Esta mañana, tras despedirse del personal, los benefactores y los amigos de la nunciatura apostólica en Bratislava, el Santo Padre Francisco se trasladó en coche al Santuario Nacional de Šaštín.
A su llegada, el Papa se reunió en privado con los obispos eslovacos para rezar en la basílica de los Siete Dolores de la Virgen María.
Publicamos a continuación el texto de la oración del Santo Padre:
Oración del Santo Padre
El Santo Padre:
En el nombre de Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
El Santo Padre y los obispos recitan juntos la oración de consagración:
Nuestra Señora de los siete dolores,
nos hemos reunido aquí ante ti como hermanos,
dando gracias al Señor por su amor misericordioso.
Y tú estás aquí con nosotros,
como estuviste con los Apóstoles en el Cenáculo.
Madre de la Iglesia y Consuelo de los afligidos,
nos dirigimos a ti con confianza,
en las alegrías y en las fatigas de nuestro ministerio.
Míranos con ternura
y acógenos entre tus brazos.
Reina de los Apóstoles y Refugio de los pecadores,
que conoces nuestros límites humanos,
las faltas espirituales,
el dolor por la soledad y el abandono,
sana nuestras heridas con tu dulzura.
Madre de Dios y Madre nuestra,
te confiamos nuestra vida y nuestra patria,
te confiamos nuestra misma comunión episcopal.
Obtennos la gracia
de vivir con fidelidad cotidiana
las palabras que tu Hijo nos ha enseñado
y que ahora, en él y con él,
dirigimos a Dios nuestro Padre.
El Santo Padre y los obispos:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
El Santo Padre:
Oh Dios, que concedes a tu Iglesia
imitar a la bienaventurada Virgen María
en la contemplación de la pasión de Cristo,
otórganos, por su intercesión,
que nos configuremos cada vez más con tu Hijo unigénito
y alcancemos la plenitud de su gracia.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
El Santo Padre:
Bendigamos al Señor.
R/. Demos gracias a Dios.