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Nota “La Reina de la Paz” sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, 19.09.2024

DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE

“La Reina de la Paz”

Nota sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje

Premisa

1. Ha llegado el momento de concluir una larga y compleja historia en torno a los fenómenos espirituales de Medjugorje. Se trata de una historia en la cual se sucedieron opiniones divergentes de obispos, teólogos, comisiones y analistas.

Las conclusiones expresadas en esta Nota se sitúan en el contexto de cuanto determinan las actuales Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales (Dicasterio para la Doctrina de la Fe17 de mayo de 2024; en adelante Normas). En consecuencia, la perspectiva del análisis es bastante diferente a la utilizada en estudios anteriores.


Es importante aclarar desde el principio que las conclusiones de esta Nota no implican un juicio sobre la vida moral de los presuntos videntes. Por otra parte, hay que recordar que, cuando se reconoce una acción del Espíritu Santo para el bien del Pueblo de Dios “en medio de” una experiencia espiritual desde sus orígenes hasta nuestros días, los dones carismáticos (gratiae gratis dataeque puedan estar vinculados a ella no exigen necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para poder actuar.

2. Si bien, en el conjunto de los mensajes relacionados con esta experiencia espiritual encontramos muchos elementos positivos que ayudan a acoger la llamada del Evangelio, ciertos mensajes según la opinión de algunos presentarían contradicciones o estarían relacionados con los deseos o intereses de los presuntos videntes o de otras personas. No se puede excluir que esto pueda haber sucedido en el caso de algunos mensajes y este hecho nos recuerda lo que dicen las Normas de este Dicasterio: que tales fenómenos «a veces aparecen relacionados con experiencias humanas confusas, expresiones teológicamente imprecisas o intereses no del todo legítimos» (Normas, n. 14). Esto no excluye la posibilidad de «algún error de orden natural no debido a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno» (Ibíd., art. 15, 2°). Como ejemplo de este lenguaje místico impreciso y, en definitiva, incorrecto desde el punto de vista teológico, podemos mencionar —entre los mensajes vinculados con Medjugorje (cf. Raccolta completa dei messaggi della Regina della Pace. «Vi supplico: convertitevi!», Camerata Picena [AN] 2024; en algunos casos la traducción ha sido mejorada confrontándola con el texto original) la expresión aislada de «mi Hijo, uno y trino, os ama» (02.11.2017). No es inusual que en los textos místicos, que quieren expresar la presencia de toda la Trinidad en el misterio del Verbo encarnado, se usen palabras no adecuadas como estas. En este caso, se debe entender que, en el Hijo, hecho hombre, se manifiesta el amor del Dios uno y trino (cf. Dicasterio para la Doctrina de la Fe, “Trinidad Misericordia”. Carta al Obispo de Como sobre la experiencia espiritual vinculada al Santuario de Maccio [Villa Guardia], 15 de julio de 2024). Además, se advierte al lector que tenga en cuenta que, cada vez que en la presente Nota se hace referencia a “mensajes” de la Virgen, se entiende siempre “presuntos mensajes”.

Para el discernimiento de los hechos relacionados con Medjugorje, fundamentalmente tomamos en consideración la existencia de frutos claramente verificados y el análisis de los presuntos mensajes marianos.

Los frutos

3. Un efecto inmediato en torno a los fenómenos de Medjugorje ha sido el gran y creciente número de devotos en todo el mundo y las numerosas personas que acuden allí en peregrinación desde las más diversas procedencias.

Los frutos positivos se revelan, sobre todo, en la promoción de una sana práctica de la vida de la fe, de acuerdo con lo que está presente en la tradición de la Iglesia. Esto, en el contexto de Medjugorje, concierne tanto a aquellos que estaban lejos de la fe como a quienes hasta ese momento habían practicado la fe de un modo superficial. Lo específico del lugar consiste en un gran número de estos frutos: abundantes conversiones; frecuente retorno a la práctica sacramental (Eucaristía y reconciliación); numerosas vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y matrimonial; profundización de la vida de fe; una práctica más intensa de la oración; numerosas reconciliaciones entre los esposos y la renovación de la vida matrimonial y familiar. Cabe mencionar que tales experiencias se producen, principalmente, en el contexto de las peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más que durante los encuentros con los “videntes” para asistir a las presuntas apariciones.

4. La intensa pastoral cotidiana de la parroquia de Medjugorje ha aumentado debido al “fenómeno Medjugorje”. Podemos observar cada día el rezo de varias partes del Rosario, la Santa Misa (con numerosas celebraciones incluso durante los días no festivos), la adoración del Santísimo Sacramento, numerosas confesiones. Fuera de la Iglesia parroquial se encuentran dos viacrucis, un gran salón para la catequesis y una capilla para la adoración. Además de la vida sacramental-espiritual ordinaria, en Medjugorje se desarrollan distintas actividades con regularidad, como por ejemplo seminarios anuales de diverso tipo, el Festival de la Juventud, retiros espirituales para los sacerdotes, para matrimonios, para los organizadores de peregrinaciones, para los guías de los centros de la paz y de los grupos de oración.

Desde hace décadas, la parroquia de Medjugorje sigue siendo un destino importante para los peregrinos. A diferencia de otros lugares de culto, vinculados a apariciones, parece que la gente acude a Medjugorje sobre todo para renovar su fe y no por peticiones concretas; incluso se registran grupos de cristianos ortodoxos y musulmanes.

5. Numerosos fieles han descubierto su vocación al sacerdocio o a la vida consagrada en el contexto del “fenómeno Medjugorje”. Las historias de estas personas son muy diferentes, convergiendo sin embargo en la misma experiencia espiritual de sentirse llamados a este tipo de seguimiento de Jesús. Algunas personas fueron allí para conocer la voluntad de Dios en sus vidas, otras sólo por curiosidad o sin creer en absoluto. Un cierto número de personas afirman haber recibido la gracia de la vocación bajo un fuerte deseo de entregarse totalmente a Dios en el monte de las supuestas apariciones, otras en el contexto de la adoración ante el Santísimo.

Para muchas personas la vida ha cambiado después de haber acogido la espiritualidad medjugoriana en la vida cotidiana (mensajes, oración, ayuno, adoración, Santa Misa, confesión…), y como consecuencia han tomado una decisión a favor de la llamada sacerdotal o religiosa. Algunos sienten que han recibido en Medjugorje la confirmación decisiva de una vocación madurada hace tiempo. Hay también otros muchos casos de descubrimiento de una vocación particular fuera de Medjugorje, pero en el contexto de grupos inspirados por su espiritualidad y de la lectura de libros en torno a esta experiencia.

No faltan verdaderas conversiones de personas alejadas de Dios y de la Iglesia, que han pasado de una vida marcada por el pecado a cambios existenciales radicales orientados al Evangelio. En el contexto de Medjugorje, se reciben noticias de presuntas curaciones.

Muchos otros han descubierto la belleza de ser cristianos. Para muchos, Medjugorje se ha convertido en un lugar elegido por Dios para renovar su fe: hay quienes experimentan este lugar como un nuevo punto de partida para su camino espiritual. En algunos casos, han podido superar las propias crisis espirituales gracias a la experiencia de Medjugorje. Otros refieren el deseo, suscitado en el contexto de Medjugorje, de entregarse profundamente al servicio de Dios en obediencia a la Iglesia o a un mayor compromiso en la vida de la fe en la propia parroquia de origen. Mientras tanto, en muchas naciones del mundo, han surgido tantísimos grupos de oración y devoción mariana, inspirados por la experiencia espiritual de Medjugorje. También han surgido obras de caridad en diversas comunidades y asociaciones, especialmente las que se ocupan de huérfanos, drogadictos, alcohólicos, niños con diferentes problemas y discapacitados.

