Recita dell’Angelus nella Plaza de Armas di Lima
Discorso del Santo Padre
Traduzione in lingua italiana
Traduzione in lingua francese
Traduzione in lingua inglese
Traduzione in lingua tedesca
Traduzione in lingua portoghese
Traduzione in lingua polacca
Alle ore 11.45 locali (17.45 ora di Roma) il Santo Padre Francesco ha guidato la recita dell’Angelus nella Plaza de Armas di Lima.
Al termine, il Papa ha posato per una foto di gruppo con i Vescovi. Quindi è rientrato in papamobile alla Nunziatura Apostolica, dove ha pranzato con i membri del Seguito Papale.
Pubblichiamo di seguito le parole che il Santo Padre ha pronunciato prima della recita dell’Angelus:
Discorso del Santo Padre
Queridos jóvenes: Me alegra poder reunirme con ustedes. Estos encuentros para mí son muy importantes y más en este año en el cual nos preparamos para el Sínodo sobre los jóvenes. Sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia y debemos darle la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugar su vida por Jesús.
¡Queridos amigos, cuántos ejemplos tienen ustedes! Pienso en san Martín de Porres. Nada le impidió a ese joven cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por los demás, nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero. Así como era: mulato, y teniendo que enfrentar muchas privaciones. A los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder» pero él supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar. Confiar en el Señor que lo amaba, ¿ y saben por qué? Porque el Señor había confiado primero en él; como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar. A cada uno de nosotros el Señor nos confía algo, y la respuesta es confiar en Él. Cada uno de ustedes piense ahora en su corazón: qué me confió el Señor? ¿Qué me confió el Señor? Cada uno piense… ¿Qué tengo en mi corazón que me confió el Señor?
Me podrán decir: pero hay veces que se vuelve muy difícil. Los entiendo. En esos momentos pueden venir pensamientos negativos, sentir que hay muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando «fuera del mundial»; pareciera que nos van ganando. Pero no es así, aun en los momentos en que ya se nos viene la descalificación seguir confiando.
Hay momentos donde pueden sentir que se quedan sin poder realizar el deseo de sus vidas, de sus sueños. Todos pasamos por situaciones así. En esos momentos donde parece que se apaga la fe no se olviden que Jesús está a su lado. ¡No se den por vencidos, no pierdan la esperanza! No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos, recen y no se cansen de pedir su intercesión. Esos santos de ayer pero también de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es una tierra «ensantada». Perú es una tierra “ensantada”. Busquen la ayuda y el consejo de personas que ustedes saben que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar el camino de la vida.
Pero hay algo más: Jesús quiere verlos en movimiento. A vos te quiere ver llevar adelante tus ideales, y que te animes a seguir sus instrucciones. Él los llevará por el camino de las bienaventuranzas, un camino nada fácil pero apasionante, es un camino que no se puede recorrer sólo, hay que recorrerlo en equipo, donde cada uno puede colaborar con lo mejor de sí. Jesús cuenta contigo como lo hizo hace mucho tiempo con santa Rosa de Lima, santo Toribio, san Juan Macías, san Francisco Solano y tantos otros. Y hoy te pregunta a vos si, al igual que ellos: ¿estás dispuesto, estás dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Hoy, mañana, vas a estar dispuesto o dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Y dentro de una semana? [responden: “También”] No estés tan seguro, no estés tan segura. Mirá, si querés estar dispuesto a seguirlo, pedíle a Él que te prepare el corazón para estar dispuesto a seguirlo, ¿está claro?
