Intervento del Rev.do Padre Alexandre Awi Mello, I.Sch
Intervento della Signora Desfortunées Kuissuk Feupeussi
Intervento della Signora Isabella McCafferty
Intervento del Signor Michele Borghi
Alle ore 11.30 di questa mattina, presso la Sala Stampa della Santa Sede, ha avuto luogo la Conferenza Stampa di presentazione del Forum Internazionale dei Giovani, promosso dal Dicastero per i Laici, la Famiglia e la Vita, che si svolge a Sassone di Ciampino (Roma), presso la Casa Il Carmelo, dal 19 al 22 giugno 2019, sul tema: “Giovani in azione in una Chiesa sinodale”. Lo scopo del Forum Internazionale dei Giovani è quello di promuovere la recezione e il prosieguo del cammino sinodale della XV Assemblea Generale Ordinaria del Sinodo dei Vescovi, svoltosi in Vaticano dal 3 al 28 ottobre 2018 sul tema: “I Giovani, la Fede e il Discernimento Vocazionale”.
Sono intervenuti il Rev.do Padre Alexandre Awi Mello, I.Sch., Segretario del Dicastero per i Laici, la Famiglia e la Vita; il Rev.do Padre João Chagas, Responsabile dell’Ufficio Giovani del Dicastero per i Laici, la Famiglia e la Vita; la Signora Desfortunées Kuissuk Feupeussi, Responsabile per i giovani della Comunità Emmanuel in Camerun, Membro del gruppo di giovani di Douala (Camerun), Uditrice alla XV Assemblea Generale Ordinaria del Sinodo dei Vescovi svoltosi nell’ottobre 2018; la Signora Isabella McCafferty, Membro del Consiglio per i Giovani della Conferenza Episcopale Neozelandese, impegnata nella pastorale giovanile per l’Arcidiocesi di Wellington (Nuova Zelanda); presente all’Incontro pre-Sinodale nel marzo 2018; il Signore Michele Borghi, Delegato del Movimento di Comunione e Liberazione presso la Consulta Nazionale delle Aggregazioni Laicali della Conferenza Episcopale Italiana; presente all’Incontro pre-Sinodale nel marzo del 2018.
Ne riportiamo di seguito gli interventi:
Intervento del Rev.do Padre Alexandre Awi Mello, I.Sch
Buenos días.
Agradezco la presencia de los periodistas y les pido que nos ayuden a divulgar la “buena noticia” que significa este Foro Internacional de los Jóvenes, que se realizará aquí en Roma, en esta semana (18 al 22 de junio). Este Foro fue concebido como una reunión “post-sinodal” y tendrá toda la fuerza y el protagonismo juvenil que experimentamos en marzo del año pasado en la inédita y memorable reunión “pre-sinodal”, que mucho influyó en la realización del último Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
1. El objetivo del Foro
Como sabemos, la nueva Exhortación Apostólica que rige el funcionamiento del Sínodo de los Obispos – la “Episcopalis Communio”, firmada por el Papa Francisco el 15 septiembre 2018 – prevé no solo una etapa preparatoria (art. 5-10), dentro de la cual se insirió, por ejemplo, la reunión “pre-sinodal”, y una etapa celebrativa (art. 11-18 – la realización misma del Sínodo), sino también una etapa de aplicación del Sínodo (art. 19-21). Esta fue realmente una novedad, que tiene como objetivo asegurar la recepción y la realización de las conclusiones de la asamblea sinodal. Poner en práctica lo que dijo el Sínodo es una tarea de todas las Iglesias particulares y Conferencias Episcopales, pero que – de parte de la Curia romana – debe ser promovida especialmente por los organismos competentes en el tema del Sínodo.
Uno de estos organismos es, sin lugar a duda, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que tiene como misión – entre otras – expresar “la solicitud particular de la Iglesia por los jóvenes, promoviendo su protagonismo en medio de los desafíos del mundo actual. Apoya las iniciativas del Santo Padre en el ámbito de la pastoral juvenil y está al servicio de las Conferencias episcopales, de los movimientos y asociaciones juveniles internacionales, promoviendo su colaboración y organizando encuentros a nivel internacional. Una tarea clave de su actividad es la preparación de las Jornadas Mundiales de la Juventud.” (art. 8)
En ese sentido, nuestro ámbito es la Pastoral Juvenil. Tomamos entonces la iniciativa de promover este Foro Internacional, que se va a concentrar especialmente en las consecuencias del Sínodo para el trabajo que las Iglesias Particulares y los movimientos eclesiales realizan respecto a este ámbito específico.
