Esta mañana, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a los jóvenes del Centro Austriaco de Autismo Sonnenschein.
Publicamos a continuación el saludo que el Papa ha dirigido a los presentes durante el encuentro:
Discurso del Santo Padre
Queridos niños, queridos padres,
Sus Excelencias, señoras y señores:
Os doy la bienvenida aquí al Vaticano. Estoy contento de ver vuestras caras, y leo en vuestros ojos que vosotros también estáis contentos de pasar un rato conmigo.
Vuestra casa se llama Sonnenschein, es decir, "el esplendor del sol". Puedo imaginarme por qué los responsables eligieron este nombre. Porque vuestra casa parece un magnífico prado de flores al sol, y las flores de esta casa sois precisamente vosotros. Dios creó el mundo con una gran variedad de flores de todos los colores. Cada flor tiene su propia belleza, que es única. Cada uno de nosotros es también hermoso a los ojos de Dios, y Él nos ama. Esto nos hace sentir la necesidad de decirle a Dios: ¡gracias! ¡Gracias por el regalo de la vida, gracias por todas las criaturas! ¡Gracias por mamá y papá! ¡Gracias por nuestras familias! ¡Y gracias también por nuestros amigos del Centro Sonnenschein!
Este decir "gracias" a Dios es una hermosa oración. A Dios le gusta esta forma de rezar. Después podéis añadir también una petición. Por ejemplo: Buen Jesús, ¿podrías ayudar a mamá y papá en sus trabajos? ¿Podrías consolar un poco a la abuela que está enferma? ¿Podría encargarte de los niños de todo el mundo que no tienen qué comer? O también: Jesús, por favor ayuda al Papa a guiar bien a la Iglesia. Si lo pedís con fe, el Señor seguramente os escucha
Finalmente, expreso mi gratitud a vuestros padres, a las personas que os acompañan, a la señora presidenta de la Región y a todos los presentes. Gracias por esta bella iniciativa y por vuestro compromiso con los pequeños que os han sido confiados. ¡Todo lo que hicisteis a uno solo de estos pequeños, lo habéis hecho a Jesús!
Os recuerdo en mi oración. Que Jesús os bendiga siempre y que Nuestra Señora os proteja.
Und bitte vergesst nicht, für mich zu beten. Diese Arbeit ist nicht einfach. Betet für mich bitte. Dankeschön!