Palabras del Santo Padre a los miembros de la delegación de la diócesis de Ahiara (8 de junio), 10.06.2017
Publicamos a continuación las palabras que el Santo Padre Francisco ha dirigido a los miembros de la delegación de la diócesis de Ahiara durante la audiencia del 8 de junio
Palabras del Santo Padre
Saludo cordialmente a la delegación y os doy las gracias por haber venido desde Nigeria con espíritu de peregrinación. Para mí este encuentro es un consuelo porque estoy muy triste por el caso de la Iglesia en Ahiara.
La Iglesia, de hecho (y pido perdón por la palabra), está como en estado de viudedad por haber impedido que vaya el obispo. Me ha venido muchas veces a la memoria la parábola de los viñadores homicidas, de la que habla el Evangelio (cf. Mt. 21: 33-44) ... que quieren apropiarse de la herencia. En esta situación, la diócesis de Ahiara está como si no tuviera novio, y ha perdido su fertilidad y no puede dar fruto.
Quien se ha opuesto a la toma de posesión del obispo Okpaleke quiere destruir la Iglesia; esto no está permitido; tal vez no se da cuenta, pero la Iglesia está sufriendo y el Pueblo de Dios en ella. El Papa no puede ser indiferente.
Conozco muy bien los acontecimientos que desde hace años se vienen arrastrando en la diócesis, y agradezco la actitud de gran paciencia del obispo; digo de santa paciencia que ha demostrado. He escuchado y he reflexionado mucho, incluso sobre la idea de suprimir la diócesis; pero luego pensé que la Iglesia es madre y no puede dejar a tantos hijos como vosotros. Siento un gran dolor por aquellos sacerdotes que son manipulados, tal vez incluso desde el extranjero y desde fuera de la diócesis.
Creo que no se trata de un caso de tribalismo, sino de apropiación de la viña del Señor. La Iglesia es madre y el que la ofende comete un pecado mortal, es grave. Por eso he decidido no suprimir la diócesis. Sin embargo, deseo dar algunas indicaciones para comunicar a todos: En primer lugar hay que decir que el Papa está profundamente apenado, por lo tanto, pido que cada sacerdote o eclesiástico incardinado en la diócesis de Ahiara, ya sea residente, ya sea que trabaje en otro lugar, incluso en el extranjero, me escriba una carta en que pida perdón; todos deben escribir individual y personalmente; todos debemos sentir este dolor común.
En la carta
1. Se debe manifestar claramente la total obediencia al Papa, y
2. El que escribe la carta debe estar dispuesto a aceptar al obispo que el Papa envía y al obispo nombrado.
3. La carta debe ser enviada dentro de 30 días a partir de hoy hasta el próximo 9 de julio. El que no lo haga ipso facto será suspendido a divinis y decaerá de su cargo.
Esto parece muy duro, pero ¿por qué lo hace el Papa? Porque el pueblo de Dios está escandalizado. Jesús recuerda que el que escandaliza, debe atenerse a las consecuencias. Tal vez alguno ha sido maniobrado sin tener un conocimiento pleno de la herida infligida a la comunión eclesial.
A vosotros, hermanos y hermanas, gracias de todo corazón por vuestra presencia, así como al cardenal Onaiyekan por su paciencia y al obispo Okpaleke, del que admiro, además de la paciencia, la humildad. Gracias a todos .
Succssivamente el cardenal Onaiyekan ha dado las gracias al Santo Padre. El cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha solicitado al Santo Padre, que ha aceptado la petición, de que al final de este caso la diócesis de Ahiara, con su obispo, efectúe una peregrinación a Roma y encuentren al Santo Padre.
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