Reproducimos a continuación las palabras dirigidas por el Santo Padre a los asistentes de la Caritas durante su visita a la parroquia de Santa María Josefa del Corazón de Jesús

Francisco:

Gracias por lo que hacéis. Vuestro  trabajo consiste en acercaros a las personas que tienen alguna necesidad, y no solamente en darles algo, sino en escucharlas: el apostolado del oído. A veces, uno puede pensar:  "Pero es molesto… es escuchar tanto dolor, cuando falta lo necesario para comprar medicamentos, cuando no hay comida ...

(Un hombre)

Santo Padre, la Limosnería nos manda muchas ayudas de su parte. Su envía muchas ayudas.

(Una mujer )... Es una parroquia que tiene tantas necesidades …

Francisco:

... Tanta ternura ...

(Una mujer)

Hacemos todo lo que podemos , sin desfallecer.

Francisco:

¡Adelante ! ... ¡Pero no os enfadéis  entre vosotros!

Pensad:  Cuando una persona viene a pedir ayuda, una señora,  un señor o cualquier persona, esa persona es Jesús. Porque también Jesús tuvo que pedir ayuda cuando era un refugiado en Egipto..Es Jesús el que tiene necesidad en esa persona .. "Pero es una persona que habla mal, que no va a la iglesia, que no cree en Dios ...". Pero es Jesús. Y vuestra  oración agranda el corazón y la fe: Es Jesús está conmigo, Jesús está conmigo hoy. Y este paquete se la doy a Jesús. Y esta sonrisa se la doy a Jesús. Este es vuestro camino de santidad. Si lo hacéis, seréis santos. ¡Todos¡ Es  fácil. Pero no os olvidéis: es Jesús el que llama a la puerta.  Os  bendigo, pero antes vamos a rezar a la Virgen, para que  interceda por todos nosotros y por vosotros. Ave María ...

Después de la bendición, el Papa reiteró: “Y recordad: cada persona que viene es Jesús.¿Esa buena persona es Jesús? Sí. ¿Esa persona no  tan buena es Jesús? Sí. Para mí, es Jesús.  Debo recibirlo como Jesús. Esa mujer que tiene la lengua de una serpiente, ¿es Jesús? Sí. Y yo, con mi afecto y mi amor, hago que su lengua pierda el veneno, y no hable mal.  Pero siempre es la ternura, el amor, porque cada persona necesitada es Jesús  que llama a la puerta de mi corazón. Y rezad por mí: También yo  llamo a la puerta de vuestro corazón y pido oraciones. No pido un paquete, pero pido oraciones, algún rosario ... Gracias!”

El Papa se despidió de los parroquianos dándoles de nuevo las gracias por haber ido a rezar juntos “ a rezar por todo el barrio, por la parroquia. Saludo a todos vosotros fieles católicos y también a los musulmanes y pido para todos la bendición del Señor. También saludo a los que hubieran querido venir hoy pero no les ha sido posible. Y ahora, un minuto de silencio y os doy la bendición. Recemos juntos a la Virgen. Ave María…”