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Viaje Apostólico del Santo Padre Francisco a Chile y Perú (15 a 22 de enero de 2018) - Oración ante las reliquias de los santos peruanos en la catedral de Lima, 21.01.2018

Esta mañana, a las 10.00 hora local (16.00 horas en Roma), el Santo Padre Francisco fue a la Catedral de San Juan Apóstol y Evangelista para rezar ante  las reliquias de los santos peruanos.

A su llegada, el Capítulo Metropolitano dio la bienvenida al Papa a quien acompañaba  el  cardenal arzobispo de Lima,  Juan Luis Cipriani Thorne. Alrededor de 2.500 personas estaban presentes en la catedral entre sacerdotes, religiosos, seminaristas, miembros de movimientos eclesiales y agentes pastorales.

Después del canto de entradas y un homenaje floral por parte de una familia, el Papa Francisco se recogió en oración ante las reliquias de los santos peruanos.

Al final, después de la bendición, el Santo Padre fue  al arzobispado de Lima para encontrarse  con los obispos.

Publicamos a continuación la oración que el Papa pronunció ante las reliquias de los santos de Perú:

Oración del Santo Padre

Dios y Padre nuestro,
que por medio de Jesucristo
has instituido tu Iglesia
sobre la roca de los Apóstoles,
para que guiada por el Espíritu Santo
sea en el mundo signo e instrumento
de tu amor y misericordia,
te damos gracias por los dones
que has obrado en nuestra Iglesia en Lima.

Te agradecemos de manera especial
la santidad florecida en nuestra tierra.
Nuestra Iglesia arquidiocesana,
fecundada por el trabajo apostólico
de santo Toribio de Mogrovejo;
engrandecida por la oración,
penitencia y caridad de santa Rosa de Lima
y san Martín de Porres;
adornada por el celo misionero
de san Francisco Solano
y el servicio humilde de san Juan Macías;
bendecida por el testimonio de vida cristiana
de otros hermanos fieles al Evangelio,
agradece tu acción en nuestra historia
y te suplica ser fiel a la herencia recibida.

Ayúdanos a ser Iglesia en salida,
acercándonos a todos,
en especial a los menos favorecidos;
enséñanos a ser discípulos misioneros
de Jesucristo, el Señor de los Milagros,
viviendo el amor, buscando la unidad
y practicando la misericordia
para que, protegidos por la intercesión
de Nuestra Señora de la Evangelización,
vivamos y anunciemos al mundo
el gozo del Evangelio.