Particularmente notable es la presencia de muchos jóvenes, de parejas jóvenes y de adultos, que redescubren en Medjugorje la fe cristiana a través de la Virgen: esta experiencia los orienta hacia Cristo en la Iglesia. Un testimonio de la fuerte presencia de los jóvenes en Medjugorje son los Festivales de la Juventud anuales.

Más allá de estos frutos concretos, el lugar se percibe como un espacio de gran paz, de recogimiento y de piedad sincera y profunda que contagia.

En conclusión, se puede dar un cuadro sintético de frutos positivos vinculados a esta experiencia espiritual que, entretanto, se han separado de la experiencia de los supuestos videntes, que ya no se deben percibir como mediadores centrales del “fenómeno Medjugorje”, en medio del cual el Espíritu Santo obra tantas cosas bellas y positivas.

Aspectos centrales de los mensajes

La Reina de la Paz

6. Aunque lo más frecuente es que la Gospa [es decir, la Señora] se atribuya a sí misma el nombre de Madre, según varias expresiones (Madre de la Iglesia, Madre de Dios, Madre de los justos, Madre de los santos, etc.), sin embargo, el título más original es el de “Reina de la Paz” (cf. mensaje del 16.06.1983). Este título ofrece una visión teocéntrica y muy rica de la paz, que no significa solamente la ausencia de guerra sino que tiene un sentido espiritual, familiar y social. En efecto, la paz de la que se habla aquí se alcanza sobre todo gracias a la oración, pero también se difunde a través del compromiso misionero. Uno de los rasgos predominantes de la espiritualidad que emerge de los mensajes es el confiarse a Dios a través de una plena confianza en María, para ser instrumentos de paz en el mundo. Los mensajes en torno a este tema son muy numerosos. He aquí algunos de ellos:

«Queridos hijos, he venido a vosotros y me he presentado como Reina de la Paz porque me ha enviado mi Hijo. Deseo, queridos hijos, ayudaros. Ayudaros para que llegue la paz» (10.08.2012).

«Paz. Paz. Paz. Reconciliaos. Reconciliaos con Dios y entre vosotros» (26.06.1981).

«¡Queridos hijos! Sin oración no hay paz. Por eso os digo, queridos hijos, orad por la paz al pie de la Cruz» (06.09.1984).

«Os invito a todos a rezar responsablemente por la paz. Orad, queridos hijos, para que reine la paz en el mundo, para que reine la paz en el corazón de los hombres, en el corazón de mis hijos. Sed, pues, mis portadores de paz en este mundo inquieto; sed mi signo vivo, un signo de paz» (05.08.2013).

«¡Queridos hijos! Hoy os invito a todos vosotros que habéis escuchado mi mensaje de paz a realizarlo con seriedad y con amor en vuestras vidas. Hay muchos que piensan que están haciendo mucho al hablar de los mensajes, pero que no los viven. Queridos hijos, yo os invito a la vida y a cambiar todo lo negativo que hay en vosotros, de tal manera que se transforme en positivo y en vida» (25.05.1991).

«Os equivocáis cuando miráis al futuro pensando sólo en guerras, en castigos, en el mal. Si siempre pensáis en el mal, ya estáis en camino de encontraros con él. Para el cristiano sólo hay una actitud ante el futuro: la esperanza de la salvación. Vuestra tarea es aceptar la paz divina, vivirla y difundirla» (10.06.1982).

«El mundo actual vive en medio de grandes tensiones y camina al borde de la catástrofe. Sólo podrá salvarse si encuentra la paz. Pero la paz sólo la encontrará volviendo a Dios» (15.02.1983).

«Me he presentado aquí como Reina de la Paz para decir a todos que la paz es necesaria para la salvación del mundo. Sólo en Dios se encuentra la verdadera alegría, de la que procede la verdadera paz. Por eso pido la conversión» (16.06.1983).

«Llevad la paz en vuestros corazones. Cuidadla como una flor que necesita agua, ternura y luz» (25.02.2003).

La paz que brota de la caridad

7. Esta paz no es un fin en sí misma ni expresa el valor cristiano más alto. Es fruto de la caridad vivida, que es la virtud más grande y más bella. Se trata del amor que se abandona al amor de Dios y se expresa en el amor fraterno que evita los litigios, no juzga y perdona.

«Amaos los unos a los otros. Sed hermanos unos de otros y evitad toda disputa» (25.12.1981). «Queridos hijos, también hoy quiero invitaros al perdón. ¡Perdonad, hijos míos! Perdonad a los demás, perdonaos a vosotros mismos» (13.03.2010). «Queridos hijos, este es el tiempo de la acción de gracias. Hoy os pido amor, no busquéis errores y equivocaciones en los demás y no los juzguéis» (04.05.2020).

Esta caridad, que nos permite llevar la paz al mundo, implica también el amor hacia aquellos que no son católicos. Es verdad que no se trata de proponer un sincretismo ni de decir que «todas las religiones son iguales delante de Dios». Sin embargo, todas las personas son amadas. Este punto se comprende mejor en el contexto ecuménico e interreligioso de Bosnia y Herzegovina, marcado por una terrible guerra con fuertes componentes religiosos:

«En la tierra estáis divididos, pero todos sois mis hijos. Musulmanes, ortodoxos, católicos, todos sois iguales ante mi Hijo y ante mí. Todos sois mis hijos. Esto no significa que todas las religiones sean iguales ante Dios, pero los hombres sí lo son. No basta, sin embargo, pertenecer a la Iglesia católica para salvarse: hay que respetar la voluntad de Dios [...]. A quien poco se le ha dado, poco se le pedirá» (20.05.1982). «No sois verdaderos cristianos si no respetáis a vuestros hermanos de otras religiones» (21.02.1983). Aunque se recuerda la necesidad de «preservar la fe católica a toda costa para vosotros y vuestros hijos» (19.02.1984).

El Rey de la Paz

8. Al título de “Reina de la Paz” corresponde el de “Rey de la Paz” atribuido a Jesús:

«Os invito, queridos hijos, a que vuestra vida esté unida a Él. Jesús es el Rey de la Paz y sólo Él puede daros la paz que vosotros buscáis. Yo estoy con vosotros y os presento a Jesús» (25.12.1995). «Tengo en mis brazos al pequeño Jesús, Rey de la Paz» (25.12.2002). «Con gran alegría os traigo al Rey de la Paz para que Él os bendiga con su bendición» (25.12.2007).

Sólo Dios

9. Los mensajes ofrecen una visión fuertemente teocéntrica de la vida espiritual y es frecuente la invitación al abandono confiado en Dios que es amor:

«¡Queridos hijos! Hoy os invito al abandono total a Dios. Todo lo que vosotros hagáis y todo lo que poseáis entregádselo a Dios para que Él pueda reinar en vuestras vidas como el Rey de todo […]. No temáis» (25.07.1988).

«¡Queridos hijos! Hoy os invito a vivir en esta semana estas palabras: ¡YO AMO A DIOS EN TODO! Queridos hijos, con el amor, vosotros lo conseguiréis todo, aun aquello que os parece imposible» (28.02.1985).

