Catequesis del Santo Padre
Saludos en las diversas lenguas
La audiencia general ha tenido lugar esta mañana a las 9,35 en la Plaza de San Pedro donde el Santo Padre Francisco ha encontrado a los grupos de peregrinos y fieles procedentes de Italia y de todos los lugares del mundo.
El Papa ha iniciado hoy un nuevo ciclo de catequesis dedicado a la santa misa. Tras resumir su catequesis en diversos idiomas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes.
La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.
Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas: ¡buenos días!
Comenzamos hoy una serie nueva de catequesis, que se centrará en el "corazón" de la Iglesia, es decir en la eucaristía. Para nosotros, cristianos, es fundamental entender bien el valor y el significado de la santa misa para vivir cada vez más plenamente nuestra relación con Dios.
No podemos olvidar el gran número de cristianos que, en todo el mundo, a lo largo de dos mil años de historia, han resistido hasta la muerte para defender la eucaristía, ni tampoco a aquellos que, incluso hoy, arriesgan la vida para participar en la misa dominical. En el año 304, durante la persecución de Diocleciano, un grupo de cristianos del norte de África fue sorprendido mientras celebraba la misa en una casa y fue arrestado. El procónsul romano, en el interrogatorio, les preguntó por qué lo habían hecho, sabiendo que estaba absolutamente prohibido. Y ellos contestaron: "Sin el domingo no podemos vivir", que significaba: Si no podemos celebrar la Eucaristía, no podemos vivir, nuestra vida cristiana moriría.
Efectivamente, Jesús dijo a sus discípulos: "Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros ". El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día "(Jn 6,53 a 54).
Aquellos cristianos norteafricanos fueron asesinados porque celebraban la eucaristía. Nos dejaron el testimonio de que se puede renunciar a la vida terrena por la eucaristía, porque nos da la vida eterna haciéndonos partícipes de la victoria de Cristo sobre la muerte. Un testimonio que nos interpela y exige una respuesta sobre lo que significa para cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y acercarnos a la mesa del Señor. ¿Buscamos ese manantial del que brota "el agua viva " para la vida eterna?, ¿Qué hace de nuestra vida un sacrificio espiritual de alabanza y de acción de gracias y nos hace un solo cuerpo con Cristo? Este es el sentido más profundo de la santa eucaristía, que significa "acción de gracias": acción de gracias a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos atrae y nos transforma en su comunión de amor.
En las próximas catequesis me gustaría responder a algunas preguntas importantes sobre la eucaristía y la misa, para volver a descubrir, o a descubrir, cómo a través de este misterio de fe resplandezca el amor de Dios.
El Concilio Vaticano II estaba fuertemente animado por el deseo de que los cristianos comprendiesen la grandeza de la fe y la belleza del encuentro con Cristo. Por ese motivo, era necesario ante todo actuar, con la guía del Espíritu Santo, una adecuada renovación de la liturgia ya que la Iglesia vive y se renueva continuamente gracias a ella.
Un tema central que los Padres conciliares subrayaron es la formación litúrgica de los fieles, indispensable para una verdadera renovación. Y este es también el objetivo de este ciclo de catequesis que comenzamos hoy: crecer en el conocimiento del don que Dios nos ha dado en la eucaristía.
La eucaristía es un evento maravilloso en el que Jesucristo, nuestra vida, se hace presente. Participar en la misa "es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se presenta en el altar para ser ofrecido al Padre por la salvación del mundo".(Homilía en la misa, Casa Santa Marta, 10 de febrero de 2014). El Señor está allí, con nosotros, presente. Son tantas las veces que vamos allí, miramos las cosas, charlamos entre nosotros mientras el sacerdote celebra la eucaristía… ¡y no celebramos cerca de Él! ¡Pero es el Señor! Si hoy viniera aquí el Presidente de la República o alguien muy importante en el mundo, seguro que todos estaríamos cerca de él, que querríamos saludarlo. Pero piensa: Cuando vas a misa ¡el Señor está allí! Y tú estás distraído. ¡Es el Señor! Tenemos que pensarlo. “Padre es que las misas son aburridas…” Pero¡ qué dices! ¿El Señor es aburrido? –“No, no, la misa no, los curas”. –“Ah, que se conviertan los curas, pero el Señor es quien está allí”- ¿Entendido? No os olvidéis. “Participar en la misa es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor”.
Probemos ahora a formular algunas preguntas fáciles. Por ejemplo, ¿Por qué se hace el signo de la cruz y el acto de penitencia al comienzo de la Misa? Y aquí me gustaría hacer otro paréntesis. ¿Habéis visto cómo se persignan los niños? No sabes lo que hacen, si es el signo de la cruz o un dibujo… Hacen así (El Papa hace un gesto confuso). Hay que enseñar a los niños a persignarse bien. Así empieza la misa, así empieza la vida, así empieza la jornada. Quiere decir que hemos sido redimidos con la cruz del Señor. Mirad a los niños y enseñadles a persignarse bien. Y esas lecturas en la misa , ¿Por qué están allí? ¿Por qué los domingos hay tres lecturas y los demás días dos? ¿Por qué están allí? ¿Qué significado tiene la lectura de la misa? ¿Por qué se leen y qué tienen que ver ? O, ¿Por qué en un momento dado el sacerdote que preside la celebración dice: "Levantemos el corazón?" No dice: “¡Levantemos los móviles para sacar una foto! No, está muy mal. Y os digo que me pongo muy triste cuando celebro aquí en la Plaza o en la Basílica y veo tantos móviles levantados, no solamente por los fieles, sino también por algunos sacerdotes y también por obispos. Pero, ¡por favor! La misa no es un espectáculo: es ir a encontrar la pasión y la resurrección del Señor. Por eso el sacerdote dice: "Levantemos el corazón”. ¿Qué significa? Acordaos: Nada de móviles.
