Publicamos a continuación el texto del mensaje del Santo Padre Francisco con motivo del National Day de la Santa Sede en la Exposición Internacional Expo 2017 de Astana (Kazajstán) dedicada al tema “Future Energy” (9 junio-10 septiembre 2017).
Mensaje del Santo Padre
Señor cardenal,
queridos hermanos obispos,
estimadas autoridades,
hermanos y hermanas,
Dirijo un cordial saludo a cuantos participan en el National Day de la Santa Sede en la Expo 2017 de Astana, extendiéndolo a todos los que de diversas maneras han contribuido a la preparación y al desarrollo de este evento, así como a sus numerosos visitantes.
Me alegra que Kazajstán acoja la Exposición Internacional dedicada al tema “Energía Futura” (Future Energy Энергия будущего). Es muy importante reflexionar con seriedad y responsabilidad sobre las formas en que, en los próximos años, la humanidad utilizará, también a través de tecnologías nuevas e innovadoras, los recursos energéticos que ha recibido en don, en herencia común. Todos somos conscientes de ello: de esas formas dependen tanto la salud del planeta como el bienestar de nuestras sociedades; un bienestar que debe entenderse de manera integral, no sólo como prosperidad económica o capacidad de consumo. Debemos, más bien, asegurarnos de que la energía se ponga al servicio de lo que nos hace mejores, de lo que hace florecer y fructificar nuestra humanidad que, por su naturaleza, lleva a la relación, a los demás, a la solidaridad , al amor.
Los recursos energéticos, por lo tanto, no deben ser dejados a merced de la especulación o convertirse en fuente de conflicto. Para ello necesitamos un diálogo amplio y sincero, a todos los niveles, en los diferentes sectores de nuestras sociedades. “Energía Futura” no es una tarea sólo para investigadores, tecnólogos o inversionistas: interpela también al mundo de la cultura, de la política, de la educación y de la religión. Al dirigirme a ustedes, que se encuentran en Kazajstán, no puedo por menos que pensar en la costumbre de diálogo y concertación entre las religiones que se está afirmando en ese país tan rico étnica, cultural y espiritualmente. Espero vivamente que las diversas religiones participen en este diálogo, y en este sentido me gustaría recordar lo que dije en la encíclica Laudato si’ : «Los textos religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas, tienen una fuerza motivadora que abre siempre nuevos horizontes [...].Los principios éticos que la razón es capaz de percibir pueden reaparecer siempre bajo distintos ropajes y expresados con lenguajes diversos, incluso religiosos."(n. 199). Por eso, es importante que cada uno descubra, en su fe, los motivos y los principios que hacen posible o, de todas formas, favorecen el compromiso, el coraje para mejorar y perseverar, la convivencia y la hermandad.
La manera en que utilizamos los recursos energéticos es un indicador de cómo estamos llevando a cabo la tarea que - de acuerdo con muchas tradiciones religiosas –Dios nos ha confiado para cuidar el planeta en el que vivimos y a nuestros hermanos en humanidad, lejanos o cercanos en el espacio y en el tiempo. Si utilizamos la energía de manera solidaria y sostenible, estamos cumpliendo bien esta tarea. De lo contrario, no. Nuestra dignidad misma está en juego; la justicia y la paz están en juego. Esta conciencia es la que la Santa Sede ha querido destacar con su propio pabellón en la Expo de Astana, titulado: “Energía para el bien común: Cuidar de nuestro hogar común" (Energy for the common good: Caring for our common home”/ Энергия для общего блага "Забота о нашем общем доме").
Dios Creador Todopoderoso nos ayude a conseguir de la Expo 2017 enseñanzas e inspiraciones que duren mucho tiempo y bendiga nuestro compromiso común para alcanzarlas.
Desde el Vaticano, 2 de septiembre de 2017
FRANCISCO