Index   Back Top Print

[ EN  - ES  - IT  - PT ]

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL IV CONGRESO EUROPEO DE PASTORAL JUVENIL

[ROMA, 11-13 DE DICIEMBRE DE 2014]

[Multimedia]


 

Al venerado hermano
señor cardenal Stanisław Ryłko
presidente del Consejo pontificio para los laicos

Le dirijo mi cordial saludo a usted, a los obispos, a los responsables nacionales y a los jóvenes reunidos durante estos días en Roma para el iv Congreso europeo de pastoral juvenil, organizado por el Consejo pontificio para los laicos en colaboración con el Consejo de Conferencias episcopales de Europa sobre el tema: Una Iglesia joven, testigo de la alegría del Evangelio.

Después de tres encuentros de los años noventa, volvéis a «caminar juntos por los caminos de Europa». Os invito a tener presente que, a lo largo del camino, mientras conversamos y discutimos juntos, Jesús en persona se acerca y camina con nosotros (cf. Lc 24, 15). Como los discípulos de Emaús, dejemos que Él nos abra los ojos para reconocerlo, ayudándonos a encontrar en Él mismo el sentido de esta difícil pero apasionante etapa de la historia que se nos concede vivir juntos.

Vosotros, que trabajáis en el campo de la pastoral juvenil, realizáis una tarea valiosa para la Iglesia. Los jóvenes tienen necesidad de este servicio: de adultos y coetáneos maduros en la fe que los acompañen en su camino, ayudándoles a encontrar el sendero que conduce a Cristo. Mucho más que en la promoción de una serie de actividades para los jóvenes, esta pastoral consiste en caminar con ellos, acompañándolos personalmente en los contextos complejos, y a veces difíciles, en los que están insertados.

La pastoral juvenil está llamada a captar los interrogantes de los jóvenes de hoy y, a partir de ellos, a comenzar un diálogo verdadero y honrado para llevar a Cristo a su vida. Y en este sentido, un verdadero diálogo lo puede entablar quien vive una relación personal con el Señor Jesús, que se expresa en la relación con los hermanos.

Por este motivo os habéis reunido, para crear una «red» de conocimientos y amistades a nivel europeo, gracias a las cuales los responsables de la pastoral juvenil del continente puedan compartir las experiencias vividas «sobre el terreno» y las cuestiones que derivan de ellas. Sabemos muy bien que hay mucho por hacer. Os pido que nunca os canséis de anunciar el Evangelio con la vida y con la palabra: ¡La Europa de hoy tiene necesidad de redescubrirlo!

Por lo tanto, deseo animaros a considerar la realidad actual de los jóvenes europeos con la mirada de Cristo. Él nos enseña a ver no sólo los desafíos y los problemas, sino también a reconocer las tantas semillas de amor y de esperanza esparcidas en el terreno de este continente, que ha dado a la Iglesia un gran número de santos y santas, y ¡muchos de estos son jóvenes! No olvidemos que hemos recibido la tarea de sembrar, pero que es Dios quien hace crecer las semillas que sembramos (cf. 1 Co 3, 7).

Mientras sembráis la Palabra del Señor en este vasto campo que es la juventud europea, tenéis la ocasión de testimoniar las razones de la esperanza que hay en vosotros, con dulzura y respeto (cf. 1 P 3, 15). Podéis ayudar a los jóvenes a darse cuenta de que la fe no se contrapone a la razón, y así acompañarlos para que lleguen a ser protagonistas felices de la evangelización de sus coetáneos.

Por último, queridos amigos, en este año en que la atención se centra en la familia y, al mismo tiempo, en la vida consagrada, la pastoral juvenil está llamada a proponer a los jóvenes un camino de discernimiento vocacional, para prepararlos a seguir a Jesús en el camino de la vida matrimonial y familiar o en el de una consagración especial al servicio del reino de Dios.

Ruego al Señor, por intercesión de la Virgen santísima, que el trabajo de estos días sea rico de frutos para vuestro compromiso en la pastoral juvenil y, aun antes, para vuestro camino de santidad, porque es la santidad la que hace crecer a la Iglesia y abre los corazones a la acogida del Evangelio. Os pido, por favor, que recéis por mí y con afecto os bendigo.

Vaticano, 11 de diciembre de 2014

 Franciscus

 



Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana