El Papa, al final de la audiencia general, manifestó de nuevo su pesar por los atentados de ayer en Bruselas y lanzó un llamamiento para que todas las personas de buena voluntad se unieran en la condena unánime de esa crueldad.

“He seguido con el corazón dolorido las tristes noticias de los atentados terroristas cometidos ayer en Bruselas que han causado numerosas víctimas y heridos -dijo- Aseguro mi oración y mi cercanía a la querida población belga, a todos los familiares de las víctimas y a todos los heridos. Dirijo de nuevo un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para que se unan a la condena unánime de estos abominios crueles que están produciendo solamente muerte, terror y horrores. Pido a todos que perseveren en la oración y pidan al Señor, en esta Semana Santa, que consuele los corazones afligidos y convierta los corazones de estas personas cegadas por el fundamentalismo cruel, por la intercesión de la Virgen María”.

Francisco invitó a todos los presentes a rezar un Ave María y después añadió: “Y ahora, en silencio, recemos por los muertos, por los heridos, por sus familias y por todo el pueblo belga”.