A las 11.30 horas de esta mañana ha tenido lugar , en directo streaming, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede del encuentro "“Faith and Science: Towards COP26”", promovido por las embajadas del Reino Unido e Italia ante la Santa Sede, junto con la Santa Sede. El encuentro, que está previsto que se celebre en el Vaticano y en Roma el 4 de octubre de 2021, contará con la participación de líderes religiosos y científicos que, juntos, abordarán la cuestión del cambio climático y la necesidad de un compromiso global para el cuidado de la creación.
Han intervenido: S.E. Mons. Paul R. Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados; S.E. Sra. Sally Jane Axworthy, embajadora de Gran Bretaña ante la Santa Sede y S.E. Sr. Pietro Sebastiani, embajador de Italia ante la Santa Sede.
Publicamos a continuación las intervenciones de la Excma. Sra. Sally Jane Axworthy y del Excmo.Sr. Pietro Sebastiani.
Intervención de la Excma. Sra. Sally Jane Axworthy
Gracias por venir y por vuestro interés.
Como sabéis, el Reino Unido acogerá este año la cumbre sobre el cambio climático COP26 en colaboración con Italia.
El tema
Tenemos la obligación moral de proteger el planeta y a los más afectados por la crisis climática, en particular los pueblos indígenas, los pequeños estados insulares en desarrollo y los países menos desarrollados.
Pero se nos está acabando el tiempo. El cambio climático todavía no va en la dirección correcta. Las temperaturas globales han aumentado más de un grado, y vamos camino de aumentos de más de dos grados. Esto significaría:
Personas vulnerables
El 37% de la población mundial estaría expuesta a olas de calor extremas al menos una vez cada cinco años;
El sur de Europa, el norte de África y el Cercano Oriente estarían expuestos a graves sequías;
mientras que las zonas más septentrionales sufrirían inundaciones;
Agricultura
el rendimiento de los cultivos sería menor en el África subsahariana, el Sudeste Asiático y América Latina
el arroz y el trigo serían menos nutritivos;
se perdería entre el 7 y el 10% del ganado;
Biodiversidad
partes del Mediterráneo se convertirían en desiertos, mientras que parte de la tundra se derretiría
los bosques se reducirían y los incendios forestales aumentarían;
el nivel del mar subiría más de 20 cm en la mayor parte del mundo, sumergiendo a las naciones insulares de baja altitud, alterando las migraciones de peces y los arrecifes de coral prácticamente desaparecerían.
COP26
Es fundamental que mantengamos el aumento de la temperatura en 1,5 grados y la COP26 es nuestra oportunidad para ello. Para lograrlo tenemos cuatro objetivos:
Todos los países deben establecer objetivos de reducción de sus emisiones que permitan rebajarlas a la mitad en 2030 y llevarnos a un nivel cero neto en 2050.
La comunidad internacional debe apoyar a los más vulnerables al cambio climático, por ejemplo, para construir infraestructuras y agricultura resilientes, y proteger la naturaleza.
Los países desarrollados deben recaudar al menos 100.000 millones de dólares al año en financiación para apoyar a los países en desarrollo. Además, todas las decisiones financieras deben tener en cuenta el clima.
Debemos finalizar las normas de aplicación del Acuerdo de París, por ejemplo, sobre los mercados de carbono y la transparencia de los informes.
El papel de la fe
Los líderes religiosos desempeñaron un papel clave para dar impulso a la COP21 en 2015: por ejemplo, la encíclica Laudato Si' del Papa Francisco, la Declaración Interreligiosa sobre el Cambio Climático dirigida a los líderes mundiales y las declaraciones de diferentes grupos religiosos sobre el cambio climático. Nos preguntamos si los líderes religiosos podrían hacer una contribución similar a la COP26.
También nos inspiró el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al Azhar, en el que se pide a todos los creyentes y a todas las personas de buena voluntad que aborden juntos los desafíos mundiales. Parecía ofrecer una vía para que la fe guiara al mundo en cuestiones medioambientales.Además, suponíamos que las religiones podrían adoptar un enfoque muy similar en materia de medio ambiente. Y así ha sido.
