Vídeomensaje del Santo Padre Francisco a los peregrinos y al obispo de Gozo (Malta) con motivo de la inauguración de tres mosaicos en el santuario de la Virgen de Ta’ Pinu , 18.06.2017
Publicamos a continuación el texto del vídemensaje que el Santo Padre ha enviado a Mons. Mario Grech, obispo de la diócesis maltesa de Gozo, y a los peregrinos llegados al santuario de la Virgen de Ta’ Pinu, con motivo de la inauguración de tres mosaicos en la puerta central de la basílica.
Vídeomensaje del Santo Padre
Queridos peregrinos:
He aceptado con alegría la invitación para saludar a todos vosotros, llegados hoy al Santuario de la Virgen de Ta 'Pinu, donde en un gran abrazo de mosaicos os esperan Jesús y su Madre.
La imagen del atrio, que hoy inauguráis, pone ante nuestros ojos la belleza de una sencilla oración contemplativa, accesible a todos, grandes y pequeños: el Santo Rosario. Yo también a menudo rezo el rosario delante de un mosaico: un pequeño mosaico de la Virgen y el Niño, en el que parece que María esté en el centro cuando en realidad, sirviéndose de sus manos, Ella se convierte en una especie de escala a través de la cual Jesús puede bajar en medio de nosotros. El centro es siempre Jesús, que se abaja para caminar con nosotros, los hombres, para que podamos subir al cielo con Él.
En la oración del Rosario nos dirigimos a la Virgen María, para que nos acerque cada vez más a su Hijo, Jesús, para conocerlo y amarlo cada vez más. Y mientras repetimos "Ave María", meditamos los misterios, las etapas alegres, luminosas, dolorosas y gloriosas de la vida de Cristo, pero también de nuestra vida porque caminamos con el Señor. Esta sencilla oración, de hecho, nos ayuda a contemplar todo lo que Dios en su amor ha hecho por nosotros y por nuestra salvación, y nos hace darnos cuenta de que nuestra vida está unida a la de Cristo. Cuando rezamos, llevamos todo a Dios: el cansancio, las heridas, los miedos, pero también las alegrías, los regalos, los seres queridos ... todo a Dios . Cuando rezamos, dejamos que Dios entre en nuestro tiempo, para aceptar y transfigurar todo lo que vivimos. Utilizad a menudo esta poderosa herramienta que es la oración del Santo Rosario, porque lleva paz a los corazones,a las familias,a la Iglesia y al mundo.
Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. El Señor os bendiga y la Virgen Madre os proteja.
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