Menores migrantes, vulnerables y sin voz es el tema elegido por el Santo Padre para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que se celebra el 15 de enero de 2017, como informa en un comunicado publicado hoy el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, haciendo hincapie en que la migración es un fenónemo mundial, no solamente europeo o mediterráneo, ya que afecta a todos los continentes y no atañe exclusivamente a las personas en busca de trabajo o de mejores condiciones de vida, sino también a los adultos y menores que huyen de auténticas tragedias.
“Es necesario –dice el texto- garantizar que en cada país los migrantes que llegan a él y sus familias gocen del respeto pleno de sus derechos. La preocupación más grande es la suscitada por la condición de los menores en el contexto de la migración internacional. Efectivamente, los niños y las mujeres representan las categorías más vulnerables dentro de este gran fenómeno y los menores son los más frágiles, a menudo hasta invisibles, porque carecen de documentos o no tienen quien les acompañe.
Con el tema “Menores migrantes, vulnerables y sin voz” el Santo Padre quiere poner en el centro de la atención a los más pequeños entre los pequeños. A menudo los niños llegan solos al país de destino, no consiguen hacerse oír y se convierten con facilidad en víctimas de graves violaciones de los derechos humanos.
En ocasión de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado se publicará, como es habitual, un mensaje pontificio.
Esta jornada tiene su origen en la circular “El dolor y la preocupación” que la Sagrada Congregación Consistorial mandó el 6 de diciembre de 1914 a los Ordinarios diocesanos italianos en la que se solicitaba, por primera vez, la institución de una jornada anual de sensibilización sobre el fenómeno de la migración y también para organizar una colecta en favor de las obras pastorales para los emigrantes italianos y la formación de los misioneros de emigración. La consecuencia de aquella misiva fue la celebración, el 21 de febrero de 2015, de la primera Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado”.