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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO,
FIRMADO POR EL CARDENAL SECRETARIO DE ESTADO PIETRO PAROLIN,
CON OCASIÓN DEL XLIV MEETING PARA LA AMISTAD ENTRE LOS PUEBLOS
[RÍMINI, 20-25 DE AGOSTO DE 2023]
Excelencia Reverendísima:
El Santo Padre le confía también este año su mensaje dirigido a los
organizadores y a los participantes del Meeting para la amistad entre los
pueblos, mientras que, lamentablemente, la guerra y las divisiones siembran en
los corazones rencores y miedos, y el otro distinto de mí es percibido a menudo
como un rival. La comunicación global y omnipresente hace que esta actitud
generalizada se convierta en una mentalidad, que las diferencias aparezcan como
síntomas de hostilidad y se produzca una especie de epidemia de enemistad.
En este contexto, el título del Meeting suena audaz: “La existencia humana es
una amistad inagotable”. Audaz porque va claramente en contra de la tendencia,
en un momento marcado por el individualismo y la indiferencia, que generan
soledad y muchas formas de descarte.
Es una situación de la que es imposible salir por nuestras propias fuerzas.
La humanidad siempre ha experimentado esto: nadie puede salvarse solo. Por eso,
en un momento preciso de la historia, Dios tomó la iniciativa: «Nos envía a su
Hijo, lo dona, lo entrega, lo comparte; para que aprendamos el camino de la
fraternidad, el camino del don. Es definitivamente un nuevo horizonte, es una
nueva palabra para muchas situaciones de exclusión, de disgregación, de cierre,
de aislamiento. Es una Palabra que rompe el silencio de la soledad» (Homilía
en Asunción, Paraguay, 12 de julio de 2015).
Jesús mismo se presenta como amigo: «Ya no os llamo siervos, sino amigos» (Jn 15,
15). El Espíritu de Cristo resucitado ha roto la soledad dando al hombre su
amistad, como pura gracia. Lo recordaba don Giussani con palabras que sugirieron
el título del Meeting de este año: «En el acontecimiento de este don, la soledad
humana se disuelve. La experiencia humana ya no es la de una impotencia
desoladora, sino la de una conciencia y una capacidad enérgica […]. La fuerza
del hombre es Otro, la certeza del hombre es Otro: la existencia es un diálogo
profundo, la soledad es abolida en las raíces mismas de cada momento de la vida.
[…] La existencia humana es una amistad inagotable» (El camino a la verdad es
una experiencia, Milán 2006, 108 109).
Dirigiéndose a los jóvenes, el Santo Padre exaltó el valor de la verdadera
amistad, que ensancha el corazón: «Los amigos fieles […] son un reflejo del
cariño del Señor, de su consuelo y de su presencia amable. Tener amigos nos
enseña a abrirnos, a comprender, a cuidar a otros, a salir de nuestra comodidad
y del aislamiento, a compartir la vida» (Christus
vivit, 151). Y podemos acercarle esta otra reflexión de Don Giussani:
«La verdadera naturaleza de la amistad es vivir libremente juntos para el
destino. No puede haber amistad entre nosotros, no podemos llamarnos amigos, si
no amamos el destino del otro por encima de todo, más allá de cualquier
beneficio» (A través de la compañía de los creyentes, Milán 2021, 184).
La actitud de apertura al otro como hermano es uno de los rasgos distintivos
del pontificado del Papa Francisco, de su testimonio y de su magisterio: «El
amor al otro por ser quien es, nos mueve a buscar lo mejor para su vida. Sólo en
el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posibles la amistad social que
no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos» (Enc.
Fratelli tutti, 94). Precisamente la amistad social, que el Papa sigue
recomendando como la única posibilidad incluso en las situaciones más dramáticas
—incluso ante la guerra— «cuando es genuina […] dentro de una sociedad es una
condición de posibilidad de una verdadera apertura universal» (ibíd.,
99).