Estimulados por el conjunto del proceso sinodal, que fue un verdadero kairós en la vida de la Iglesia, los jóvenes se confrontarán especialmente con el Documento Final del Sínodo y la Exhortación Apostólica Post-sinodal Christus vivit. No podemos ni queremos perder el entusiasmo ni dejar pasar ese fuerte soplo del Espíritu en la Iglesia por medio de los jóvenes.
Al Foro fueron invitados jóvenes delegados de las Conferencias Episcopales y de los principales movimientos e comunidades eclesiales con gran difusión internacional, incluyendo algunos jóvenes oyentes del Sínodo, para que puedan transmitir su experiencia. Serán acompañados por algunos expertos de Pastoral Juvenil en nivel internacional, pero los protagonistas serán los mismos jóvenes, que tendrán un espacio para el discernimiento comunitario, manteniendo el estilo sinodal misionario, promovido por el Sínodo (cf. Documento final, n. 119-124).
2. El tema y el programa del Foro
En línea con el Sínodo y la exhortación del Papa, el tema general será: “Jóvenes en acción en una Iglesia sinodal”. Se espera, de esta forma, crear el espacio necesario para el compromiso y protagonismo juvenil dentro del proceso de conversión sinodal y misionaria que vive nuestra Iglesia.
Cada día tiene un acento específico. Después de la llegada, prevista para el día de hoy, el miércoles 19 se hará un retrospectivo sobre: “El camino sinodal y su impacto en las Iglesias locales”. Estarán presentes el Cardenal Kevin Farrell, nuestro Prefecto, y el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos. También el P. Giacomo Costa y algunos jóvenes presentes al Sínodo darán su testimonio sobre el proceso sinodal.
El segundo día estará dedicado a la recepción de la exhortación del Papa: “Christus vivit, el fruto maduro del Sínodo de los jóvenes”. Se trata de percibir, en los paneles y grupos de trabajo, en qué aspectos concretos la Christus vivit inspira la realidad de los jóvenes.
El tercer día, viernes 21, tendrá como acento el aporte concreto que los jóvenes presentes pueden dar para que las comunidades eclesiales a las cuales pertenecen puedan seguir avanzando en el camino sinodal. Algunos temas del día serán, por ejemplo: “De los sueños a las decisiones: el acompañamiento de los jóvenes en el camino vocacional” (P. Rossano Sala) y “Hacia una pastoral sinodal, popular y misionaria” (P. Alexandre Awi).
Finalmente, el sábado, el momento más esperado será la audiencia con el Papa, una oportunidad para que también el Papa retome y reviva con los jóvenes la belleza del camino sinodal.
3. Participantes presenciales y a la distancia
Presencialmente participarán del Foro 246 jóvenes delegados, con edad entre 18 y 29 años, representando 109 países y 37 comunidades, movimientos y asociaciones eclesiales. Entre ellos habrá 18 jóvenes oyentes del Sínodo de los Obispos del año pasado. Estarán presentes también 15 responsables de Pastoral Juvenil de diversos países.
En cuanto a la participación “a la distancia”, todos los jóvenes están invitados a acompañar las noticias, fotos y videos que serán publicados con el hashtag oficial #youthforum19 en los medios sociales del Dicastero (Twitter, Instagram), las fotos en nuestro Flickr e también en nuestro sitio www.laityfamilylife.va. Quisiéramos motivar e pedir a los jóvenes de todo el mundo que compartan por medio de sus social media (Facebook, Instagram, Twitter) todo aquello que se está haciendo por la aplicación del proceso sinodal e de la Christus vivit en sus realidades locales, siempre utilizando el mismo hashtag #youthforum19.
La participación es prevista también para los periodistas que desean seguir el Foro. Les pedimos que entren en contacto con el asesor de prensa del Foro, Dr. Luigi Marchitelli, escribiendo a: press.youthforum@gmail.com. Infelizmente él no está aquí en el momento, pero tenemos a Dorota e Santiago, oficiales del dicasterio, a quienes ustedes pueden dirigirse para tener más detalles sobre la forma de trabajo durante el Foro.
4. Un camino que viene de lejos y que continua
Vale la pena una última observación: el antiguo Pontificio Consejo para los Laicos ya había realizado 10 Foros Internacionales de Jóvenes semejantes a este, con el objetivo de tratar temas específicos de la Pastoral Juvenil. Los primeros estaban vinculados directamente a las JMJs. El último fue en 2010. Esto muestra que la solicitud de la curia romana por los jóvenes viene de lejos y no es una “moda” actual, momentánea y pasajera.
