Publicamos a continuación las palabras que el Santo Padre ha improvisado dirigidas al grupo de personas que le esperaban fuera de la catedral antes del encuentro con los obispos de Dhaka.
Palabras del Santo Padre
Buenas tardes,
Les agradezco a todos los que están aquí presentes, líderes cristianos, laicos que trabajan en la dedicación del reino de Dios. Simplemente me dijeron que tengo que hacer un saludo y me viene una palabra para compartirla con ustedes. El Apóstol Pablo decía que dentro de sí sentía: «¡Ay de mí si no evangelizo!»
Nosotros queremos que se viva el Evangelio como una gracia, como un tesoro, y lo recibimos gratuitamente. Tenemos que pedir al Señor que nos dé la gracia de sentir eso mismo que sentía Pablo. Sentir ese fuego, ese ansia en el corazón para evangelizar. No se trata de hacer proselitismo, no. La Iglesia, Reino de Dios, no crece con proselitismo, crece con el testimonio. Se trata de mostrar con la palabra y la vida el tesoro que se nos regaló. Y eso es evangelizar. Yo vivo así, vivo esta palabra, y que los otros vean; pero no es hacer proselitismo.
Les agradezco lo que ustedes hacen, les agradezco el compromiso, les agradezco que muestren el regalo que Dios nos dio.
Y me atrevo a pedirles un favor: custodien el tesoro que Dios nos regaló en el Evangelio, y la mejor manera de custodiarlo es la gracia de Dios, por eso les pido que oren mucho, recen mucho para que venga esa gracia y les cuide el tesoro.
Y sigamos adelante caminando, haciendo ver este tesoro que nos regaló Dios gratuitamente y que debemos ofrecer a los demás gratuitamente. Y ahora, como hermanos, todos juntos, pidamos esta gracia los unos por los otros, rezando la oración que Jesús nos enseñó.
[Padre nuestro]
Que el Señor los bendiga y los proteja. Haga brillar su rostro sobre ustedes y les muestre su gracia. Les descubra su rostro y les conceda la gracia. Amén.
No os olvidéis de rezar por mí.