Publicamos a continuación el saludo del Santo Padre Francisco preparado para los participantes en el «Christmas Contest 2024» que puede considerarse por entregado:
Discurso entregado
Queridos hermanos y hermanas, ¡bienvenidos!
Saludo a la Fundación pontificia Gravissimum Educationis - Cultura para la Educación, comprometida en transmitir la propuesta educativa y cultural de la iglesia. Y saludo sobre todo a ustedes, jóvenes que han invertido su talento en este concurso un poco especial, que quiere ser una oportunidad para el crecimiento humano.
Me gusta recordar con ustedes, jóvenes cantantes y músicos comprometidos con la promoción de los valores de la Navidad, que el nacimiento de Jesús fue acompañado por un canto celestial: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él» (Lc 2,14). La Encarnación de Jesucristo, que trae la verdadera paz al mundo - ¡y cuánto la necesitamos hoy! - ha inspirado a lo largo de los siglos a innumerables artistas de todas las lenguas y culturas, que han trazado senderos de fraternidad en el mundo.
Ustedes ya forman parte de esta estela, con su originalidad, sus historias, sus voces. Y es siempre el mismo Amor de Dios, hecho hombre en Cristo, el que habla a sus corazones.
En su juventud, en su deseo de expresar su vocación artística, en su itinerario humano y cristiano, todos ustedes, de distintas maneras, siente la atracción del misterio del Amor encarnado, y lo manifiestan en el canto y la música. Y así ustedes también cantan la esperanza para aquellos de sus coetáneos que la han perdido por muchas razones: miseria, enfermedad, guerra, migración forzada, problemas en la familia, en la escuela, con los amigos. Tal vez alguno de estos jóvenes se sienta conmovido por su testimonio. Sí, se necesita el talento, la creatividad de los jóvenes, impulsados no por los ídolos del dinero y por el éxito, sino impulsados por la pasión por la belleza, por la fraternidad, por el Señor Jesús que salva y da sentido a nuestras vidas.
Queridos amigos, ¡les deseo buen trabajo y buen camino! Los bendigo y les pido por favor, que recen por mí. Gracias.