En realidad para nosotros es claro que el trabajo para los jóvenes y con los jóvenes no se realiza “a cada cierto tiempo”, como por ejemplo por ocasión de grandes eventos como la JMJ, el Sínodo o el Foro, mas es parte de la vida cuotidiana de la Iglesia. Pastoral ordinaria y pastoral de eventos están en estrecha relación, y los protagonistas son siempre los mismos jóvenes. De esta forma, el presente Foro es un evento que se entiende en el contexto ordinario de la Pastoral Juvenil, como instrumento para ayudar a los jóvenes a compartir sus realidades locales y estimularse mutuamente en la búsqueda de formas creativas y adecuadas para continuar su camino eclesial.
[01090-ES.01] [Texto original: Español]
Intervento della Signora Desfortunées Kuissuk Feupeussi
Je suis Desfortunées Feupeussi, Camerounaise, responsable des jeunes de la communauté de l'Emmanuel au Cameroun.
Je suis gestionnaire de la relation client et du marketing sur les réseaux sociaux. Après avoir travaillé 5 années comme responsable commercial à Radio Balafon au Cameroun, j'ai démissionné pour aller à une école d'évangélisation de ma communauté dans le but d'approfondir ma foi et être un meilleur témoin du Christ au quotidien. Actuellement, je suis à la recherche d'un nouvel emploi.
En Octobre dernier, j’ai eu l'honneur et la grande joie de participer au synode des évêques sur les jeunes. Ce fut une expérience extraordinaire. Parmi les multiples éléments qui m'ont touchés, je vous en partage un.
Lors d'une pause-café, je faisais connaissance avec un évêque et lors de l’échange il m'a fait part d'une situation difficile qu’il vit avec les jeunes de son diocèse. Il m'a parlé des solutions qu'ils avaient essayées mais sans satisfaction. Et il m'a dit « Qu'es ce que tu en penses Desfortunées ? À ton avis que pouvons-nous faire pour résoudre cette question avec nos jeunes ? ». Et là j’étais complètement désorientée parce que je n'en revenais pas qu'un évêque me demande à moi des conseils ou pistes de solutions pour son ministère. Et à ce moment j'ai été très bouleversée car je réalisais que j'ai le droit de donner mon avis et mon avis compte, mon point de vue est attendu. Et directement je me suis sentie vraiment responsable de ce qui allait sortir de ce synode.
De retour du Synode, dans mon apostolat avec les jeunes, en pensant à comment répandre la grâce de ce synode, nous avons commencé par organiser une session de formation priante pour les responsables jeunes de la communauté de l'Emmanuel en Afrique.
Nous étions une quarantaine de jeunes venus de 11 pays d'Afrique, tous réunis au Cameroun en début Avril dernier pendant 4 jours pour un partage d'expériences et pour réfléchir ensemble, dans la prière, sur la mise en place des propositions synodales dans notre pastorale jeune en Afrique.
Avant cette session, les jeunes venant de chaque pays ont travaillé un préparé un exposé sur une partie du document final du synode.
Pendant cette session, nous avons abordé 3 grands thèmes correspondant aux 3 journées de travail que nous avons eues.
La première journée, nous avons partagé sur les principaux défis des jeunes en Afrique aujourd'hui tout en proposant des solutions concrètes pour les relever. Nous avons souligné le chômage, le poids des traditions, la prolifération des nouvelles religions et des sectes, le manque de formation spirituelle, la sexualité précoce.
Ensuite nous avons parlé de l'accompagnement, le but de notre pastorale jeune, les qualités d'un bon accompagnateur, les points essentiels du suivi, les éléments qui freinent ou défavorisent l'accompagnement, l'intégration du digital dans notre pastorale jeune.
Puis nous avons abordé la question de l'accompagnement vocationnelle. En tant que responsables jeunes, comment envisageons nous notre responsabilité dans la pastorale des vocations? Pourquoi aujourd'hui les jeunes ont des difficultés à s'engager dans le mariage ou la vie religieuse? Quelles difficultés rencontrent-ils concrètement et quelles propositions concrètes pour y aider les jeunes ?
Enfin nous avons identifié pour chaque pays, les axes prioritaires de la pastorale jeunes ainsi que des méthodes et moyens de retransmission de ce qui a été vécu dans cette session aux autres jeunes dans nos pays.
Au niveau de l'archidiocèse de Douala auquel j'appartiens, nous sommes en train de préparer avec l'aumônerie diocésaine des jeunes, une session de formation priante des responsables jeunes du diocèse comme celle dont j'ai parlé plus haut. Elle aura lieu en Septembre prochain et réunira une cinquantaine de jeune représentants des jeunes des 10 zones de l'archidiocèse de Douala.
