El Papa Francisco ha bendecido esta mañana una imagen de bronce de la Virgen de Aparecida, patrona de Brasil, que a partir de hoy permanecerá en los Jardines Vaticanos. Autores de la iniciativa han sido la embajada de Brasil ante la Santa Sede y la arquidiócesis de Aparecida cuyo arzobispo, el cardenal Raymundo Damasceno Assis lo había anunciado ya en 2014, al margen de los trabajos del Sínodo sobre la Familia.
La colocación de la imagen se produce poco antes de la celebración del tercer centenario, en 2017, del descubrimiento de la imagen original en las aguas del río Paraíba do Sul. Como se recordará, el Santo Padre poco después de su elección visitó Brasil con ocasión de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en Río de Janeiro y, en el contexto de ese viaje, celebró una misa en el santuario de Aparecida y consagró el país a Nuestra Señora, anticipando su posible regreso a Brasil en 2017, con motivo del décimo aniversario de la quinta conferencia general de los episcopados de América Latina y del Caribe, como escribían estos días algunos medios informativos brasileños.
La estatua de los Jardines Vaticanos narra el descubrimiento de la imagen, cuando en 1717 tres pescadores fueron encargados de proporcionar el pescado para el banquete del conde de Assumar, que se habría detenido en la aldea de Giaratinguetá durante un viaje. Los pescadores fueron al río Paraíba y tras varios intentos desafortunados arrojaron las redes en la zona de Porto Itaguacu y uno de ellos encontró enredada en ellas una estatua de la Virgen sin cabeza; volvió a arrojarlas y esta vez también recogió la cabeza de la imagen. Poco después las redes se llenaron de pescado.
Durante 15 años la imagen permaneció en casa de uno de los pescadores, Felipe Pedroso, y los vecinos iban allí a rezar el rosario. La devoción comenzó a difundirse y algunas personas que habían rezado ante la imagen, afirmaron que se les habían concedido las gracias pedidas. A partir de ahí el culto se difundió en todo Brasil.
Descubriendo esta mañana la imagen el Papa ha manifestado su alegría por la presencia en los Jardines de la estatuilla y recordando su intención de regresar a Brasil en 2017 ha afirmado que no sabía si sería posible pero que, por lo menos, tenía a Nuestra Señora de Aparecida cerca.
“Os invito a rezar para que ella siga custodiando a todo Brasil –dijo- a todo el pueblo brasileño, en este momento triste; que custodie a los más pobres, a los descartados, a los ancianos abandonados, a los niños de la calle; que custodie a los descartados y puestos en manos de los explotadores de todo tipo; que salve a su pueblo con la justicia social y con el amor de Jesucristo, su Hijo. Pidamos, con amor, por todo el pueblo brasileño, que ella, la Madre, bendiga. La encontraron unos pobres trabajadores; que hoy la encuentren todos, de forma especial los que necesitan trabajo, educación, los que están privados de la dignidad”.
Después de rezar con los presentes un Ave María y de entonar con ellos el canto de Aparecida, Francisco impartió la bendición.