DIÁLOGO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
CON LA TRIPULACIÓN DE LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL
Salita del Aula Pablo VI
Jueves, 26 de octubre de 2017
Santo Padre:
¡Good morning you all!
Paolo Nespoli:
Su Santidad, buenos días. Bienvenido a la Estación Espacial Internacional, entre nosotros, entre la tripulación de la expedición 52 y 53.
Santo Padre:
Buenos días ... o buenas noches ... por qué, cuando estás en el espacio, nunca se sabe. Querido Sr. Nespoli, queridos astronautas, pienso que allí en la Estación Espacial, los días pasen de forma distinta ¿verdad? Gracias a vosotros y a los que han organizado esta conexión, que me da la oportunidad de “encontraros” y haceros algunas preguntas. Comienzo enseguida con la primera.
(Pregunta 1) La astronomía nos lleva a contemplar los horizontes infinitos del universo, y despierta en nosotros la pregunta: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Le pregunto, Sr. Nespoli: a la luz de sus experiencias en el espacio, ¿Qué piensa sobre el lugar del hombre en el universo?
Paolo Nespoli:
Santo Padre, es una pregunta compleja. Me siento una persona técnica, un ingeniero, me siento a gusto entre las máquinas, entre los experimentos; pero cuando hablamos de estas cosas mucho más interiores: “¿De dónde venimos?”, también yo siento perplejidad. Es un discurso muy delicado. Creo que nuestro objetivo aquí sea conocer nuestro ser, para ampliar nuestro conocimiento, para entender lo que nos rodea. Y, entre otras cosas, es algo interesante, porque cuanto más sabemos, más nos damos cuenta de que sabemos poco. Me encanta que la gente como Usted, no sólo los ingenieros, no sólo los físicos, sino personas como Usted ―teólogos, filósofos, poetas, escritores...― puedan venir aquí, en el espacio, y esto es sin duda el futuro, me gustaría que vinieran aquí para explorar lo que significa tener un ser humano en el espacio.
Santo Padre:
Es verdad lo que Usted dice.
(Pregunta 2) En esta sala de la que os hablo, hay ―como veis― un tapiz artístico inspirado en el famoso verso que concluye la Divina Comedia de Dante: «El amor que mueve el sol y otras estrellas» (Paraíso XXXIII, 145 ). Os pregunto: ¿Qué sentido tiene para vosotros, que sois todos ingenieros y astronautas, como Usted ha dicho, ¿Qué sentido tiene llamar “amor” a la fuerza que mueve el universo?
Paolo Nespoli:
Santo Padre, quisiera darle la palabra a mi colega ruso Aleksandr Misurkin, quien se dirigirá a usted en ruso.
[Misurkin responde en ruso]
Paolo Nespoli:
Santo Padre, espero que no le hayamos sorprendido con el ruso. ¿Tiene la posibilidad de tener una traducción allí o es mejor que sinteticemos nosotros rápidamente?
Santo Padre:
Es mejor sintetizar rápidamente.
Traduce Paolo Nespoli:
Mi colega Aleksandr ha dado una respuesta muy bonita en ruso, que ahora traduciré, algo rápidamente. Se refiere a un libro que está leyendo estos días aquí arriba, para reflexionar, El principito de Saint-Exupéry. Se refiere a la historia de que da o daría de buena gana su propia vida para regresar y salvar plantas y animales en la tierra. Y, básicamente, el amor es esa fuerza que te da la capacidad de dar tu vida a otra persona.
Santo Padre:
Me gusta esta respuesta. Es cierto, sin amor, no puedes dar tu vida por otra persona. Eso es verdad Se ve que ha entendido el mensaje que explica tan poéticamente Saint-Exupéry y que vosotros, los rusos, lleváis en la sangre, en vuestra tradición tan humanista y tan religiosa. Es muy hermoso. Gracias
(Pregunta 3) Esta es una curiosidad. Dicen que las mujeres son curiosas, ¡pero los hombres también somos curiosos! ¿Qué os llevó a ser astronautas? ¿Qué es lo que más os gusta durante el tiempo que pasáis en la estación espacial?
Paolo Nespoli:
Santo Padre, dejaría el micrófono a dos colegas: el colega ruso Sergey Ryazanskiy y el colega estadounidense Randy Bresnik.
[Ryazansky responde en inglés]
Traduce Paolo Nespoli:
Sergey dijo que su inspiración fue su abuelo. Su abuelo fue uno de los primeros pioneros del espacio; trabajó en el satélite Sputnik, el primer satélite que voló sobre la Tierra. Fue uno de los responsables de la construcción del satélite, y él se inspiró en su abuelo, quiso seguir sus pasos, porque según él el espacio es interesante y bonito, pero también es muy importante para nosotros, como seres humanos.
[Bresnik responde en inglés]
Traduce Paolo Nespoli:
Lo que veo aquí es una perspectiva increíble: es la capacidad de ver la Tierra un poco con los ojos de Dios, y ver la belleza y la incredibilidad de este planeta.