Nous pensons le faire avec d’autres diocèses aussi afin que, tous unis à l'Eglise universelle nous puissions nous mettre en marche vers cette nouvelle dynamique et cette grâce donnée à notre temps par notre Seigneur à travers ce synode.
[01093-FR.01] [Texte original: Français]
Intervento della Signora Isabella McCafferty
Good Morning. My name is Isabella McCafferty and I am excited about the opportunity to participate in this upcoming international forum.
I have attended two earlier meetings here in Rome as part of the synodal process over the past three years as a representative of the New Zealand Catholic Bishops Conference (Both From Krakow to Poland. The Synod Journeying with Young People in April 2017 and the Pre-Synodal Meeting in March 2018).
I have worked in Diocesan Youth Ministry for the past six and a half years for the Archdiocese of Wellington in New Zealand and was heavily involved in helping with the local survey that was undertaken in New Zealand ahead of the Synod of Bishops. I also currently hold a permanent seat on the New Zealand Catholic Bishops Conference, Council for Young People which was reestablished in response to this Synod of Bishops.
I have found these recent experiences throughout this synodal journey to be of great benefit to my life and ministry, helping to confirm parts of my own vocational call and I have enjoyed the experience of advocating for young people’s voice at all levels of the church. Over the past three years I have also enjoyed developing and presenting retreat and workshop sessions around themes that have come out of this synodal journey, in particular encouraging young people to enter into the practice of discernment and hoping to present these themes in relevant ways.
Along with my work in Youth Ministry on a diocesan and national level, I am also involved in a movement within the Church called Life Teen International which is based in the United States of America. In 2015 I was part of a team who established an annual summer camp in New Zealand based on the Life Teen model. This year we celebrated our fifth summer camp and each year have had around 200 young people between the ages of 13-35 participating or serving at this camp. In 2020, due to demand, we expect this number to double. My involvement in this movement has been integral in my personal faith journey and ministry roles. This year I also attended a Life Teen Training Conference in Spain for youth ministry leaders from across Europe and ran a similar conference back in New Zealand a month later. At both of these events I was able to integrate into my presentations my experience of this synodal journey and was able to make links to the Apostolic Exhortation Christus Vivit with a particular focus on the importance of accompaniment and the impact this can have on our lives and ministry with young people.
This morning I hope to be able to refer to the key moments in this synodal journey which have affected my life and ministry.
It brought me great joy to learn in early 2017 that a Synod would be held on the topic of young people the following year. I would have never anticipated how I would be to be able to be part of this journey as the process unfolded. From the start, the words of Pope Francis have been of great encouragement to me. I returned to New Zealand from the initial meeting in April 2017 excited about the invitation being made to young people, to “make your voice heard” ... to “let it resonate in your communities” and to let it be “heard by your shepherds of souls” (Letter to Young People, 2017). I hoped to be able to inspire those young people in New Zealand with the opportunity that was ahead of us. As a result of this, we gained much renewed momentum across the country in ministry with young people and the work that needed to take place gave us room to collaborate nationally in new ways.
I did not know what to expect when I returned to Rome in 2018 to participate in the Pre-Synod meeting of young people. I knew that this was a unique opportunity and the meeting itself was a powerful sign of the church’s desire to make the voice of young people heard. It was a great gift to be able to spend time talking with young people from across the world and to hear of how our experiences are similar and the ways that they differ. My language group for the week included representatives from every continent in the world which contributed to the richness of conversation that took place. In the final document from this meeting, we called for “an authentic Church” and asked for a “transparent, welcoming, honest, inviting, communicative, accessible, joyful and interactive community” (Final Document from the Pre-Synodal Meeting, 2018). This is just as true a year later and I believe it will be going forward. Many young people in New Zealand I have spoken with since are asking the Church to be all of these things. In the face of many challenges, a Church which strives to be authentic is one in which young people will be able to take seriously.
Finally, if I can briefly speak to the impact already of the publication of Christus Vivit.
For me, this document reads as a collection of Pope Francis’ words that have been a constant source of encouragement in my own faith journey and which inspire me in my ministry. The challenge now is how to enable its richness to reach those who need to hear the heart of the document. Pope Francis offers a very personal invitation for young people to return to what is most essential, an encounter daily with the love of God and the living person of Christ.
This document and indeed all of the work leading up to it cannot be the closing of the door on the last few years of listening and journeying with young people. Pope Francis’ final words in Christus Vivit again address young people directly, urging us to keep running since “the Church needs your momentum, your intuitions, your faith.” It is my hope that the Church makes radical room for this momentum to move us forwards.