La iniciativa
Invitamos a casi 40 líderes de las principales religiones del mundo y a 10 científicos destacados a reunirse para preparar un llamamiento para la COP26. Fue clave contar con representantes de la mayoría de las principales religiones y denominaciones de todos los rincones del mundo.
Pedimos a los líderes religiosos que hicieran tres cosas
exponer su propia teología sobre el medio ambiente;
explicar las medidas que han tomado hasta ahora para proteger el medio ambiente; y
articular lo que querían para el futuro, incluyendo lo que querían decir a los líderes políticos en la COP26.
Pedimos a los científicos que nos pusieran al día sobre la ciencia.
Los líderes y los científicos se han reunido en seis encuentros virtuales a lo largo de los últimos seis meses. Cada líder y científico expuso sus puntos de vista.
Ha habido una notable convergencia de opiniones. Todos los credos y sistemas de creencias consideran que la naturaleza es sagrada y que nuestro deber es proteger el medio ambiente. Muchos oradores han subrayado la interconexión de los seres humanos y la naturaleza, y que si destruimos la naturaleza, nos destruimos a nosotros mismos. Los líderes han recurrido a sus propias tradiciones para sugerir soluciones: que moderemos nuestros deseos, que repensemos nuestro modelo económico para que esté dentro de los límites de lo que la naturaleza puede sostener, y que nos centremos en apoyar a los menos responsables pero más afectados por el cambio climático. El diálogo con los científicos ha sido creativo: El diálogo con los científicos ha sido creativo: los hechos y los valores se conjugan, o como dijo un orador, la pasión se esclarece.
Con Pietro.
intervención del Excmo. Sr. Pietro Sebastiani
Agradezco a Su Excelencia Monseñor Gallagher que haya ofrecido una visión oportuna e inspiradora de la iniciativa que hemos decidido organizar junto con la embajada del Reino Unido ante la Santa Sede en colaboración con la propia Santa Sede.
“Faith and Science: Towards COP26", que ilustramos hoy aquí, nace del deseo de profundizar, desarrollar y comparar la sensibilidad por los temas medioambientales que comparten las diferentes religiones y tradiciones espirituales y ofrecer así un impulso sin precedentes a la COP26, que se celebrará en Glasgow del 1 al 12 de noviembre de 2021.
También será una oportunidad para promover un debate sobre temas ecológicos relacionados con los dela justicia social y para reflexionar sobre un modelo de desarrollo que no puede seguir produciendo un coste medioambiental insostenible y aumentando las desigualdades sociales y económicas, aspectos que se han visto agravados por los efectos de la pandemia de Covid-19, que también ha puesto de manifiesto la desigualdad en el acceso a la atención sanitaria.
El cambio climático es, por lo tanto, también una cuestión moral: debemos intensificar urgentemente la acción para responder a la amenaza del cambio climático, especialmente para las generaciones más jóvenes y los países y comunidades más vulnerables.
Los líderes religiosos han desempeñado un papel clave en la creación de las condiciones para el éxito de la COP21 en 2015 y muchos de ellos han hablado de la responsabilidad compartida de las personas de fe para cuidar de toda la Creación.
Como es sabido, Italia y el Reino Unido ocupan este año las presidencias del G20 y del G7, respectivamente.
La Presidencia británica, en colaboración con Italia, de la COP26 ofrece, por tanto, una oportunidad única para desarrollar sinergias entre estos diferentes foros multilaterales.
Como socio de la COP26, Italia acogerá una serie de eventos importantes para preparar la Conferencia:
en Milán, del 30 de septiembre al 2 de octubre, la Pre-CoP, es decir, la reunión preparatoria de ministros que tradicionalmente se celebra alrededor de un mes antes de la CoP, con el objetivo de ofrecer a los ministros que representan a las principales partes negociadoras la oportunidad de debatir de manera informal las principales cuestiones políticas, un trabajo preparatorio muy importante para el éxito de la CoP;
también en Milán, Italia acogerá del 28 al 30 de septiembre un evento llamado Youth4Climate: Driving Ambition, que a su vez está vinculado a la Pre-Cop. Este evento dará la oportunidad a unos 400 jóvenes -200 chicas y 200 chicos de entre 15 y 29 años- de cada uno de los 197 países que forman parte de la CMNUCC de debatir y formular propuestas concretas sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático que se tendrán en cuenta en la pre-COP, y especialmente en la COP26.
Estos jóvenes fueron seleccionados en los últimos meses a través de una plataforma especial de las Naciones Unidas. Por parte de Italia, se decidió combinar los dos eventos, ya que se consideró esencial promover el compromiso de las generaciones más jóvenes.
En concreto, los dos primeros días del evento se dedicarán a los grupos de trabajo temáticos, mientras que el tercer día se dedicará a un debate entre los jóvenes y los ministros participantes en la Pre-COP26. La tercera jornada de Youth4 Climate coincidirá, de hecho, con el primer día de la COP del PRE, de modo que los jóvenes, por un lado, y los ministros y negociadores, por otro, puedan reunirse y debatir juntos.
Dedicar un evento específico a los jóvenes es una novedad que ha sido muy apreciada por todos y que, además, pretende ser una iniciativa pionera con la intención de convertirse en estructural en todos los formatos posteriores sobre temas climático-ambientales.
Para llenar el "vacío" generado con el aplazamiento de los eventos de la COP 26 debido a la pandemia, ya desde junio de 2020 el Ministerio de Medio Ambiente ha puesto en marcha un importante programa de eventos virtuales titulado "Youth4Climate": Live Series" en colaboración con la Oficina de la Enviada de la Juventud del Secretario General de la ONU y el programa "Connect4Climate" del Banco Mundial.
Los resultados de las discusiones y debates entre los jóvenes, que ya han comenzado en modo virtual antes del evento de Milán, se reelaborarán durante Youth4Climate tras los debates organizados en diferentes grupos de trabajo, con moderadores profesionales y expertos en la materia.
Todo ello debería desembocar en una especie de declaración final, que contenga las propuestas o recomendaciones surgidas sobre los macrotemas identificados, cuyo contenido se llevará, como he dicho, primero a la mesa de los ministros y negociadores de la COP de PRE y después a las negociaciones de la COP 26 en Glasgow.
Además, Italia acogerá los días 7 y 8 de octubre en Roma un evento ministerial de alto nivel sobre los retos medioambientales y climáticos en África ("Encuentros con África").
Todos estos eventos han sido concebidos como una oportunidad para ampliar la perspectiva del tema de la aspiración a todos los actores implicados en la acción climática global: además de los jóvenes, la sociedad civil, el mundo empresarial, el mundo académico, las autoridades locales y regionales, las instituciones.
La reunión del 4 de octubre tendrá los siguientes objetivos:
Los líderes religiosos podrán explicar nuestro deber común de hacer frente al cambio climático, alentando a los gobiernos nacionales a que aumenten sus aspiraciones con respecto a las contribuciones determinadas a nivel nacional a los objetivos del Acuerdo de París; mostrarán cómo las confesiones religiosas están abriendo camino haciendo más "verdes" sus operaciones centrales y locales y asumiendo nuevos compromisos;
y animará a las religiones a tomar medidas para frenar el aumento de las temperaturas globales.
El programa prevé una parte matutina que se celebrará en el Vaticano.
Se leerá y firmará un llamamiento conjunto dirigido a la COP26. También está previsto que dos jóvenes presenten los resultados de la Youth Cop que, como se ha dicho, se celebrará en Milán a finales de septiembre.
La jornada continuará por la tarde en el Palazzo Borromeo, sede de la embajada de Italia ante la Santa Sede, donde los participantes explorarán diversos temas, en particular cómo las religiones pueden motivar y movilizar concretamente a los hombres y mujeres de fe, además de los numerosos programas que ya están en marcha en muchas partes del mundo, para aplicar altos valores éticos y espirituales en la acción de preservar y cuidar la Creación.