«¡Queridos hijos! Os invito al abandono total en Dios. Que todo lo que vosotros poseáis esté en manos de Dios, porque sólo así tendréis la alegría en vuestros corazones. Hijitos, regocijaos en todo lo que poseéis. Dad gracias a Dios porque todo es un don suyo para vosotros. De esta forma, en la vida, vosotros podréis dar gracias por todo y descubrir a Dios en todo, incluso en la flor más pequeña» (25.04.1989).

10. A la luz de todo esto, podemos reconocer un núcleo de mensajes en los cuales la Virgen no se coloca a sí misma en el centro sino que se muestra plenamente orientada hacia nuestra unión con Dios:

«Por eso estoy con vosotros, para enseñaros y acercaros al amor de Dios» (25.05.1999).

«Yo os invito a que primero améis a Dios, el Creador de vuestras vidas y, entonces, también vosotros podréis descubrir y amar a Dios en todos» (25.11.1992).

«Yo estoy con vosotros e intercedo por cada uno de vosotros ante Dios, para que vuestro corazón se abra a Dios y al amor de Dios» (25.03.2000).

«Os invito a todos a crecer en el amor de Dios, como una flor que siente los rayos cálidos de la primavera» (25.04.2008).

«No vaciléis en la fe preguntándoos el porqué, toda vez que penséis que estáis solos y abandonados, más bien abrid vuestros corazones, orad y creed firmemente; entonces vuestro corazón sentirá la cercanía de Dios y que Él nunca os abandona y en cada momento está cerca de vosotros» (25.12.2019).

11. Por esta razón, María invita a encontrar a Dios que está siempre presente en la vida de cada día:

«Vosotros buscáis señales y mensajes, pero no veis que Dios os invita, en cada salida matutina del sol, a que os convirtáis y regreséis al camino de la verdad y de la salvación» (25.09.1998). «Que los campos de trigo os hablen sobre la misericordia de Dios hacia cada creatura» (25.08.1999). «Dios quiere salvaros y os envía mensajes por medio de personas, por medio de la naturaleza y de muchas cosas que sólo pueden ayudaros a comprender que debéis cambiar el rumbo de vuestras vidas» (25.03.1990).

Cristocentrismo

12. La intercesión y la obra de María aparecen claramente sometidas a Jesucristo como autor de la gracia y de la salvación en cada persona:

«Especialmente, hijitos, deseo acercaros más al Corazón de Jesús. Hijitos, hoy os invito a la oración dirigida a mi querido Hijo Jesús, a fin de que cada uno de vuestros corazones sean de Él» (25.10.1988). «No os dejéis seducir por la luz del mundo. Abríos a la luz del Amor Divino, al Amor de mi Hijo. Decidíos por Él: Él es el Amor, Él es la Verdad» (02.05.2016). «Hoy os exhorto, queridos hijos, porque os habéis alejado de Jesús, porque lo habéis puesto en segundo plano y lo habéis descuidado. Por eso os invito a decidiros por Él y a poner a Jesús en el primer puesto de vuestra vida» (24.04.2017). «Deseo renovaros y guiaros con mi Corazón al Corazón de Jesús que aún hoy sufre por vosotros y os llama a la conversión» (25.10.1996). «Únicamente, si os acercáis a Jesús, comprenderéis el amor inconmensurable que Él tiene por cada uno de vosotros» (25.02.1998). «Os invito a todos a que vuestros corazones ardan con el amor más intenso posible hacia el Crucificado; y no olviden que por amor a vosotros dio su vida para que vosotros fueseis salvados» (25.09.2007).

13. María intercede, pero es Cristo quien nos da la fuerza. Por eso, toda su acción maternal consiste en motivarnos a ir hacia Cristo:

«Él os dará fortaleza y gozo en este tiempo. Yo estoy cerca de vosotros con mi intercesión» (25.11.1993). «Mis manos os ofrecen a mi Hijo, que es manantial de agua pura. Él reavivará vuestra fe y purificará vuestros corazones» (02.10.2014). «Abrid vuestros corazones y entregad vuestras vidas a Jesús para que Él obre en vuestros corazones y pueda fortaleceros en la fe» (23.05.1985).

María habla con humildad sobre sus propias palabras comparadas con el Verbo eterno, cuyas palabras de vida son eficaces para transformarnos: «Queridos hijos, como Madre yo os hablo con palabras simples [...]. Mi Hijo, que es del eterno presente, os habla con palabras de vida y siembra amor en los corazones abiertos» (02.10.2017).

La acción del Espíritu Santo

14. Muchos mensajes invitan a reconocer la importancia de pedir la ayuda del Espíritu Santo.

«La gente se equivoca cuando sólo se dirige a los santos para pedir algo. Lo importante es pedir al Espíritu Santo que descienda sobre vosotros. Teniéndolo lo tenéis todo» (21.10.1983).

«Empezad a invocar al Espíritu Santo todos los días. Lo más importante es rezar al Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo desciende sobre vosotros, entonces todo se transforma y se vuelve claro para vosotros» (25.11.1983).

«Hay que rezar al Espíritu Santo antes de la Misa. Las oraciones al Espíritu Santo deben acompañar siempre a la Misa» (26.11.1983).

«La gente reza de forma equivocada. Acuden a iglesias y santuarios para pedir alguna gracia material. Muy pocos, sin embargo, piden el don del Espíritu Santo. Lo más importante para vosotros es precisamente implorar que descienda el Espíritu Santo, porque si tenéis el don del Espíritu Santo lo tenéis todo» (29.12.1983).

La llamada a la conversión

15. En los mensajes aparece una invitación constante a abandonar un estilo de vida mundano y un apego excesivo a los bienes terrenos con frecuentes invitaciones a la conversión, que hace posible la verdadera paz en el mundo. La conversión parece ser el núcleo del mensaje de la Gospa: «¡Queridos hijos! Hoy os invito a la conversión. Este es el mensaje más importante que os he dado aquí» (25.02.1996).

«Mi Corazón arde de amor por vosotros. La única palabra que deseo decir al mundo es ésta: conversión, conversión. Hacedla conocer a todos mis hijos. Sólo pido conversión» (25.04.1983).

«¡Queridos hijos! Hoy deseo envolveros con mi manto y conduciros a todos hacia el camino de la conversión. Queridos hijos, os lo ruego, entregad al Señor todo vuestro pasado, todo el mal que se ha acumulado en vuestros corazones» (25.02.1987).

«No podéis decir que estáis convertidos, porque vuestra vida debe ser una conversión diaria» (25.02.1993).

«Despertaos del sueño cansado de vuestra alma y decidle a Dios con todas vuestras fuerzas ‘Sí’. Decidíos por la conversión y la santidad» (25.03.2001).

«Convertíos, hijitos, y arrodillaos en el silencio de vuestro corazón. Poned a Dios en el centro de vuestro ser» (25.05.2001).

«¡Queridos hijos! También hoy, con gran gozo en mi corazón, os invito a la conversión [...]. Dios desea convertir el mundo entero y llamarlo a la salvación y al camino hacia Él, que es el principio y el fin de todo ser» (25.06.2007).

