Publicamos a continuación la carta que el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ha enviado - en nombre del Santo Padre Francisco - al Presidente del Instituto G. Toniolo de Estudios Superiores, el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, con motivo de la 93 º de la Universidad Católica, que se celebra hoy y cuyo tema es :”Estudiar el mundo ya es cambiarlo”
Carta del Cardenal Secretario de Estado
Señor Cardenal:
No son pocas las circunstancias que nos empujan a mirar con atención particular y renovada a los jóvenes. En ellos se refleja de una manera relevante, con implicaciones preocupantes y a veces dramáticas la crisis económica y social de nuestro tiempo, que también lleva aparejado un cierto desamparo humano y espiritual. La incertidumbre del futuro, la precariedad y, a menudo, la falta de trabajo, la consiguiente movilidad, las dificultades que enfrentan para entrar en la vida social y en concretar proyectos de vida familiar, hacen más frágiles y desorientan a las nuevas generaciones. Pero a pesar de estos elementos críticos, los jóvenes siguen siendo portadores de una gran carga de esperanza y constituyen un potencial formidable para la construcción de un futuro mejor.
A ellos, con el ejemplo de Jesús que sigue posando en ellos su mirada llena de confianza y ternura (cf. Mt 19.16 a 22), se dirige constantemente la Iglesia con innumerables iniciativas pastorales y educativas. Esta atención hoy es más fuerte y decisiva gracias a la decisión del Santo Padre de abordar en el próximo Sínodo el tema "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional". Esta iniciativa tiene como objetivo reafirmar la cercanía y el afecto de toda la comunidad eclesial a las nuevas generaciones y al mismo tiempo identificar con ellos y para ellos las formas de hacerlos protagonistas de la vida eclesial y social.
Al comunicar a los jóvenes este importante evento eclesial (cf. Carta a los jóvenes 13 de enero de 2017), el Santo Padre invita a profundizar en la fe que, desde Abraham hasta el día de hoy, nos empuja a salir hacia una nueva tierra.
"¿ Dicha tierra,- pregunta el Papa a los jóvenes- ¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?".
A pesar de todo, en los jóvenes es fuerte el deseo de no ser espectadores y el Santo Padre les insta a no ahogar el grito que se levanta de su conciencia. "Ese grito - subraya el Papa - nace de un corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia”.
Sólo un atento discernimiento puede ayudar a los jóvenes a enfrentar desafíos tan grandes y exigentes. Pero un discernimiento como ese, que afecta a todos los ámbitos de la vida, tiene que ir acompañado y apoyado tanto de la pastoral ordinaria en las comunidades y asociaciones eclesiales como de instituciones capaces de garantizar una alta y cualificada formación científica, cultural y espiritual.
En este contexto, juegan un papel principal las universidades católicas, que tiene confiada la misión de preparar a jóvenes capaces de plasmar con los recursos intelectuales, con la generosidad del corazón y la fuerza del Espíritu, sus vidas y la trayectoria futura de la humanidad. Por lo tanto, es todavía más importante y decisiva la contribución que ofrece hoy la Universidad Católica del Sagrado Corazón y el Instituto Toniolo de Estudios Superiores, como entidad fundadora y garante. Al continuar desarrollando con fidelidad y creatividad, la fructífera iniciativa del padre Agostino Gemelli y sus colaboradores, el Ateneo de los católicos italianos se presenta cada vez más como un punto de referencia para tantos jóvenes deseosos de aportar su contribución a una sociedad más justa, abierta y solidaria.
Por lo tanto, se debe fomentar el compromiso de toda la comunidad eclesial italiana para apoyar esta institución académica tan importante, incluso a través de la celebración de la Jornada Nacional de la Universidad Católica, que llega este año a su 93ª edición. El tema "Estudiar el mundo ya es cambiarlo", elegido para la celebración del domingo, 30 de abril ofrece a todos la oportunidad de reflexionar sobre la relevancia del estudio y la formación integral de la persona para incidir en los cambios actuales y contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos.
Este es el sentido profundo de los estudios universitarios y de un momento particularmente significativo para el discernimiento personal y comunitario. " En cualquier entorno, especialmente en el universitario –recordaba el Papa hablando recientemente en un ateneo romano- es importante leer y enfrentar este cambio de época con reflexión y discernimiento, es decir sin prejuicios ideológicos, sin miedos o fugas." Tal discernimiento es ayudado por el hecho de que "la universidad es un lugar privilegiado en el que se forman las conciencias, en una estrecha confrontación entre las exigencias del bien, de la verdad y la belleza, y la realidad con sus contradicciones." (Discurso en la Universidad de Roma Tre, 17 de de febrero de 2017) .
Esa confrontación, ardua y estimulante, encuentra en la Universidad Católica del Sagrado Corazón un entorno privilegiado, capaz de ofrecer a los jóvenes una educación sólida desde un punto de vista científico y rica de valores desde un punto de vista humano y espiritual . Para que se pueda seguir apoyando a los estudiantes meritorios, pero con menos recursos, tampoco faltará en esta ocasión, la contribución que el Santo Padre ha decidido asignar a este benemérito Instituto de Estudios Superiores. Su Santidad asegura su cercanía y su apoyo paterno y, mientras pide ser recordado en las oraciones, imparte de corazón una especial bendición a su Eminencia, al Rector Magnífico, al Asistente Eclesiástico General, a los miembros del Instituto Toniolo, a los ilustres profesores, al personal técnico y administrativo y a todos los estudiantes.
Uno mis votos personales y aprovecho esta oportunidad para brindar mis mejores deseos a su Eminencia Reverendísima