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Audiencia general, 10.10.2018

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:20 en la Plaza de San Pedro  donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, continuando el ciclo de catequesis sobre los mandamientos ha hablado hoy del quinto: “No matarás” (Pasaje bíblico, del Libro de la Sabiduría, 11, 24-26)

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.

La audiencia general ha terminado con el canto del  Pater Noster  y la  bendición apostólica.

 

Catequesis del Santo Padre

La catequesis de hoy está dedicada a la Quinta Palabra: “No matarás”. El quinto mandamiento: “No matarás”. Estamos ya en la segunda parte del Decálogo, la que concierne a las relaciones con los demás; y este mandamiento, con su formulación concisa y categórica, se yergue como una muralla defensiva del valor básico en las relaciones humanas, Y ¿cuál es el valor básico en las relaciones humanas?: El  valor de la vida. [1]. Por eso, no matarás.

Se podría decir que todo el mal del mundo se resume aquí: en el desprecio por la vida. La vida es agredida por las guerras, por las organizaciones que explotan al hombre, -leemos en los periódicos o vemos en los telediarios tantas cosas- por especulaciones sobre la creación y la cultura del descarte, y por todos los sistemas que someten la existencia humana a cálculos de oportunidad, mientras que un escandaloso número de personas vive en un estado indigno del ser humano. Esto es despreciar la vida, es decir, de alguna manera, matar.

Un enfoque contradictorio permite también la supresión de la vida humana en el seno materno en nombre de la salvaguardia de otros derechos. Pero, ¿cómo puede ser terapéutico, civil o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su inicio? Yo os pregunto: ¿Es justo “deshacerse” de  una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar a un sicario para resolver un problema? No se puede, no es justo “deshacerse” de  un ser humano, aunque sea pequeño para resolver un problema. Es como alquilar un sicario para resolver un problema.

¿De dónde viene todo esto? La violencia y el rechazo de la vida ¿de dónde nacen, en fondo? Del miedo. Acoger al otro, en efecto, es un desafío al individualismo. Pensemos, por ejemplo,  en cuando se descubre que una vida naciente es portadora de discapacidad, incluso grave. Los padres, en estos casos dramáticos, necesitan cercanía real, solidaridad verdadera, para enfrentar la realidad y superar los temores comprensibles. En cambio, a menudo reciben consejos apresurados para interrumpir el embarazo, o sea es una forma de hablar: “interrumpir el embarazo” significa “deshacerse de uno”, directamente.

Un niño enfermo es como todos los necesitados de la tierra, como un anciano que necesita ayuda, como tantos pobres que luchan por salir adelante: aquel, aquella que se presenta como un problema, es en realidad un don de Dios que puede sacarme del egocentrismo y hacerme crecer en el amor. La vida vulnerable nos muestra el camino de salida, el camino para salvarnos de una existencia replegada sobre sí misma y descubrir la alegría del amor. Y aquí quiero detenerme para dar las gracias, dar las gracias a tantos voluntarios, dar las gracias al fuerte voluntariado italiano que es el más fuerte que yo haya conocido. Gracias.

¿Y qué lleva al hombre a rechazar la vida? Son los ídolos de este mundo: el dinero –mejor deshacerse de éste porque costará- el poder, el éxito. Son parámetros equivocados para evaluar la vida. ¿Cuál es la única medida auténtica de la vida? ¡Es el amor, el amor con el que Dios ama! El amor con que Dios ama la vida: esta es la medida. El amor con que Dios ama cada vida humana.

De hecho, ¿cuál es el significado positivo de la Palabra "No matarás"? Que Dios es "un amante de la vida", como acabamos de escuchar de la lectura de la Biblia.

El secreto de la vida nos es revelado por cómo la trató el Hijo de Dios, que se hizo hombre, hasta el punto de asumir, en la cruz, el rechazo, la debilidad, la pobreza y el dolor (cf. Jn 13, 1). En cada niño enfermo, en cada anciano débil, en cada migrante desesperado, en cada vida frágil y amenazada, Cristo nos está buscando (cf. Mt 25, 34-46), está buscando nuestro corazón para revelarnos el gozo del amor.

Vale la pena acoger cada vida porque cada hombre vale la sangre de Cristo mismo (cf. 1 Ped. 1: 18-19). ¡No se puede despreciar lo que Dios ha amado tanto!

Debemos decir a los hombres y a las mujeres del mundo: ¡No despreciéis la vida! La vida de los demás, pero también la vuestra, porque el mandamiento también es válido para ella: "No matarás". Hay que decir a tantos jóvenes: ¡No despreciéis vuestra existencia! ¡Deja de rechazar la obra de Dios! ¡Tú eres una obra de Dios! ¡No te subestimes, no te desprecies con las dependencias que te arruinarán  y te llevarán a la muerte!