El fuerte peso del mal y del pecado

16. Al mismo tiempo, aparece una insistente exhortación a no infravalorar la gravedad del mal y del pecado y a tomar muy en serio la llamada de Dios a luchar contra el mal y contra la influencia de Satanás. Otra invitación frecuente es la de no asustarse ante las pruebas. Se anuncia, de distintas maneras, que el presente es un tiempo de gracia y un tiempo de prueba. Este último elemento se expresa, a veces, también en tonos muy fuertes: hay desesperación por todas partes, todo se derrumba, etc. Esta desesperación está ligada sobre todo a la falta de fe y al alejamiento de Dios de buena parte de las personas. De aquí nace la invitación a ofrecer a Dios todo sufrimiento y dificultad para que den frutos de gracia y de consuelo interior:

«No lloro sólo porque Jesús murió. Lloro porque Jesús murió dando hasta la última gota de su sangre por todos los hombres, pero muchos de mis hijos no quieren obtener ningún beneficio de esto» (01.04.1983).

«Mirad en torno vuestro, queridos hijos, y veréis cuán grande es el pecado que domina este mundo. Por tanto, orad para que Jesús triunfe» (13.09.1984).

«¡Queridos hijos! Vosotros sabéis que Yo os he prometido un oasis de paz, pero sabed que junto al oasis existe el desierto, donde acecha Satanás y trata de tentaros a cada uno de vosotros. Queridos hijos, sólo con la oración seréis capaces de vencer toda influencia de Satanás allí donde vivís. Yo estoy con vosotros, pero no puedo privaros de vuestra libertad» (07.08.1986).

«Dondequiera que yo vaya, y conmigo está también mi Hijo, allí me alcanza también Satanás. Vosotros, sin daros cuenta, habéis permitido que se apoderase de vosotros, que os dominase [...]. ¡No cedáis, hijos míos! Secad de mi cara las lágrimas que derramo observando lo que hacéis. ¡Mirad a vuestro alrededor! Encontrad el tiempo para acercaros a Dios en la Iglesia. Venid a la casa de vuestro Padre. Encontrad el tiempo para reuniros en familia y suplicar la gracia de Dios. […] No despreciéis al pobre que os pide un mendrugo de pan. No lo apartéis de vuestra mesa llena. ¡Ayudadlo! Y también Dios os ayudará [...]. Vosotros, hijos míos, habéis olvidado todo esto. Satanás también ha contribuido a ello. ¡No cedáis! [...]. No quiero haceros más reproches; sino invitaros, todavía una vez más, a la oración, al ayuno y a la penitencia» (28.01.1987).

«¡Queridos hijos! Os invito, de una manera especial, os invito a todos vosotros a la oración y a la renuncia, porque ahora, más que nunca, Satanás quiere […] seducir a la mayor cantidad posible de personas y llevarlas por el camino de la muerte y el pecado. Por tanto, queridos hijos, ayudad a mi Corazón Inmaculado a triunfar en este mundo de pecado» (25.09.1991).

«No permitáis que Satanás os arrastre y haga lo que quiera con vosotros. Os invito a ser responsables y decididos, y a consagrar cada día a Dios» (25.01.1998).

«Ahora más que nunca, Satanás quiere sofocar al hombre y a su alma, con su viento contagioso de odio y de inquietud. En muchos corazones no hay alegría porque no está Dios ni la oración. El odio y la guerra crecen día a día. Os invito, hijitos, iniciad de nuevo con entusiasmo el camino de la santidad y del amor, porque por eso yo estoy en medio de vosotros. Juntos, seamos amor y perdón para todos aquellos que sólo saben y quieren amar con el amor humano, y no con el inmenso amor de Dios» (25.01.2015).

17. La Virgen señala una oportunidad para poner fin a la guerra, pero esto requiere la cooperación de los cristianos con la entrega de sus vidas. Esto implica una fuerte llamada a la responsabilidad: «Vosotros habláis, pero no vivís; es por eso, hijitos, que esta guerra está durando tanto. Yo os invito a abriros a Dios y a vivir con Dios en vuestros corazones […]. Queridos hijos, Yo no puedo ayudaros si vosotros no vivís los mandamientos de Dios, si no vivís la Misa, si no rechazáis el pecado» (25.10.1993). Sin embargo, cuatro meses más tarde se expresa agradecida, subrayando de nuevo el valor de la cooperación de los creyentes: «Todos vosotros me habéis ayudado para que esta guerra termine lo más pronto posible» (25.02.1994). La importancia de la colaboración de los creyentes aparece también en otros contextos: «Es necesario que todos vosotros colaboréis, con vuestra vida y con vuestro ejemplo, a la obra de salvación» (25.05.1996).

La oración

18. En este camino es fundamental la oración. En los mensajes, la exhortación a orar es constante e insistente:

«Os invito de nuevo a decidiros por la oración, porque en la oración podréis vivir la conversión. Cada uno de vosotros llegará a ser, en la simplicidad, semejante a un niño que está abierto al amor del Padre» (25.07.1996).

«Os invito a llenar vuestra jornada con oraciones breves y ardientes. Cuando oráis vuestro corazón está abierto y Dios os ama con un amor especial y os da gracias especiales. Por eso, utilizad este tiempo de gracia y consagradlo a Dios como nunca antes hasta ahora» (25.07.2005).

19. Junto a la oración, aparece frecuentemente la invitación al ayuno, pero es explicado como una ofrenda libre más allá de los sacrificios de tipo físico: «Si estáis en dificultad o en la necesidad, venid a mí. Si no tenéis la fuerza de ayunar a pan y agua, podéis renunciar a otras cosas. Más que al alimento, estaría bien renunciar a la televisión, porque —después de haber visto los programas de televisión— estáis distraídos y no sois capaces de orar. Podéis renunciar también al alcohol, a los cigarrillos y a otros placeres. Sabéis por vosotros mismos aquello que deberíais hacer» (08.12.1981).

La centralidad de la Misa

20. La oración de los fieles encuentra su culmen en la celebración de la Eucaristía:

«La Misa es la forma más alta de oración. No llegaréis jamás a comprender su grandeza» (13.01.1984). «Queridos hijos, también hoy de modo particular deseo invitaros a la Eucaristía. ¡Que la Misa sea el centro de vuestra vida! Especialmente, queridos hijos, que la Eucaristía esté en vuestras familias: la familia debe ir a la Santa Misa y celebrar a Jesús. ¡Jesús debe ser el centro de vuestra vida!» (15.06.2018). «Que la Santa Misa, hijitos, no sea una costumbre sino vida. Viviendo cada día la Santa Misa sentiréis la necesidad de santidad» (25.01.1998). «No olvidéis que en la Eucaristía, que es el corazón de la fe, mi Hijo está siempre con vosotros. Él viene a vosotros y con vosotros parte el pan porque, hijos míos, por vosotros ha muerto, ha resucitado y viene nuevamente» (02.05.2016).

21. El siguiente mensaje subraya bien el valor menor de las mismas apariciones frente al inmenso tesoro espiritual que es la Eucaristía:

«Yo estoy más cerca de vosotros durante la Misa que durante las apariciones. Muchos peregrinos querrían estar presentes en la sala de las apariciones y por eso se agolpan en torno a la rectoría. Cuando se empujen delante del sagrario, como ahora hacen delante de la rectoría, habrán comprendido todo, habrán comprendido la presencia de Jesús, porque Comulgar es más que ser vidente» (12.11.1986).

La comunión fraterna

22. La espiritualidad de Medjugorje no es individualista. Por un lado, se vive especialmente en acontecimientos comunitarios, como las peregrinaciones o los encuentros de oración; por otro lado, en los mensajes se hace presente, junto con la oración, una invitación constante al amor fraterno concreto, que acompaña, da, sirve, perdona y es cercano a los pobres:

«Esa es la única verdad y es la que mi Hijo os ha dejado. No debéis analizarla mucho. Se os pide que améis y deis» (02.01.2015).

