Questa mattina, nel Palazzo Apostolico Vaticano, il Santo Padre Francesco ha ricevuto in Udienza una Delegazione della Rete Mondiale di Preghiera per il Papa e ha rivolto le parole di saluto che riportiamo di seguito:
Saluto del Santo Padre
Les agradezco mucho esta visita. Valoro el trabajo que ustedes realizan, el cual es eclesial y nació en el seno de la Compañía de Jesús.
En el trabajo apostólico de un fiel, de un diácono, de un sacerdote, de un consagrado, una consagrada o de un obispo, si este se lleva adelante correctamente, se siente fuertemente la necesidad de la oración y de la intercesión. Con aquello que la “acción” sin oración, aunque sea apostólica, es sólo empresarial. Lo que le da sentido al apostolado es la oración.
Y a mí siempre me ha impresionado mucho lo que Pedro dijo a los apóstoles, después de instituir los diáconos. Les dijo: “y a nosotros” —o sea a los obispos— nos queda “dedicarnos a la oración y al anuncio de la Palabra” (cf. Hch 6,4).
Es decir, que el primer deber de un obispo es orar. El primer deber de un cristiano es orar, la oración. De lo contrario corremos el riesgo de convertirnos en una institución puramente natural, mundana, con un trabajo de tipo político.
Por esto, les agradezco lo que hacen para sostener en la Iglesia —en los laicos y también en las personas consagradas u ordenadas—, esta mística de oración.
Muchas gracias entonces por lo que hacen.
[00166-ES.01] [Texto original: Español]
[B0087-XX.01]