Es muy importante volver a los cimientos, redescubrir lo que es esencial, a través de lo que se toca y se ve en la celebración de los sacramentos. La petición del apóstol Santo Tomás (cf. Jn 20,25), de poder ver y tocar las heridas de los clavos en el cuerpo de Jesús, es el deseo de poder, de alguna manera, "tocar" a Dios para creer en El. Lo que Santo Tomás pide al Señor es lo que todos necesitamos: verlo y tocarlo para reconocerlo. Los sacramentos salen al encuentro de esta necesidad humana. Los sacramentos, y la celebración eucarística en particular, son los signos del amor de Dios, las formas privilegiadas de reunirse con él.
Así, a través de estas catequesis que empezamos hoy me gustaría redescubrir junto con vosotros la belleza que se esconde en la celebración eucarística, y que, una vez revelada, da pleno sentido a la vida de cada uno de nosotros. Nuestra Señora nos acompañe en este nuevo tramo del camino. Gracias.
Saludos en las diversas lenguas
Saludos en francés
Me complace saludar a los peregrinos francófonos de Bélgica, Suiza, Líbano, Francia y, sobre todo, a los jóvenes del Collège Fénelon-Sainte-Marie de París. A través de este nuevo ciclo de catequesis, el Señor puede ayudarnos a redescubrir el valor y el significado de la Santa Misa para vivir nuestra relación con Él más plenamente. ¡Dios os bendiga!
Saludos en inglés
Saludo a los peregrinos ingleses presentes en esta audiencia, especialmente los provenientes de Nueva Zelanda, Filipinas, Corea, Canadá y los Estados Unidos de América. Para todos vosotros y vuestras familias, invoco la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo.
Saludos en alemán
Me complace dar la bienvenida a los hermanos y hermanas procedentes de los países de habla alemana. Doy una cordial bienvenida al grupo Limburger Domsingknaben y les doy las gracias por su canto. La Eucaristía es la fuente de la vida de cada cristiano. Dejémonos transformar por esta presencia del amor del Señor. Os bendigo de todo corazón, así como a vuestros seres queridos.
Saludos en español
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Saludo a la delegación argentina. Pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros para que sintamos el deseo de conocer y amar más el misterio de la Eucaristía, sacramento del Cuerpo y la Sangre de su Hijo Jesús. Que el Señor los bendiga a todos. Muchas gracias.
Saludos en portugués
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua portuguesa, en particular, a los fieles de la diócesis de Santo Angelo, con el deseo de crecer más y más en el amor y la adoración de la Eucaristía, para que este sacramento siga plasmando vuestras comunidades en la caridad y la comunión, según el corazón del Padre ¡Os bendigo así como a vuestros seres queridos!
Saludos en árabe
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua árabe, especialmente a los procedentes del Medio Oriente. Queridos hermanos y hermanas, la Eucaristía es Jesús mismo que se nos da totalmente. Alimentarnos y morar en Él a través de la comunión eucarística transforma nuestras vidas en un don para Dios y para nuestros hermanos. Entremos en este dinamismo de amor y nos convertiremos, siguiendo el ejemplo de Jesús, en personas de paz, perdón y reconciliación. ¡El Señor os bendiga!
Saludos en polaco
Saludo cordialmente a todos los polacos. El próximo domingo, por iniciativa de la Conferencia Episcopal de Polonia y la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada, celebrareis la novena Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida, sosteniendo espiritual y materialmente a nuestros hermanos y hermanas en el Medio Oriente.¡ Muchas gracias! . Que vuestras oraciones y ofertas sean una ayuda concreta y una señal del vínculo con todos los que sufren en el mundo en nombre de Cristo. Para vosotros aquí presentes, y para los miembros de vuestras familias, en particular a la redacción y oyentes de Radio Katowice, en el minuto 90 de su actividad , imparto de todo corazón mi bendición.
Saludos en italiano
Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana.
Me complace recibir a los participantes en el Congreso Internacional de los Oblatos Benedictinos y de las Escuelas Carmelitas; a los Hermanos de las Escuelas Cristianas, con motivo del curso de formación y los Misioneros Verbitas, en su curso de renovación. Deseo a todos que este encuentro reavive la comunión con el ministerio universal del Sucesor de Pedro.
Saludo a las parroquias, especialmente la del Sagrado Corazón de Jesús en Andria y de San Michele en Minervino Murge, a la Asociación AVIS de Pianezza, eal grupo de oración Pro Fátima y Lourdes de Afragola a la Comunidad Terapéutica Fanelli de Castellamare di Stabia y al Grupo de Trabajadores Tempranos.
Saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. El recuerdo de hoy de los Santos Mártires, cuyas reliquias se guardan aquí en la basílica de San Pedro, incremente en vosotros, queridos jóvenes, la atención al testimonio cristiano incluso en los contextos difíciles; que a vosotros, queridos enfermos, os ayude a ofrecer vuestro sufrimiento para sostener a los muchos cristianos perseguidos. A vosotros, recién casados, os animo a confiar en la ayuda de Dios y no solamente en vuestras capacidades.