«Os invito, hijitos, a que veáis quién necesita vuestra ayuda espiritual o material. A través de vuestro ejemplo, hijitos, vosotros seréis las manos tendidas de Dios, que la humanidad busca» (25.02.1997).

«Después, escoged un día de la semana y dedicadlo a los pobres y a los enfermos: no los olvidéis» (23.01.1984).

«¡Queridos hijos! Os exhorto a amar al prójimo y, sobre todo, al amor hacia quien busca vuestro mal. Así, con el amor, podréis discernir las intenciones del corazón. Orad y amad, queridos hijos. Con el amor podréis hacer también aquello que os parecía imposible» (07.11.1985).

«¡Queridos hijos! Hoy os invito al amor que es grato y agradable a Dios. Hijitos, el amor lo acepta todo, aún lo que es duro y amargo por amor a Jesús, que es amor. Por tanto, queridos hijos, orad a Dios para que Él venga en vuestro auxilio, […]. Así, Dios podrá modelar vuestras vidas y vosotros creceréis en el camino del amor. Glorificad a Dios, mis queridos hijos, con el HIMNO A LA CARIDAD (1 Co 13) para que el amor de Dios pueda crecer en vosotros, día a día, hasta su total plenitud» (25.06.1988).

«Vosotros pedís a mi Hijo que sea clemente con vosotros, pero también yo os llamo a la misericordia. Le pedís que sea bueno con vosotros y que os perdone, pero, hijos míos, desde hace tiempo yo os he rogado que perdonéis y améis a todas las personas que encontréis» (02.03.2019).

El aspecto comunitario de Medjugorje también emerge en el énfasis constante en la importancia fundamental de la familia en la vida cristiana: «¡Queridos hijos! Os pido que comencéis a cambiar la vida de vuestras familias. Que la familia sea una flor armoniosa que yo deseo ofrecer a Jesús. Queridos hijos, que cada familia sea activa en la oración. Yo deseo que un día se vean los frutos en la familia. Sólo así podré ofreceros a Jesús como pétalos para la realización de los planes de Dios» (01.05.1986).

23. Esta espiritualidad incluye, ciertamente, una dimensión eclesial, o de comunión con toda la Iglesia, con los pastores y, en particular, con el Santo Padre:

«Cumplid bien vuestros deberes y haced lo que la Iglesia os pide hacer» (02.02.1983). «Yo le pido a mi Hijo que, a través del amor, os conceda la unión por medio de Él, la unidad entre vosotros, la unidad entre vosotros y vuestros pastores. Mi Hijo siempre se da de nuevo por medio de ellos y renueva vuestra alma. Eso no lo olvidéis» (02.08.2014). «Os ruego, como hijos míos: orad por la Iglesia y sus servidores, vuestros pastores, que la Iglesia sea como mi Hijo la desea: pura como agua de manantial y llena de amor» (02.03.2018). «Orad por mi amadísimo Santo Padre, orad por su misión» (17.08.2014).

Alegría y gratitud

24. La espiritualidad de Medjugorje es gozosa, festiva e incluye la invitación a vivir la alegría de seguir a Cristo, agradeciendo también las pequeñas cosas bellas de la vida:

«¡Queridos hijos! Os invito a abriros a Dios. Observad, hijitos, cómo la naturaleza se abre y da vida y frutos, de la misma manera yo os invito a vosotros también a la vida con Dios y a entregaros completamente a Él. Queridos hijos, yo estoy con vosotros y quiero llevaros incesantemente al gozo de la vida. Yo deseo que cada uno de vosotros descubra el gozo y el amor que sólo se encuentran en Dios y que sólo Dios puede dar» (25.05.1989).

«¡Queridos hijos! Hoy os invito a dar gracias a Dios por todos los dones que vosotros habéis descubierto en el curso de vuestras vidas e incluso por el don más pequeño que habéis percibido. Yo doy gracias con vosotros y deseo que todos vosotros experimentéis el gozo de estos dones y deseo que Dios lo sea todo para cada uno de vosotros» (25.09.1989).

«Orad, hijitos, para que la oración se convierta en vida para vosotros. Así podréis descubrir en vuestra vida la paz y la alegría que Dios da a aquellos que tienen el corazón abierto a Su amor» (25.08.2007).

«Quien ora, hijitos, siente la libertad de los hijos de Dios y con un corazón alegre sirve al bien del hombre, su hermano. Porque Dios es amor y libertad. Por lo tanto, hijitos, cuando quieran poneros cadenas y servirse de vosotros, eso no viene de Dios, porque Dios es amor y da su paz a cada criatura» (25.10.2021).

«Encontrad en la naturaleza la paz y descubriréis a Dios Creador, a quien podréis dar gracias por todas las creaturas» (25.07.2001).

«Deseo que cada uno de vosotros sea feliz aquí en la tierra» (25.05.1987).

«¡Queridos hijos! Orad y renovad vuestro corazón para que el bien que habéis sembrado dé frutos de alegría» (25.02.2024).

«Os necesito unidos a mi Hijo, porque deseo que seáis felices» (02.05.2015).

El testimonio de los fieles

25. En los mensajes se encuentran invitaciones apremiantes al testimonio personal. En general se trata de invitaciones a testimoniar la fe y el amor con la vida. El mensaje misionero de Medjugorje se puede resumir en esto. A este respecto, en los mensajes mensuales a la parroquia, la Gospa se dirige a menudo a los fieles llamándolos “apóstoles de mi amor”:

«Queridos hijos, como Madre os pido que perseveréis como mis apóstoles [...]. Oro para que por mi Hijo testimoniéis el amor del Padre Celestial. Hijos míos, se os ha concedido la gran gracia de ser testigos del amor de Dios. No toméis a la ligera esa responsabilidad a vosotros confiada. No aflijáis mi Corazón materno. Como Madre deseo confiar en mis hijos, en mis apóstoles» (02.11.2012).

«Apóstoles de mi amor, con el calor del amor de mi Hijo, sed como los rayos del sol que calientan todo en torno a sí. Hijos míos, el mundo tiene necesidad de apóstoles del amor» (02.10.2018).

De particular belleza es un mensaje que exhorta a dar menos importancia a los signos espectaculares y a manifestar aquello que se cree con la propia vida: «Vosotros me pedís la señal para que se crea en mi presencia. La señal vendrá. Pero vosotros no tenéis necesidad: vosotros mismos debéis ser una señal para los demás» (08.02.1982).

La vida eterna

26. En tantos mensajes existe una invitación fuerte a despertar el deseo del Paraíso y por tanto la búsqueda del sentido último de la existencia en la vida eterna:

«¡Queridos hijos! Hoy deseo invitaros a que cada uno de vosotros se decida por el Paraíso» (25.10.1987). «Dios me envía a ayudaros y a guiaros al Paraíso que es vuestra meta» (25.09.1994). «Deseo hacer de vosotros un ramillete muy hermoso preparado para la eternidad» (25.07.1995). «Sin Él no hay futuro ni gozo, y sobre todo, no hay salvación eterna» (25.04.1997). «Decidíos por la santidad, hijitos, y pensad en el Paraíso» (25.05.2006). «En vuestro corazón nacerá el deseo del Cielo; la alegría reinará en vuestro corazón» (25.08.2006). «Vosotros estáis demasiado ciegos y atados a las cosas terrenales, y pensáis en la vida terrenal. Dios me ha enviado para que os conduzca hacia la vida eterna» (25.10.2006). «No olvidéis que sois peregrinos en camino hacia la eternidad» (25.11.2006). «No olvidéis que sois pasajeros como una flor de campo» (25.01.2007). «No olvidéis que estáis de paso en esta tierra» (25.12.2007). «Todo es pasajero, hijitos, sólo Dios es eterno» (25.03.2008). «Deseo, hijitos, que cada uno de vosotros se enamore de la vida eterna, que es vuestro futuro» (25.01.2009).

