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Audiencia general , 05.09.2018

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:20 en la Plaza de San Pedro  donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, continuando el  ciclo de catequesis sobre los Mandamiento ha centrado esta vez su atención sobre el tema: “El día del descanso” (pasaje bíblico: Libro del Éxodo 20,8-11).

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.

La audiencia general ha terminado con el canto del  Pater Noster  y la  bendición apostólica.

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El viaje a través del Decálogo nos lleva hoy al mandamiento del día de descanso. Suena como un mandamiento fácil de cumplir, pero es una impresión equivocada. Descansar realmente no es fácil, porque hay un descanso falso y un descanso verdadero. ¿Cómo podemos  reconocerlos?

La sociedad actual está sedienta  de entretenimiento y vacaciones. La industria de la distracción es muy floreciente y la publicidad dibuja el mundo ideal como un gran parque de atracciones donde todos se divierten.  Hoy el centro de gravedad del concepto de vida no es la actividad y el compromiso, la evasión. Ganar dinero por divertirse, satisfacerse. La imagen modelo es la de una persona con éxito  que puede permitirse espacios de placer amplios y diferentes. Pero esta mentalidad resbala hacia la insatisfacción de una existencia anestesiada por la diversión que no es descanso, sino alienación y escape de la realidad. El hombre nunca ha descansado tanto como hoy y ¡sin embargo, el hombre nunca ha experimentado tanto vacío como hoy! Las posibilidades de divertirse, de salir, los cruceros, los viajes, tantas cosas no te dan la plenitud del corazón. Todavía más: no te hacen descansar.

Las palabras del Decálogo buscan y encuentran el corazón del problema, arrojando una luz diferente sobre lo que es el descanso.  El mandamiento tiene un elemento peculiar: proporciona una motivación. El descanso en el nombre del Señor tiene un motivo preciso: "Pues en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó. Por eso el Señor bendijo el día del sábado y lo hizo sagrado" (Éxodo 20:11).

Esto nos lleva al final de la creación cuando Dios dice: "Vio Dios cuanto había hecho y todo era bueno" (Gen 1:31). Y entonces comienza el día del descanso, que es la alegría de Dios por lo que ha creado. Es el día de la contemplación y la bendición.

¿Qué es el descanso según este mandamiento? Es el momento de la contemplación, es el momento de la alabanza, no de la evasión. Es el tiempo de mirar la realidad y decir: ¡qué bella es la vida! Al descanso como un escape de la realidad, el Decálogo contrapone el descanso como una bendición de la realidad. Para nosotros los cristianos, el centro del día del Señor, el domingo, es la Eucaristía, que significa "acción de gracias". Es el día para decirle a Dios: Gracias Señor por la vida, por tu misericordia, por todos tus dones. El domingo no es el día para borrar los otros días sino para recordarlos, bendecirlos y hacer las paces con la vida, ¡Cuánta gente hay que tiene tantas posibilidades de divertirse, y no vive en paz con la vida! El domingo es el día para hacer las paces con la vida, diciendo: la vida es preciosa; no es fácil, a veces es dolorosa, pero es preciosa.

Ser introducido en el descanso auténtico es una obra de Dios en nosotros, pero requiere que nos alejemos de la maldición y de su encanto (ver Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 83). Efectivamente,  es muy fácil doblegar el corazón a la infelicidad, enfatizar las razones del descontento. La bendición y la alegría implican una apertura al bien que es un movimiento adulto del corazón. El bien es amable y nunca se impone. Debe elegirse.

La paz se elige, no se puede imponer y no se encuentra por casualidad. Alejándose de los amargos pliegues de su corazón, el hombre necesita hacer las paces con aquello de lo que huye. Es necesario reconciliarse con la propia historia, con hechos que uno no acepta, con las partes difíciles de la propia existencia. Os pregunto ¿cada uno de vosotros se ha reconciliado con su propia historia? Una pregunta para pensar: Yo, ¿me he reconciliado con mi historia? La verdadera paz, de hecho, no es cambiar la propia historia sino aceptarla y valorizarla, así como ha sido,

¡Cuántas veces nos hemos encontrado con cristianos enfermos que nos han consolado con una serenidad que no se encuentra en los vividores ni en los hedonistas! Y hemos visto personas humildes y pobres regocijarse con pequeñas gracias con una felicidad que sabía a eternidad.

El Señor dice en el Deuteronomio: "Te pongo delante vida o  muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas tú y tu descendencia” "(30:19). Esta elección es el "fiat" de la Virgen María, es una apertura al Espíritu Santo que nos sitúa tras las huellas de Cristo. Aquel  que se entrega al Padre en el momento más dramático y emprende así el camino que conduce a la Resurrección.

