Esta mañana, a las 11.00, ha tenido lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede una conferencia de prensa para presentar la Carta del Santo Padre Francisco para el IX Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará del 21 al 26 de agosto en Dublin, Irlanda, dedicada al tema: El Evangelio de la Familia: alegría para el mundo”.
Han intervenido el Em.mo cardenal Kevin Joseph Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y S.E. Mons. Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín (Irlanda).
Publicamos a continuación las intervenciones:
Intervención del cardenal Kevin Joseph Farrell
El IX Encuentro Mundial de las Familias se llevará a cabo en Dublín del 21 al 26 de agosto de 2018. La Carta del Santo Padre, que se hace pública hoy, confirma la fecha y el tema "El Evangelio de la familia: alegría para el mundo". El primer punto de referencia indicado por el Papa es que este encuentro pueda ofrecer a las familias de todo el mundo la oportunidad de “profundizar en la reflexión y la compartición de los contenidos de la Exhortación Apostólica postsinodal Amoris Laetitia.".
La Iglesia en Dublín ya está manos a la obra, como escucharéis dentro de poco. Pero me gustaría hacer hincapié en que la preparación de este gran evento es tan importante en todas las diócesis y parroquias como la celebración final en Irlanda. Así es como, efectivamente, el evento puede incidir realmente en la vida familiar, eclesial, cultural y social, mostrando visiblemente la intensa comunión de todo el Pueblo de Dios y de todas las familias cristianas en torno al Papa. En esta preparación un instrumento de ayuda son las "catequesis" de las que se hablará en breve, así como el programa del IX Encuentro y del Congreso Teológico-Pastoral en los tres primeros días.
Me gustaría ahora, sin embargo, llamar su atención sobre el contenido de la Carta del Santo Padre. Francisco escribe: ": ¿ El Evangelio sigue siendo alegría para el mundo? Y también: “¿ La familia sigue siendo una buena noticia para el mundo de hoy?”.
Es fácil ver la compenetración entre evangelio, familia y mundo de hoy: la familia saca fuerzas y alegría del Evangelio, la familia evangelizada hace llegar al mundo vez la buenas nueva del amor misericordioso del Padre. El Papa abre su corazón y confiesa su sueño de pastor universal " una Iglesia en salida, no autorreferente, una Iglesia que no pase lejos de las heridas del hombre, una Iglesia misericordiosa que anuncie el corazón de la revelación de Dios Amor que es la Misericordia.". Y la Iglesia será así y hará así en la medida en que las familias cristianas sean " lugares de misericordia y testigos de misericordia ".
Nuestro dicasterio y la arquidiócesis de Dublín solicitan el protagonismo activo de todas las comunidades eclesiales y de los responsables pastorales en los distintos niveles para que cada experiencia se recoja y circule, incluso a través de los medios de comunicación; esto mejorará la belleza y la alegría de la familia con la esperanza de que en Dublín el plan de Dios sobre la familia puede manifestarse en el mundo de hoy como lo que realmente es: un gran ""sí" a toda la creación y al corazón de la misma, que es el hombre. Es el "sí" de Dios a la unión entre el hombre y la mujer, abierta a la vida y al servicio de ella en todas sus fases; "( de la Carta del Papa).
Intervención de S.E. Mons. Diarmuid Martin
Personas procedentes de los contextos más diversos están fascinadas por el Papa Francisco. Incluso aquellos que no pertenecen a la Iglesia aprecian su deseo de estimular una verdadera renovación de la Iglesia y le desean que tenga éxito en su aspiración.
¿Qué inspira a Francisco en su deseo de renovación? Existe el peligro de que cada persona trate de imponer su propia idea personal que no es realmente esa visión de renovación auténtica del Papa .
En la Carta de Convocatoria del Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Dublín en 2018, y que se publica hoy, Francisco explica como sueña la Iglesia:
"Sueño con una Iglesia en salida, no autorreferente, una Iglesia que no pase lejos de las heridas del hombre, una Iglesia misericordiosa que anuncie el corazón de la revelación de Dios Amor que es la Misericordia."
Francisco ha expresado estas ideas en muchas otras ocasiones. Son evidentes en el breve discurso a los cardenales en los días antes del cónclave que lo eligió. La novedad de la Carta de Convocatoria es el énfasis en el papel central que la familia está llamada a desempeñar en la realización de este gran sueño de renovación del Papa.
La familia está llamada a ser el lugar de encuentro con esa misericordia divina que sana y libera. La familia está llamada a ser el lugar donde los cónyuges se aman de una forma no vagamente romántica, sino dentro de las realidades y dificultades diarias. Vivir el amor en la familia implica que sus miembros sepan cómo darse con generosidad, sepan perdonar, sepan cómo no perder nunca la paciencia, sino , al contrario, cómo tender la mano y comprender al otro respetándose mutuamente.
La visión del Papa de la misión de la familia no trata de ocultar el hecho de que las familias se enfrentan a retos, debilidades, flaquezas, incluso fracasos. Las familias necesitan una Iglesia que esté cerca de ellas, que las acompañe en un proceso de discernimiento e integración para ayudarlas a responder con un 'sí' al amor divino.
El Encuentro Mundial de las Familias en Dublín no pretende ser sólo un acontecimiento de paso, una celebración fugaz de los ideales de la vida familiar. Se trata, en cambio, de un momento en que toda la Iglesia está llamada a profundizar la reflexión sobre la enseñanza de la Amoris Laetitia; un momento en que el amor cotidiano de maridos y mujeres y el amor cotidiano de los padres por sus hijos pueda ser reconocido como un recurso fundamental para la renovación de la Iglesia y de la sociedad. La Iglesia debe ser un lugar donde las personas cuyo matrimonio está en dificultades o incluso está fracasando, no se sientan juzgadas con dureza, sino que puedan experimentar el fuerte abrazo del Señor que puede aliviarlas, para recomenzar a realizar sus sueños, aunque sólo sea de manera imperfecta.
La celebración de Dublín en agosto de 2018 estará precedida de una amplia catequesis sobre el significado del amor conyugal y familiar y sobre el papel de la familia en la sociedad. Será un tiempo de renovación para la Iglesia en Irlanda con una amplia participación de los fieles laicos. Será un momento en que el papel de la familia se podrá entender más profundamente. Será una ocasión en la que las familias podrán recobrar la confianza en la realización de su misión en el contexto de una Iglesia que es misericordiosa, y que las acompaña en los altibajos de sus vidas.
La Iglesia en Irlanda – sobre todo mi archidiócesis de Dublín - es consciente del privilegio asignado por el Papa Francisco, pero también es consciente del reto que el Papa le ha confiado pidiéndole que organizase un evento de esta magnitud. Es un reto no sólo en términos de organización de un gran evento mundial, sino también un reto para recordar, en una sociedad moderna como la irlandesa, con su compleja combinación de fe y secularización, cuánto sea importante la familia para el futuro de Irlanda y para la sociedad en general, especialmente en Europa.