Publicamos a continuación l discurso que S.E. Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, ha pronunciado hoy con motivo de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios:
Discurso de S.E. Mons. Paul Richard Gallagher
Señor Presidente,
La Santa Sede se complace en participar en esta primera Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y agradece al Secretario General el lanzamiento de esta importante y oportuna iniciativa.
Hay una necesidad urgente de intensificar la acción internacional para transformar los sistemas alimentarios y combatir la inseguridad alimentaria y la malnutrición. El Papa Francisco ha subrayado que, en el siglo XXI, el hambre no es sólo una tragedia para la humanidad, sino también una verdadera vergüenza.1Por ello, es hora de pasar de las declaraciones y la formulación de estrategias a la acción efectiva y urgente.
La cuestión crítica es cómo transformar los sistemas alimentarios para que avancen en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, apoyen la regeneración de los sistemas sociales tras la pandemia del COVID-19 y promuevan el desarrollo integral de cada persona, protegiendo al mismo tiempo la integridad de nuestro planeta. Como afirmaba el Papa Francisco en su mensaje previo a la Cumbre del pasado mes de julio, debemos esforzarnos por "aumentar la resiliencia, fortalecer las economías locales, mejorar la nutrición, reducir el desperdicio de alimentos, brindar dietas saludables accesibles para todos, ser ambientalmente sostenible y respetuosas con las culturas locales.".2
El acceso a los alimentos es un derecho humano fundamental y esencial para una vida digna. La alimentación para todos es un deber moral. No obstante, alimentar a los hambrientos no es suficiente. También debemos proporcionar a los pobres y a los que se encuentran en situaciones vulnerables los recursos necesarios para mantenerse a sí mismos y a sus familias a largo plazo.
Una respuesta es proporcionarles mayores oportunidades de uso y propiedad de la tierra, recursos financieros y formación. Esto es especialmente importante para los trabajadores agrícolas, incluidas las granjas familiares.
Señor Presidente,
Los sistemas alimentarios sostenibles deben proporcionar alimentos nutritivos para todos, sostener medios de vida equitativos y justos y promover modelos circulares de producción y consumo. Debemos sustituir la "cultura del descarte" por una "cultura del cuidado" 3que proteja la dignidad inherente a cada persona y proteja nuestra casa común.
Si bien es esencial hacer uso de la mejor ciencia y de la tecnología avanzada de que disponemos, este enfoque debe estar guiado por principios éticos, orientados a promover el desarrollo humano integral y a perseguir el bien común.
Para tener éxito, es necesario aplicar una visión de los sistemas alimentarios que integre los componentes humanos, económicos, medioambientales y tecnológicos. La comunidad internacional puede contar con la Santa Sede para ayudar a hacer realidad esa visión, a través de las numerosas iniciativas de la Iglesia católica sobre el terreno en todo el mundo.
Gracias, señor Presidente.
1 Francisco, Mensaje con motico del Día Mundial de la Alimentación, 16 octubre 2020
2 Francisco, Mensaje con motivo de la Pre-Cumbre de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios 2021, 26 julio 2021
3 Francisco, Mensaje al ministro del Clima y Ambiente de la República de Polonia, presidente de la XLII sesión de la Conferencia de la FAO, 14 junio 2021