Que nadie mida la vida según los engaños de este mundo, sino que cada uno se acepte a sí mismo y los demás en nombre del Padre que nos ha creado. Él es "un amante de la vida”. Es hermoso esto, “Dios es amante de la vida” y  tanto nos quiere a todos que mandó a su Hijo por nosotros. "Porque tanto amó Dios al mundo -dice el Evangelio-  que dio a su Hijo único, para que quien crea en él no perezca sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16).
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[1] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Istr. Donum vitae, 5: AAS 80 (1988), 76-77: "La vida humana es sagrada porque, desde su inicio, comporta la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. . Solo Dios es el Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar directamente a un ser humano inocente”.

 

Saludos en las diversas lenguas

 

Saludos en francés

Saludo cordialmente a los peregrinos francófonos de Francia, Suiza y Mauricio, en particular las diócesis de Vannes y Saint-Brieuc. Queridos amigos, no desprecies nunca vuestra existencia, ¡sois una obra de Dios! ¡Dondequiera que estéis, testimoniad el valor infinito de la vida humana en todas sus expresiones! ¡Dios os bendiga!

Saludos en inglés

Saludo a los peregrinos de habla inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente a los grupos de Inglaterra, Escocia, Irlanda, Australia, Japón, Malasia, Filipinas, Sri Lanka, Canadá, Curazao y los Estados Unidos de América. Sobre todos vosotros y vuestras familias, invoco el gozo y la paz de nuestro Señor Jesucristo. ¡Dios os bendiga!

Saludos en alemán

Saludo con afecto a los peregrinos de habla alemana, en particular a los numerosos jóvenes, a los escolares del Gauss-Gymnasium Gelsenkirchen, del Collegium Gaesdonck y de la Liebfrauenschule Ratingen, así como a los participantes en la semana informativa de la Guardia Suiza Pontificia. Que el Señor os bendiga y  acompañe en vuestro camino.

Saludos en español

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Los animo a que siguiendo el ejemplo de Jesús, que vino a dar su vida por nosotros, sepamos acoger y proteger la propia vida y la de los demás en el nombre de Dios Padre. Muchas gracias.

Saludos en portugués

Estimados peregrinos de habla portuguesa, Saludo cordialmente a todos, en particular a los fieles de la parroquia Nossa Senhora da Paz, de Río de Janeiro. Este mes de octubre nos anima a perseverar en el rezo diario del Rosario, posiblemente en familia, para que el modelo de María se refleje también en la Iglesia doméstica. El secreto de su serenidad y confianza se encontraba en esta certeza: "Nada es imposible para Dios". Que la bendición del Señor descienda sobre vosotros  y vuestras familias.

Saludos en árabe

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua árabe, especialmente los de Egipto, Líbano y Oriente Medio. No matarás es un mandamiento divino que confirma el carácter sagrado de la vida humana como un don de Dios, que nadie bajo ningún concepto tiene el derecho de quitar, manipular o despreciar. Matar es un pecado contra Dios, que es el Señor de la vida, contra nosotros mismos y contra nuestro prójimo. ¡Que el Señor os bendiga y os proteja del maligno!

Saludos en polaco

Doy la bienvenida a los peregrinos polacos. Ya antes de venir a la Plaza, he tenido la ocasión de saludar a los participantes en la peregrinación de la archidiócesis de Cracovia, venida a Roma con motivo del 40 aniversario de la elección a la Sede de Pedro de Juan Pablo II. Ahora quiero saludaros  a todos vosotros, aquí presentes, y a vuestros compatriotas. Junto con vosotros, agradezco a Cristo, Señor de los tiempos, que quiso llamar a este gran Papa de vuestra tierra y encomendarle la tarea de introducir a la Iglesia en el nuevo milenio. Su enseñanza, su ejemplo de santidad y su intercesión, guíen y protejan nuestro camino diario, a veces difícil, por las sendas del Señor. ¡Os bendigo de todo corazón!

Saludos en italiano

Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana.

Me complace recibir a los Frailes Menores Conventuales, las Hijas de María Auxiliadora y las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción.

Saludo a los niños de las escuelas, a las parroquias, especialmente la de Minori, junto con una delegación de Patti, con el arzobispo Orazio Soricelli, y la de Ostra Vetere,  al Consorcio Nacional de Olivareros, a la delegación de la Municipalidad de Cervia, a la Cámara de Comercio de Viterbo, a la Coordinadora de Sensibilidad Química Múltiple, a la Asociación AVIS de Catanzaro y a la Cruz Roja Italiana de Bellegra.

Dirijo un pensamiento particular  a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados.

El mes de octubre está dedicado a las misiones y a la oración del Santo Rosario. Queridos amigos, rezando el Rosario, invocad la intercesión de la Santísima Virgen María en cada una de vuestras necesidades y en la Iglesia, para que sea cada vez más santa y misionera, unida para recorrer los caminos del mundo y para llevar a Cristo a cada hombre.