Aclaraciones necesarias

27. El conjunto de los mensajes posee un gran valor y expresa con palabras diferentes las enseñanzas constantes del Evangelio. Algunos pocos mensajes se alejan de estos contenidos positivos y edificantes e incluso parece que llegan a contradecirlos. Es conveniente estar atentos para que estos pocos elementos confusos no oscurezcan la belleza del conjunto.

Para evitar que se comprometa este tesoro de Medjugorje, es necesario aclarar algunas posibles confusiones que pueden conducir a grupos minoritarios a distorsionar la valiosa propuesta de esta experiencia espiritual, sobre todo si se leen parcialmente los mensajes.

Esto nos lleva a recordar de nuevo un principio decisivo: cuando se reconoce una acción del Espíritu Santo en medio de una experiencia espiritual, eso no significa que todo aquello que pertenezca a esa experiencia esté exento de toda imprecisión, imperfección o posible confusión. Hay que recordar nuevamente que estos fenómenos «a veces aparecen relacionados con experiencias humanas confusas, expresiones teológicamente imprecisas o intereses no del todo legítimos» (Normas, n. 14). Esto no excluye la posibilidad de «algún error de orden natural no debido a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno» (Ibíd., art. 15, 2°).

Los fieles deben estar atentos y ser prudentes a la hora de interpretar y difundir los presuntos mensajes. A modo de orientación, indicamos algunos mensajes que deben tomarse en consideración con especial cuidado, si bien muchos de ellos pueden comprenderse adecuadamente a la luz del conjunto de todos los mensajes.

Reprimendas y amenazas

28. En algunos casos, la Virgen parece mostrar alguna irritación porque no se han seguido algunas de sus indicaciones; advierte así de señales amenazadoras y sobre la posibilidad de no aparecer más, aunque después los mensajes continúan sin cesar:

«He venido a llamar al mundo a la conversión por última vez. A partir de entonces, ya no apareceré más en la tierra. Estas son mis últimas apariciones» (02.05.1982).

«Daos prisa en convertiros. Cuando la señal prometida se manifieste en la colina será demasiado tarde» (02.09.1982).

«Hoy os exhorto por última vez. Ahora es Cuaresma y vosotros, como parroquia, podéis proponeros aceptar por amor mi invitación. Si no lo hacéis, yo no deseo seguir dándoos otros mensajes» (21.02.1985).

Estos mensajes deben acogerse como una llamada a no posponer ni retrasar la conversión, teniendo en cuenta lo que dice san Pablo: «ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación» (2 Co 6,2).

En realidad uno de los mensajes da la luz justa para interpretar adecuadamente los que hemos citado:

«Los que hacen predicciones catastróficas son falsos profetas. Dicen: “En tal año, en tal día, habrá una catástrofe”. Siempre he dicho que el castigo llegará si el mundo no se convierte. Por eso os invito a todos a la conversión. Todo depende de vuestra conversión» (15.12.1983).

Los mensajes a la parroquia

29. Hay otras expresiones que corren el riesgo de ser interpretadas en un sentido erróneo, como sucede con los mensajes para la parroquia. En ellos la Virgen parece desear un control sobre detalles del camino espiritual y pastoral peticiones de días de ayuno o indicaciones de compromisos específicos para los diferentes tiempos litúrgicos, dando así la impresión de querer sustituir a los organismos ordinarios de participación. A veces, como vemos en los mensajes que siguen, destaca el “cuidado particular” que la Virgen quiere ejercer sobre la parroquia, hasta el punto de recriminar que no se obedezcan sus indicaciones pastorales:

«¡Queridos hijos! Yo he escogido esta parroquia de manera especial y mi deseo es guiarla. Yo la protejo con amor y deseo que todos seáis míos. Gracias por haber venido aquí esta tarde. Deseo que cada vez sean más numerosos los que estéis conmigo y mi Hijo. Cada jueves os daré un mensaje particular para vosotros» (01.03.1984).

«¡Queridos hijos! Mañana por la noche (Fiesta de Pentecostés) orad para recibir el Espíritu de la verdad, especialmente los de la parroquia. Porque es necesario para que podáis transmitir los mensajes así como son, sin agregar ni quitar nada, tal y como yo os los doy» (09.06.1984).

«¡Queridos hijos! En estos días [de Adviento] os invito a la oración en familia. Muchas veces, yo os he dado mensajes en nombre de Dios, pero vosotros no me habéis escuchado. Esta Navidad será inolvidable para vosotros, si acogéis los mensajes que yo os doy» (06.12.1984).

«¡Queridos hijos! yo deseo continuar dándoos mis mensajes y, por eso, hoy os invito a vivir y a acoger mis mensajes. Hijos, os amo y he escogido de manera especial a esta parroquia, por la que tengo predilección, y donde de buena gana me he quedado cuando el Altísimo me ha enviado a ella. Por tanto, os llamo y os digo: acogedme, queridos hijos, para que también vosotros seáis felices. ¡Escuchad mis mensajes! ¡Escuchadme!» (21.03.1985).

«Hoy es el día en el que yo quería dejar de daros los mensajes, porque algunos no me habéis escuchado. Pero la parroquia ha respondido y yo deseo continuar dándoos los mensajes y lo haré, como nunca antes en la historia desde el principio del mundo» (04.04.1985).

Esas reiteradas exhortaciones dirigidas a los parroquianos son una comprensible expresión del intenso amor de los presuntos videntes por su comunidad parroquial. Pero los mensajes de la Virgen no pueden sustituir ordinariamente el lugar del párroco, del consejo pastoral o del trabajo sinodal de la comunidad sobre las decisiones que son objeto del discernimiento comunitario, gracias al cual la parroquia madura en la prudencia, la escucha fraterna, el respeto de los otros y el diálogo.

La insistencia incesante sobre la escucha de los mensajes

30. Más allá de las frecuentes exhortaciones a los fieles de la parroquia, en general la Virgen parece promover insistentemente la escucha de sus mensajes de tal manera que a veces esta invitación se destaca más que el contenido de los mismos mensajes: «¡Queridos hijos! Vosotros no os dais cuenta de los mensajes que Dios os manda a través de mí. Él os concede las gracias, pero vosotros no lo entendéis» (08.11.1984). «No sois conscientes de los mensajes que yo os doy» (15.11.1984). Con ello se corre el riesgo de crear en los fieles una dependencia y una expectativa excesivas que acabarían por oscurecer la importancia central de la Palabra revelada.

La insistencia aparece constantemente. Por ejemplo, «Vivid mis mensajes» (18.06.2010). «Vivid mis mensajes. Difundid mis mensajes» (25.06.2010). «Vivid los mensajes que os estoy dando para que pueda daros nuevos mensajes» (27.05.2011). «Seguid mis mensajes […] renovad mis mensajes» (17.06.2011). «Acoged mis mensajes y vivid mis mensajes» (24.06.2011).

En ciertos mensajes, como el siguiente, la insistencia se convierte en agobiante: «Queridos hijos, también hoy la Madre con alegría os invita: sed mis portadores, los portadores de mis mensajes en este mundo cansado. Vivid mis mensajes, acoged mis mensajes con responsabilidad. Queridos hijos, orad junto a mí por mis planes que deseo realizar» (30.12.2011).

Esta exhortación, tan repetida, procede probablemente del amor y del generoso fervor de los presuntos videntes que con buena voluntad temían que las llamadas de la Madre a la conversión y a la paz fuesen ignoradas. Esta insistencia se convierte aún más problemática cuando los mensajes se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen imparte órdenes sobre fechas, lugares, aspectos prácticos, y toma decisiones sobre cuestiones ordinarias. Aunque los mensajes de este tipo no son frecuentes en Medjugorje, encontramos algunos que se explican únicamente a partir de los deseos de los presuntos videntes. El siguiente es un claro ejemplo de este tipo de mensajes engañosos:

«El 5 de agosto próximo se celebra el segundo milenio de mi nacimiento […] os pido que os preparéis intensamente con tres días […]. En estos tres días no trabajéis» (01.08.1984).

Es razonable que los fieles, haciendo uso de la prudencia y del sentido común, no tomen en serio o no presten atención a estos detalles. Se debe recordar siempre que en esta, como en otras experiencias espirituales y presuntos fenómenos sobrenaturales, se mezclan elementos positivos y edificantes con otros que deben ser ignorados, pero que no deben llevarnos a despreciar la riqueza y el bien de la propuesta de Medjugorje en su conjunto.

La Virgen da el valor justo a sus mensajes

31. En realidad, es la misma Gospa quien invita a relativizar los propios mensajes. De hecho, afirma claramente que lo que debemos escuchar es el Evangelio. Con frecuencia la Virgen exige que sus mensajes sean escuchados, pero al mismo tiempo los somete al valor inigualable de la Palabra revelada en las Sagradas Escrituras. Las siguientes advertencias son muy incisivas sobre este punto, y se convierten en un criterio central sobre la actitud que hay que asumir frente a los mensajes:

«No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro» (12.11.1982).

«¿Por qué hacéis tantas preguntas? Toda respuesta está en el Evangelio» (19.09.1981).

«No creáis en las falsas voces que os hablan de cosas falsas y de una falsa luz. Vosotros, hijos míos, volved a la Sagrada Escritura» (02.02.2018).

32. La invitación de la Virgen a leer las Sagradas Escrituras es una de las peticiones más repetidas:

«¡Queridos hijos! Hoy os invito a leer cada día la Biblia en vuestras casas; colocadla en un lugar bien visible, de modo que siempre os estimule a leerla y a orar» (18.10.1984). «Poned la Sagrada Escritura en un lugar visible en vuestras familias, leedla y vividla» (25.08.1996). «Poned la Sagrada Escritura en un lugar visible en vuestras familias, leedla, meditadla y aprended cómo Dios ama a su pueblo» (25.01.1999). «Os invito a que, leyendo la Sagrada Escritura, renovéis la oración en vuestras familias» (25.09.1999). «Hijitos, no olvidéis leer la Sagrada Escritura. Ponedla en un lugar visible y testimoniad con vuestra vida que creéis y vivís la Palabra de Dios» (25.01.2006). «Leed, meditad la Sagrada Escritura y que las palabras allí escritas sean vida para vosotros» (25.02.2012). «Poned en vuestras familias la Sagrada Escritura en un lugar visible» (25.01.2014). «Hijos míos, leed el libro del Evangelio que siempre es algo nuevo. Es lo que os une a mi Hijo quien nació para llevar palabras de vida a todos mis hijos» (02.11.2019).

33. Por otra parte, la misma Gospa afirma que, más que los mensajes, es el testimonio de los cristianos la verdadera luz del mundo:

«Deseo que seáis activos en vivir y comunicar mis mensajes. De modo particular, queridos hijos, deseo que todos vosotros seáis un reflejo de Jesús que ilumine a este mundo infiel que camina en tinieblas. Deseo que todos seáis luz para otros y que deis testimonio de la luz» (05.06.1986).

34. Hay que reconocer que los mensajes que la Virgen repetidamente nos pide que escuchemos son, en última instancia, sus insistentes llamadas a la conversión, a volverse a Cristo, a meditar su Palabra, a orar, a buscar la paz. Nada de estos nos aleja o nos distrae del Evangelio. Por eso, quienes están demasiado atentos a hechos extraordinarios o a presuntos mensajes de la Gospa y no emplean su tiempo y sus energías en orar con la Palabra de Dios, en adorar a Cristo, en servir a los hermanos y en construir la paz en todas partes, no son fieles al verdadero espíritu de Medjugorje.

“Autoexaltación” de la Virgen

35. También son problemáticos los mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones: “mi plan”, “mi proyecto”: «cada uno de vosotros es importante en mi plan de salvación» (25.05.1993). «Hijitos, no olvidéis que sois importantes en mi plan de salvación de la humanidad» (25.06.2022). «Os invito a orar […] por mis planes» (01.10.2004). «También esta noche os invito a orar por mis planes [...] mis proyectos» (02.09.2005).

Estas expresiones podrían confundir. En realidad, todo cuanto María lleva a cabo es siempre al servicio del proyecto del Señor y de su plan divino de salvación. María no tiene un plan solamente suyo para el mundo y para la Iglesia. En consecuencia, estos mensajes sólo pueden interpretarse en este sentido: que la Virgen asume plenamente los planes de Dios hasta el punto de expresarlos como propios.

36. En esta línea, hay que prestar una atención especial al posible uso impropio de la palabra “mediadora” referida a María. Si es verdad que en el conjunto de los mensajes se ve que todo se atribuye a Jesucristo, mientras María coopera con su intercesión materna, aparecen ciertas expresiones que no parecen coherentes con este conjunto: «Yo soy la mediadora entre vosotros y Dios» (17.07.1986). «Deseo ser un vínculo entre vosotros y el Padre celestial, vuestra mediadora» (18.03.2012).

Utilizada en este modo, la expresión “mediadora” llevaría erróneamente a atribuir a María un lugar que es único y exclusivo del Hijo de Dios hecho hombre; se pondría, de hecho, en contradicción con lo que afirma la Sagrada Escritura cuando dice que existe un solo «mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos» (1 Tm 2,5-6). Por otra parte, estos presuntos mensajes no alcanzan a expresar bien, como explicaba san Juan Pablo II, que la cooperación de María es una “mediación subordinada” a aquella de Cristo (cf. San Juan Pablo II, Redemptoris Mater, 25 de marzo de 1987n. 39), de modo que «no reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador» (Concilio Ecuménico Vaticano II, Lumen gentium, 21 de noviembre de 1964, n. 62).

No obstante, en el mismo mensaje del 18.03.2012, resulta claro que esta mediación no oscurece la mediación única de Cristo; se trata únicamente de una “intercesión materna” por nosotros: «¡Queridos hijos! Vengo entre vosotros porque deseo ser vuestra Madre, vuestra abogada».

