Saludo del Santo Padre a la Delegación del Patriarcado de Moscú (Audiencia, 30 de mayo de 2018), 02.06.2018
Publicamos a continuación el saludo que el Santo Padre Francisco ha dirigido a la Delegación del Patriarcado de Moscú, que recibió en audiencia en la “auletta” del Aula Pablo VI, antes de la audiencia general, el miércoles pasado, 30 de mayo:
Saludo del Santo Padre
Os doy las gracias por vuestra visita, y también por este encuentro, que nos ayuda mucho a vivir nuestra fe en la unidad y en la esperanza de caminar juntos. Me complace recorrer con vosotros el camino de la unidad: el único camino que nos promete algo seguro, porque el camino de la división nos lleva a las guerras y a la destrucción. Y ante vosotros me gustaría repetir- especialmente ante ti, querido hermano, y ante todos vosotros- que la Iglesia católica jamás permitirá que de los suyos nazca una actitud de división. Nunca permitiremos que esto suceda; no lo quiero. En Moscú- en Rusia- solo hay un Patriarcado: el vuestro. Nosotros no tendremos otro. Y cuando algún fiel católico, sea laico, sacerdote u obispo, toma la bandera del uniatismo que ya no funciona, que se ha terminado, también es un dolor para mí. Hay que respetar a las Iglesias que se unieron a Roma, pero el uniatismo como camino de unidad hoy no funciona. En cambio me consuela cuando me encuentro con esto: la mano tendida, el abrazo fraternal, pensar juntos, y caminar. El ecumenismo se hace caminando. Caminamos. Algunos piensan- pero esto no es justo- que antes tiene que haber el acuerdo doctrinal, sobre todos los puntos de división y después, el camino. Esto no funciona con el ecumenismo, porque no se sabe cuándo habrá el acuerdo. Una vez oí a un hombre de la Iglesia, un hombre de Dios, que decía: “Yo sé el día en que se firmará el acuerdo doctrinal”. Le preguntaron “¿Cuándo?” – “El día después de la venida de Cristo glorioso”. Nosotros tenemos que seguir estudiando la teología, aclarando los puntos, pero mientras tanto caminemos juntos, no esperemos a que se solucionen estas cosas para caminar, no. Se camina y se hace también esto, pero caminar en la caridad, en la oración: como este ejemplo de las reliquias. Rezar juntos, los unos con los otros, en el diálogo. Esto hace bien. El encuentro con Su Santidad Kiryl me hizo bien, encontré a un hermano. Y ahora, espiritualmente, caminamos juntos.
Y para terminar, dos palabras. Una sobre el respeto de los católicos hacia vosotros, hermanos ortodoxos rusos: la Iglesia católica, las Iglesias católicas no tienen que meterse en los asuntos internos de la Iglesia ortodoxa rusa, ni tampoco en los asuntos políticos. Esta es mi actitud, la actitud de la Santa Sede hoy. Y los que se meten no obedecen a la Santa Sede. Esto por cuanto concierne a la política. En segundo lugar: la piedad. Es importante la oración los unos por los otros, así como la oración personal. Nosotros conocemos a nuevos hermanos y hermanas, así que también oración personal. Me gustaría deciros una cosa: cuando nos encontramos con el Patriarca, después, él me envió una reliquia de San Serafín. Yo tengo esa reliquia sobre mi mesilla, y por la noche, antes de irme a la cama, y por la mañana, cuando me levanto, la venero y rezo por nuestra unidad.
Muchas gracias. Recemos los unos para los otros. Bendigámonos los unos a los otros. Y sigamos juntos.
Gracias.
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