[DE - EN - ES - FR - IT - PT] LOS MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO
El Rosario está compuesto por veinte "misterios" (acontecimientos, momentos significativos) de la vida de Jesús y de María, divididos desde la publicación de la Carta apostólica
Rosarium Virginis Mariae, en cuatro "rosarios". El primer "rosario" comprende los misterios gozosos (lunes y sábado), el segundo los luminosos (jueves), el tercero los dolorosos (martes y viernes) y el cuarto los gloriosos (miércoles y domingo). «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones» (Rosarium Virginis Mariae, n. 38). ¿Cómo se reza el Rosario?
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Se enuncia en cada decena el "misterio", por ejemplo, en el primer misterio: "La Encarnación del Hijo de Dios". Después de una breve pausa de reflexión, se rezan: un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria. A cada decena del "rosario" se puede añadir una invocación. Al final del Rosario se recita la Letanía Lauretana, u otras oraciones marianas. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Letanías de la Virgen Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Para rezar el rosario con Click To Pray:
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