Con nosotros hacia Cristo

37. Conviene recordar que el conjunto de los mensajes tiene un fuerte acento teocéntrico y cristológico. Algunos de los mensajes ofrecen una ayuda en este sentido, porque subrayan la intercesión materna de María como clave de su función específica y siempre subordinada. Son especialmente claros los siguientes mensajes en los cuales María recalca que ella no puede ni quiere sustituir a Cristo:

«Yo no dispongo directamente de las gracias divinas, pero obtengo de Dios todo lo que pido con mi oración» (31.08.1982).

«Orad, y a través de la oración encontraos con mi Hijo, para que Él os conceda la fuerza, para que Él os conceda la gracia» (23.06.2017).

«Decidíos por Jesús, decidíos y caminad junto a Él en el futuro […] Deseo guiaros a todos vosotros a mi Hijo […]. Decidíos por Él, ponedlo en el primer puesto de vuestra vida» (22.06.2012).

«Viviendo los mensajes, deseo conduciros a mi Hijo. En todos estos años que estoy junto a vosotros, mi dedo está apuntado hacia mi Hijo, hacia Jesús, porque deseo conduciros a todos a Él» (28.12.2012).

El siguiente mensaje puede ser considerado como una síntesis de la propuesta del Evangelio a través de Medjugorje:

«Mi deseo es el de acercaros cada vez más a Jesús y a Su Corazón traspasado, para que vosotros seáis capaces de comprender el inmenso amor con el que se ha entregado por cada uno de vosotros. Por eso, queridos hijos, orad para que de vuestros corazones pueda brotar una fuente de amor hacia cada persona, incluso hacia quienes os odian y os desprecian. De esa manera, seréis capaces de vencer, con el amor de Jesús, todas las miserias de este mundo lleno de sufrimientos, el cual no tiene esperanza para aquellos que no conocen a Jesús» (25.11.1991).

En consecuencia, el elemento esencial es el estar atentos a cuanto el conjunto de las manifestaciones de Medjugorje nos recuerda sobre las enseñanzas del Evangelio, concentrando la mirada no en los detalles sino en las grandes exhortaciones que aparecen en los mensajes de la Gospa. A su luz algunos textos menos importantes o poco claros deben ser leídos con prudencia.

Conclusiones

38. A través del nihil obstat sobre un acontecimiento espiritual, los fieles «pueden dar su asentimiento de forma prudente» (Normas, art. 22, §1; cf. Benedicto XVI, Verbum Domini, 30 de septiembre de 2010, n. 14). Si bien esto no implica una declaración del carácter sobrenatural del fenómeno en cuestión (cf. Normas, art. 22, § 2), y recordando que los fieles no están obligados a creerlo, el nihil obstat indica que estos últimos pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público. Esta determinación es posible en cuanto que se ha podido comprobar que en medio de una experiencia espiritual se han verificado muchos frutos positivos y que no se han difundido en el Pueblo de Dios efectos negativos o de riesgo.

La valoración de los abundantes y difundidos frutos, tan bellos y positivos, no implica declarar como auténticos los presuntos acontecimientos sobrenaturales sino, solamente, poner en evidencia que “en medio de” este fenómeno espiritual de Medjugorje el Espíritu Santo actúa eficazmente para el bien de los fieles. Por tanto, se invita a apreciar y compartir el valor pastoral de esta propuesta espiritual (cf. Normas, n. 17).

Además, la valoración positiva de la mayor parte de los mensajes de Medjugorje como textos edificantes no implica declarar que tengan un origen directamente sobrenatural. En consecuencia, cuando se habla de “mensajes” de la Virgen, se debe entender siempre “presuntos mensajes”.

39. Los elementos recogidos en esta Nota permiten reconocer que se dan las condiciones para proceder a la determinación de un nihil obstat. El Obispo de Mostar-Duvno emitirá el correspondiente decreto. El Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje, que continuará desarrollando las funciones a él confiadas, deberá verificar que, en toda publicación que recoja los mensajes, venga incluida la presente Nota como Introducción. Él mismo actuará después en el discernimiento de los eventuales mensajes futuros o de mensajes pasados que no hayan sido todavía publicados y deberá autorizar la eventual publicación, a la luz de las aclaraciones ofrecidas anteriormente. Igualmente, tomará las medidas que él considere necesarias y guiará el discernimiento pastoral frente a nuevas situaciones que puedan presentarse, manteniendo informado a este Dicasterio.

40. Aunque se puedan mantener diferentes opiniones sobre la autenticidad de algunos hechos o sobre algunos aspectos de esta experiencia espiritual, las autoridades eclesiásticas de los lugares donde esta esté presente son invitados a «apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual» (Normas, n. 17). Valorando prudencialmente lo que ocurre en su propio territorio, sigue siendo, sin embargo, potestad de cada Obispo diocesano decidir al respecto (cf. Normas, art. 7, § 3). Aunque los frutos positivos de este fenómeno espiritual están difundidos por todo el mundo, esto no niega que pueda haber grupos o personas que, haciendo un mal uso de este fenómeno espiritual, actúen de manera equivocada. Los obispos diocesanos, cada uno en su diócesis, tienen la libertad y la autoridad para tomar las decisiones prudenciales que consideren necesarias por el bien del Pueblo de Dios.

41. En cualquier caso, a las personas que van a Medjugorje se les debe orientar fuertemente a aceptar que las peregrinaciones no se hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz, y, fieles al amor que ella tiene por su Hijo, encontrarse con Cristo y escucharle en la meditación de la Palabra, en la participación de la Eucaristía y en la adoración eucarística. Como sucede en tantos santuarios de todo el mundo, donde la Virgen María es venerada con los más variados títulos.

42. Leamos un último mensaje, que resume el precioso sentido cristocéntrico de la propuesta de Medjugorje y manifiesta su espíritu más auténtico:

«Queridos hijos, mis palabras son simples [...] yo os llamo hacia mi Hijo. Sólo Él puede convertir la desesperación y el dolor en paz y serenidad, sólo Él puede dar esperanza en los dolores más profundos. Mi Hijo es la vida del mundo: cuanto más lo conocéis más os acercáis a Él y más lo amaréis porque mi Hijo es el Amor. El amor lo cambia todo, hace maravilloso incluso lo que, sin amor, os parece insignificante» (02.09.2018).

Reina de la Paz, ora para que aquellos que acogen libremente la propuesta espiritual de Medjugorje puedan vivir siempre más unidos a Jesucristo y encontrar en Él la verdadera paz del corazón.

A ti te confiamos este mundo nuestro que sucumbe a una “tercera guerra mundial a pedazos”. Reina de la Paz, escucha la súplica que sube del corazón de los niños, de los jóvenes, de los pobres y de toda mujer y todo hombre de buena voluntad.

«¡Gracias, Madre nuestra! Mirándote a ti, que estás libre de pecado podemos seguir creyendo y esperando que sobre el odio venza el amor, que la verdad prevalezca sobre la mentira, que sobre la ofensa prevalezca el perdón, que sobre la guerra prevalezca la paz. ¡Que así sea!» (Francisco, Oración a María Inmaculada, 8 de diciembre de 2022).

El Sumo Pontífice Francisco, en la Audiencia concedida al que suscribe, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, junto al Secretario para la Sección Doctrinal del mismo, el día 28 de agosto de 2024, ha aprobado la presente Nota y ha ordenado la publicación.

Dado en Roma, en la sede del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el 19 de septiembre de 2024.

Víctor Manuel Card. Fernández
Prefecto

Mons. Armando Matteo
Secretario para la Sección Doctrinal

Ex Audientia Die 28.08.2024

Franciscus