La ley de la amistad fue fijada por Jesús con estas palabras: «Nadie tiene
mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15, 13). Por eso, el
Santo Padre pide a los cristianos y a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad que no permanezcan sordos ante el grito que sube a Dios desde este
mundo nuestro. No bastan los discursos, se necesitan más bien «gestos concretos»
y «elecciones compartidas» que construyan una cultura de paz allí donde cada uno
de nosotros viva: «reconciliarnos en familia, con los amigos o con los vecinos,
rezar por los que nos han herido, reconocer y ayudar a los necesitados, llevar
una palabra de paz a la escuela, a la universidad o a la vida social, ungir de
cercanía a alguien que se siente solo...» (Discurso
en el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana “Not Alone”, 10 de
junio de 2023). Es un camino que todos pueden recorrer y la Iglesia no se cansa
de animar a recorrerlo, practicando casi con obstinación esta suprema virtud
humana y cristiana.
Queridos amigos, ¿no es esta la contribución que el Encuentro para la Amistad
entre los Pueblos ha tratado de dar en sus más de cuarenta años de historia? Ser
un lugar de amistad entre las personas y los pueblos, abriendo caminos de
encuentro y diálogo. En esta hora atormentada de la historia, el Papa os anima a
que nunca falte la disponibilidad a una “amistad inagotable” —porque está
fundada en Cristo y en la roca de Pedro—, dispuestos a captar el bien que
cualquiera puede aportar a la vida de todos, porque “las demás culturas no son
enemigos de los que hay que preservarse, sino que son reflejos distintos de la
riqueza inagotable de la vida humana” (Enc.
Fratelli tutti, 147).
Es nuestra experiencia humana, que compartimos con cada persona,
independientemente de la tradición cultural y religiosa a la que pertenezca, el
terreno en el que se puede arraigar la experiencia de la amistad que construye
la historia, como dijo el Papa Benedicto xvi : «El encuentro de las culturas es
posible porque el hombre, a pesar de todas las diferencias de su historia y de
sus creaciones comunitarias, es un ser idéntico y único. Esteser único que es el
hombre, en la profundidad de su existencia, es interceptado por la verdad misma”
(Fe, Verdad, Tolerancia. El cristianismo y las religiones del mundo,
Siena 2003, 67).
¡Cuántas amistades nacieron en los pabellones de la Feria de Rímini durante
los Meetings! Como afirma el Santo Padre, «las verdaderas amistades […] suceden,
y luego es como si se cultivaran. Hasta el punto de dejar entrar a la otra
persona en mi vida» (Entrevista a la emisora FM Milenium 106.7,
septiembre de 2015). He aquí una bella definición de amistad, para practicar
cada vez más: dejar entrar a la otra persona en la propia vida.
El Papa Francisco espera que el Meeting para la amistad entre los pueblos
continúe promoviendo la cultura del encuentro, abierto a todos, sin excluir a
nadie, porque en todos hay un reflejo del Padre que «da a todos vida y aliento y
todas las cosas» (Hch 17, 25). Que cada uno de los participantes aprenda
un poco a acercarse a los demás a la manera de Jesús, que «siempre tiende la
mano, siempre trata de levantar, de hacer que la gente se cure, que sea feliz,
que encuentre a Dios» (Catequesis,
7 de agosto de 2019). Para que crezcan la amistad social y la amistad entre los
pueblos.
A usted, Excelencia, a los organizadores, a los voluntarios y a cuantos
participarán en el Encuentro, Su Santidad pide el recuerdo en la oración y envía
de corazón la Bendición Apostólica.
Uniendo mis mejores deseos personales para el éxito de la iniciativa,
aprovecho la circunstancia para confirmarme con un sentido de distinguido
obsequio.
Pietro Card. Parolin
Secretario de Estado
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L'Osservatore Romano, Edición semanal en lengua española, Año LX, número 34,
viernes, 25 de agosto
de 2023, p. 7. |