Publicamos a continuación el texto del mensaje en vídeo del Santo Padre Francisco a los miembros de la FAO con motivo del 75º aniversario de su institución:
Mensaje en video del Santo Padre
A Su Excelencia
el señor Qu Dongyu
Director General de la FAO
En el día en que la FAO celebra su 75º aniversario de creación,
quiero saludar a usted y a todos los miembros que la componen. Su misión
es hermosa e importante, porque ustedes trabajan con el objetivo de
derrotar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
El tema propuesto para este año con ocasión de la Jornada Mundial de
la Alimentación es significativo: «Cultivar, nutrir, preservar», y esto
«Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro». Este tema destaca la
necesidad de actuar conjuntamente y con la voluntad firme para poder
generar iniciativas que mejoren nuestro entorno y promuevan la esperanza
de muchas personas y de muchos pueblos.
A lo largo de estos 75 años, la FAO ha aprendido que no basta con
producir alimentos, sino que también es importante garantizar que los
sistemas alimentarios sean sostenibles y proporcionen dietas saludables y
asequibles para todos. Se trata de adoptar soluciones innovadoras que
puedan transformar la forma en que producimos y consumimos los alimentos
para el bienestar de nuestras comunidades y de nuestro planeta,
fortaleciendo así la capacidad de recuperación y la sostenibilidad a
largo plazo.
Por eso, en este periodo de gran dificultad causada por la pandemia
de Covid-19, es todavía más importante apoyar las iniciativas
implementadas por organizaciones como la FAO, el Programa Mundial de
Alimentos (WFP) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA)
con vistas a promover una agricultura sostenible y diversificada,
sostener las pequeñas comunidades agrícolas y cooperar para el
desarrollo rural de los países más pobres.
Somos conscientes de que hay que responder a este desafío en una
época que está llena de contradicciones: por un lado, somos testigos de
un progreso sin precedentes en los diversos campos de la ciencia; por
otro lado, el mundo se enfrenta a múltiples crisis humanitarias.
Lamentablemente, constatamos que, según las estadísticas más recientes
de la FAO, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos decenios,
el número de personas que luchan contra el hambre y la inseguridad
alimentaria crece, está creciendo y la actual pandemia agudizará todavía
más esas cifras.
Para la humanidad el hambre no es sólo una tragedia sino una
vergüenza. En su mayor parte, está causada por una distribución desigual
de los frutos de la tierra, a lo que se añade la falta de inversiones
en el sector agrícola, las consecuencias del cambio climático y el
aumento de los conflictos en distintas zonas del planeta. Por otra
parte, se desechan toneladas de alimentos. Ante esta realidad, no
podemos permanecer insensibles o quedar paralizados. Todos somos
responsables.
La crisis actual nos demuestra que se necesitan políticas y acciones
concretas para erradicar el hambre en el mundo. En ocasiones las
discusiones dialécticas o ideológicas nos llevan lejos de alcanzar este
objetivo, y permitimos que hermanos y hermanas nuestros sigan muriendo
por falta de alimento. Una decisión valiente sería constituir con el
dinero que se usa en armas y otros gastos militares “un Fondo mundial”
para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de
los países más pobres. De este modo, se evitarían muchas guerras y la
emigración de tantos hermanos nuestros y sus familias que se ven
obligados a abandonar sus hogares y sus países en busca de una vida más
digna (cf. Fratelli tutti, nn. 189, 262).
Señor Director General: Al manifestar mi deseo de que la labor de la
FAO sea cada vez más incisiva y más fecunda, invoco la bendición de Dios
sobre usted y quienes cooperan en esa misión esencial de cultivar la
tierra, nutrir a los hambrientos y salvaguardar los recursos naturales,
de modo que todos podamos vivir dignamente, con respeto y con amor.
Muchas gracias.