Comunicado de la Santa Sede, 03.08.2024
La Santa Sede, entristecida por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, no puede sino unirse a las voces que se han alzado en los últimos días para deplorar la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones. En un acontecimiento prestigioso, en el que el mundo entero se une en torno a valores comunes, no debería haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas. La libertad de expresión, que evidentemente no se cuestiona, encuentra su límite en el respeto a los demás.
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