¿Cuándo se vuelve hermosa la vida? Cuando se comienza a pensar bien de ella, cualquiera que sea nuestra historia. Cuando se abre camino el don de una duda: el de que todo sea gracia, [1] y ese santo pensamiento desmorona el muro interior de la insatisfacción, inaugurando el auténtico descanso. La vida se vuelve hermosa cuando el corazón se abre a la Providencia y se descubre que es verdad lo que dice el salmo "En Dios solo el descanso de  mi alma" (62: 2). Es bella esta frase del salmo: En Dios solo el descanso de  mi alma".

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[1] Cómo nos recuerda Santa Teresita del Niño Jesús, tomada de G. Bernanos, Diario de un cura rural.

Saludos en las diversas lenguas

 

Saludos en francés

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua francesa, especialmente la Peregrinación Nacional de Guinea, acompañados por el cardenal Sarah y el arzobispo Coulibaly, de Conakry, y la Peregrinación Nacional de Senegal, acompañada por Mons. Mamba, obispo de Ziguinchor. Siguiendo el ejemplo de María que, con su Fiat, se abrió  al Espíritu Santo y acogió la  Vida, tomémonos el tiempo para dar gracias al Señor por la vida que nos da, y para aprender a encontrar nuestra alegría. ¡Dios os bendiga!

Saludos en inglés

Saludo a los peregrinos de habla inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente los de Inglaterra, Dinamarca, Hungría, Malta, Nueva Zelanda, India, Filipinas, Vietnam y Estados Unidos de América. Saludo también a los sacerdotes del Instituto de Formación Teológica Permanente del Pontificio Colegio Norteamericano. Sobre todos vosotros y vuestras familias, invoco el gozo y la paz de nuestro Señor Jesucristo. ¡Dios os bendiga!

Saludos en alemán

Me complace saludar a los peregrinos de habla alemana, especialmente a los diversos grupos de estudiantes y jóvenes. Aprovechemos el domingo para agradecer a Dios sus dones y  nuestra vida. Solo en Él descansa nuestra alma (Salmo 62: 2). ¡Que el Espíritu Santo os llene de su alegría y paz!

Saludos en español

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina.

Los animo a abrir el corazón a la Providencia divina y a descubrir la profunda verdad del Salmo: «Solo en Dios descansa mi alma»; y que, junto con la Virgen María, acojamos al Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo en el camino de la vida. Muchas gracias.

Saludos en portugués

Dirijo un cordial saludo a todos los peregrinos de lengua portuguesa, en particular a los fieles de Oporto y Brasil. Estáis llamados a ser testigos del Evangelio en el mundo, transfigurados por la alegría y la gracia misericordiosa que Jesús nos da todos los domingos en la Eucaristía. La bendición de Dios descienda sobre vosotros y vuestras familias.


Saludos en árabe

¡Dirijo una cordial bienvenida a los peregrinos de habla árabe, especialmente a los de Oriente Medio! Queridos hermanos y hermanas, recordad siempre que el día de descanso para nosotros los cristianos es un día de bendición y acción de gracias. Es el día para decirle a Dios: gracias por la vida, por tu misericordia y por todos tus dones. ¡El Señor os bendiga!

Saludos en polaco

Doy mi cordial bienvenida a los polacos que participan en esta audiencia. Dirijo un saludo particular a los niños y jóvenes que han comenzado un nuevo año escolar, y también a sus padres y educadores. Que éste sea un tiempo para aprender el saber,  la sabiduría y adquirir una experiencia de vida. No olvidéis rezar todos los días e ir  a misa todos los domingos. Nuestra Señora, cuyo nacimiento recordaremos en la festividad del próximo sábado, os ayude a tender a la santidad. Sea alabado Jesucristo.


Saludos en italiano

Una cordial bienvenida a los peregrinos de habla italiana.

En particular, saludo a los Fatebenefratelli, a las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo y a las Hijas de María Auxiliadora.

Saludo a los muchachos de la confirmación de la diócesis de Verona, a los grupos parroquiales: en particular los de Montecosaro Scalo, Sannicandro y Caserta; representantes de la Casa Circondariale de Spoleto, a  la delegación de las ciudades vitivinícolas italianas, a la Unión Italiana de ciegos y  discapacitados visuales de Caserta, y al Grupo Lingua Ecclesiae de Roma.

Un pensamiento particular a los jóvenes, a los ancianos, a los enfermos y a los recién casados.

El próximo sábado es la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María. El aniversario coincide con el final del verano y de  la cosecha, y nos recuerda que Dios es fiel a sus promesas y, en Nuestra Señora ha preparado un templo vivo en el que su Hijo, encarnándose, quiso habitar entre nosotros y adquirirnos la salvación.
¡Dios os bendiga!