New Zealand is literally at the ends of the earth. As a result, it is easy to feel disconnected from the rest of the world. It has meant so much as a New Zealander to have been able to play an active role in the Church on a global level over the past few years. It means even more to have been given a voice in the Church as a young person.
I am very much looking forward to this upcoming International Youth Forum, in particular to the listening and dialogue that will take place. I hope that this experience will continue to inform how we, as a community of faith, continue to include the voice and participation of young people at every level of the church; locally, nationally and globally. I firmly believe that making room for young people in this way is essential as we journey onwards. May we be bold.
Thank you.
[01092-EN.01] [Original text: English]
Intervento del Signor Michele Borghi
Un primo contributo che il processo sinodale ha offerto è stato la valorizzazione di luoghi in cui ci si possa ritrovare corresponsabili della missione della Chiesa. Quando ho partecipato alla Riunione pre-sinodale dello scorso anno, mai avrei immaginato che mi potesse segnare così tanto. In quei giorni, diversi nuovi rapporti si sono rivelati immediatamente familiari e misteriosamente fraterni. Eravamo estranei, ma sembrava ci conoscessimo da sempre. Credo che questa sia stata un’esperienza simile a quella descritta dai padri sinodali all’inizio del Documento Finale: pur a partire da sensibilità e culture talvolta distanti, si può camminare insieme, nella Chiesa e non solo. Che cosa rende possibile questo? Mi sembra che Papa Francesco mi abbia risposto con il titolo dell’Esortazione Apostolica: Christus vivit. È questo che rende la sua Chiesa unita, prima di ogni strategia. Riscoprire questa strana unità e la sua origine è stato un primo dono del processo sinodale alla mia vita di cristiano. È così cresciuta in me la voglia di essere un piccolo seme di unità nella Chiesa e in mezzo alle persone che incontro.
Un’altra sollecitazione mi è giunta dai frutti concreti del percorso sinodale. In questi anni la Chiesa ha cercato di individuare i tratti sfidanti della realtà giovanile. Il Documento Finale ne ha messi a fuoco diversi e si è offerto come una base aperta per il cammino che ci attende. È un cammino impegnativo. Di fatto, al di là dei particolari analitici, mi pare che il Sinodo abbia evidenziato un dato lampante: c’è – letteralmente – un mondo di giovani “inquieti” che ci aspetta. Mi è rimasta impressa nella mente un’espressione usata dal Papa nell’Esortazione Apostolica: “sensazione di profonda orfanezza”. Come possiamo, noi che abbiamo incontrato il Padre, non correre a testimoniarlo a tutti i nostri coetanei che sono “orfani”, “cresciuti in un mondo di ceneri”? Immagino che il processo sinodale non sia stato in grado di cambiare la realtà giovanile. Tuttavia, ha cercato di descriverla, e da qui il cammino è appena cominciato. Ne siamo tutti responsabili.
In questo senso, la lettura della Christus vivit mi ha ispirato un forte richiamo alla missione e alla testimonianza. Rileggendo il testo sono stato smosso da due punti di vista. Da un lato, l’Esortazione Apostolica è come un dialogo alla scoperta dell’intimità del proprio essere giovane, guidato passo dopo passo dal Papa. È un dialogo che ci svela la nostra umanità, ricca di attese, fragilità, ferite, e che ci ricorda ciò che Dio vuole dirle. Dall’altro lato, riconsiderando soprattutto il capitolo IV, mi sono chiesto: che modo hanno i giovani di scoprire che Dio li ama, che Cristo li salva, e soprattutto che Egli vive? Su questo aspetto, io credo, ognuno di noi è interpellato. La Christus vivit ci scomoda. Penso non ci sia infatti altro modo per scoprire le “tre grandi verità” – come le chiama Francesco –, se non questo: incontrarle nei volti di chi ha avuto la grazia di sentirsele annunciare e di viverle. Per me, quindi, il processo sinodale e la Christus vivit sono stati una scossa, non tanto per rinnovare un permanente studio sociologico sul mondo giovanile, ma per diventare creativo nell’annuncio, in continua uscita. Spetta innanzitutto a me, a noi, alle nostre comunità, incarnare “il grande annuncio” che tutti i giovani attendono.
Mi piacerebbe quindi che il Forum fosse un momento di approfondimento del compito che abbiamo, ognuno offrendo la propria creatività. Un desiderio speciale per me sarebbe in particolare comprendere di più il significato di quella che Francesco chiama “pastorale popolare”: che tipo di atteggiamento chiede a tutti noi come Chiesa?
[01091-IT.01] [Testo originale: Italiano]
[B0526-XX.02]