[Bresnik continúa en inglés]
Traduce Paolo Nespoli:
A nuestra velocidad orbital de 10 km por segundo, vemos la Tierra a través de otros ojos. Vemos una tierra sin fronteras, vemos una tierra donde la atmósfera es muy delgada y débil, y ver la Tierra de esta manera permite pensar como seres humanos, cómo deberíamos todos trabajar juntos y colaborar para un futuro mejor.
Santo Padre:
En esta respuesta, me gustó realmente lo que ustedes dos dijeron. Usted, el primero, ha vuelto a sus raíces para explicarlo: fue a su abuelo. Y Usted, que es de América, ha logrado comprender que la Tierra es demasiado frágil, es un momento pasajero: 10 km por segundo, dijo el Sr. Nespoli... Es una realidad muy frágil y sutil, por lo que puede ser destruida. Y Usted, precisamente fue a mirar con los ojos de Dios. El abuelo y Dios: las raíces y nuestra esperanza, nuestra fuerza. Nunca hay que olvidar las raíces: ¡Me hace bien escuchar esto y escucharlo de ustedes! Gracias
(Pregunta 4) Me gustaría hacer otra pregunta: viajar al espacio cambia muchas cosas que damos por sentadas en la vida cotidiana, como la idea de “arriba” y “abajo”. Os pregunto: ¿hay algo en particular que os haya sorprendido viviendo en la Estación Espacial? Y, al contrario, ¿hay algo que os haya sorprendido porque también lo habéis sentido confirmado allí, en un contexto tan diferente?
Paolo Nespoli: Gracias, Santo Padre, por esta pregunta. . Me gustaría dejar la palabra al colega estadounidense Mark Vande Hei
[Vande Hei responde en inglés]
Traduce Paolo Nespoli:
Mark dice que lo que ha sorprendido es que en el espacio se encuentran cosas completamente diferentes que parecen las mismas, pero no son reconocibles. De vez en cuando me acerco a algo desde un punto completamente diferente y en un primer momento me siento desconcertado, porque no puedo averiguar dónde está, o entender lo que es. Lo que no ha cambiado, sin embargo, es que incluso aquí, donde no hay “arriba” y “abajo”, para lograr entender dónde estoy y encontrarme en esta situación tengo yo que decidir dónde está el “arriba” y donde el “abajo”. Y, por lo tanto, establecer mi micro-cosmos, mi micro-universo, con mis sentidos y mis puntos de referencia.
Santo Padre:
Y esto es algo distintivamente humano: la capacidad de decidir, de decisión. Me parece interesante la respuesta, ya que también va a las raíces humanas.
(Pregunta 5) Y ahora, si tenéis la amabilidad de escuchar, os haré otra pregunta. Nuestra sociedad es muy individualista y, en cambio, en la vida es esencial la colaboración. Pienso en todo el trabajo que hay detrás de una empresa como la vuestra. ¿Me podéis dar algún ejemplo significativo de colaboración en vuestra estación espacial?
Paolo Nespoli:
Santo Padre, muy buena pregunta. Me gustaría pasar la cuestión al colega estadounidense Joseph Acaba, que es de ascendencia portorriqueña.
Joseph Acaba:
Santo Padre, es un gran honor hablar con Usted ... [continúa en inglés]
Traduce Paolo Nespoli
Joe ha recordado que para esta estación hay una cooperación entre diferentes naciones del mundo: Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá, nueve países europeos ... Y ha hecho hincapié en que estos países están trabajando juntos para conseguir algo que está por encima de cada uno de ellos. Pero una de las cosas importantes e interesantes que ha dicho es que cada uno de nosotros aporta una diversidad y estas diferencias ensamblan un conjunto mucho mayor de lo que sería la persona sola; y trabajar así juntos, con este espíritu de colaboración para ir más lejos, es el camino para nosotros, como seres humanos, para salir del mundo y continuar este viaje en el conocimiento.
Santo Padre
¡Sois un pequeño “Palacio de Crista ”! El todo es mayor que la suma de las partes, y este es el ejemplo que nos dais.
Muchas gracias, queridos amigos, yo diría, queridos hermanos, porque os sentimos como representantes de toda la familia humana en ese gran proyecto de investigación que es la Estación Espacial. Muchas gracias por este coloquio, que me ha aportado mucho. El Señor os bendiga, bendiga vuestro trabajo y a vuestras familias. Os aseguro: rezaré por vosotros; y vosotros, por favor rezad por mí. Gracias .
Paolo Nespoli:
Santo Padre, en nombre de todos quiero darle las gracias por haber estado hoy con nosotros en la Estación Espacial Internacional. Es un lugar donde investigamos mucho, donde buscamos cosas cotidianas. Gracias por estar con nosotros, por habernos llevado más arriba y por sacarnos de esta mecánica cotidiana, por hacernos pensar en cosas más grandes que nosotros. ¡Gracias de nuevo!
Santo Padre:
¡Gracias a vosotros!
Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 26 de octubre de 2017.
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