Sagrado Corazón. Animo a sostener esta importante institución, que continúa invirtiendo en la formación de los jóvenes para mejorar el mundo.
La formación cristiana se basa en la Palabra de Dios. Por esto me gusta recordar también que hoy en Polonia se celebra el “domingo bíblico”. En las iglesias parroquiales, en las escuelas y en los medios de comunicación se lee públicamente una parte de la Sagrada Escritura. Deseo todo lo mejor a esta iniciativa.
Y vosotros, queridos amigos de Acción Católica, al finalizar este encuentro ¡os doy las gracias de corazón por vuestra presencia! Y a través de vosotros saludo a todos vuestros grupos parroquiales, las familias, los niños y los adolescentes, los jóvenes y los ancianos. ¡Id adelante!
Y extiendo mi saludo a los peregrinos que a esta hora se han unido a nosotros para la oración mariana, especialmente a los venidos de España, Croacia, Alemania y Puerto Rico. Juntos nos dirigimos a María nuestra Madre. Le damos gracias de forma particular por el viaje apostólico a Egipto que acabo de realizar. Pido al Señor que bendiga a todo el pueblo egipcio, tan acogedor, a las autoridades y a los fieles cristianos y musulmanes; y que done paz a ese país. Regina Coeli...
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