Queridos amigos, el Señor los mira con esperanza, nunca se desanima de nosotros. A veces a nosotros nos pasa que nos desanimamos de un amigo, de una amiga porque nos parecía bueno y después vimos que no era tanto, y bueno, nos desanimamos y lo dejamos de lado. Jesús nunca se desanima, nunca. “Padre, pero si usted supiera las cosas que yo hago…, yo digo una cosa pero hago otra, mi vida no es del todo limpia…”. Así y todo Jesús no se desanima de vos. Y ahora, hagamos un poco de silencio. Cada uno mire en su corazón cómo es la propia vida, la mira en el corazón y vas a encontrar que por momentos hay cosas buenas, que por momentos hay cosas que no son tan buenas, y así y todo, Jesús no se desanima de vos. Y desde tu corazón decíle: “Gracias, Jesús, gracias porque viniste para acompañarme aun cuando estaba en las malas, gracias Jesús”. Se lo decimos todos: “Gracias, Jesús “Gracias, Jesús” (Repiten)
Es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. Los filtros de colores y la alta definición sólo andan bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas, y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad y ahí mostrás lo que sos: ¿cómo es tu corazón?.
Jesús no quiere que te «maquillen» el corazón; Él te ama así como eres y tiene un sueño para realizar con cada uno de ustedes. No se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito a agarrar la Biblia y acordarse y leer ahí los amigos que Jesús eligió, que Dios eligió:
Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, era muy joven; Zaqueo, un petizo; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; la Magdalena, una pecadora pública; Pablo, un perseguidor de cristianos; y Pedro, lo negó, después lo hizo Papa, pero lo negó… y así podríamos seguir esta esa lista. Jesús te quiere como sos, así como quiso como eran a estos sus amigos, con sus defectos, con ganas de corregirse, pero así como sos, así te ama el Señor. No te maquilles, no te maquilles el corazón, pero mostrate delante de Jesús como sos para que Él te pueda ayudar a progresar en la vida.
Cuando Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y para seguirlo a Él. Para Él eso es lo importante, eso lo más grande, ¿cuánto amor tengo yo en mi corazón? Y esa pregunta quiero que la hagamos también a nuestra Madre: “Madre, querida Virgen María, mirá el amor que tengo en el corazón, ¿es poco?, ¿es mucho?, no sé si es amor”.
Y tengan por seguro que Ella los acompañará en todos los momentos de su vida, en todas las encrucijadas de sus caminos, especialmente cuando tengan que tomar decisiones importantes. ¡No se desanimen, no se desanimen, vayan adelante, todos juntos! ¡Porque la vida vale la pena vivirla con la frente alta! Que Dios los bendiga.
Appello:
Estamos en la Plaza Mayor de Lima, un lugar chiquito en una ciudad relativamente chiquita del mundo, pero el mundo es mucho más grande y está lleno de ciudades y de pueblos, y está lleno de problemas, y está lleno de guerras. Y hoy me llegan noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo. Pensemos en el Congo. En estos momentos, desde esta plaza y con todos estos jóvenes, pido a las autoridades, a los responsables y a todos en ese amado país que pongan su máximo empeño y esfuerzo a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones en favor del bien común. Todos juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos de la República Democrática del Congo.
Angelus
¡Hasta la vista!
[00072-ES.02] [Texto original: Español]
Traduzione in lingua italiana
Cari giovani, sono contento di poter stare con voi. Questi incontri per me sono molto importanti e ancora di più in questo anno nel quale ci prepariamo per il Sinodo sui giovani. I vostri volti, le vostre aspirazioni, la vostra vita sono importanti per la Chiesa e dobbiamo dare ad essi l’importanza che meritano e avere il coraggio che hanno avuto tanti giovani di questa terra che non hanno avuto paura di amare e spendere la propria vita per Gesù.
Cari amici, quanti esempi avete voi! Penso a San Martín de Porres. Niente impedì a quel giovane di realizzare i suoi sogni, niente gli impedì di spendere la sua vita per gli altri, niente gli impedì di amare e lo fece perché aveva sperimentato che il Signore lo aveva amato per primo. Così com’era: mulatto e alle prese con molte privazioni. A uno sguardo umano, agli occhi dei suoi amici, sembrava destinato a “perdere”, ma lui seppe fare la cosa che sarebbe diventata il segreto della sua vita: avere fiducia. Avere fiducia nel Signore che lo amava. E sapete perché? Perché il Signore per primo aveva avuto fiducia in lui; come ha fiducia in ognuno di voi, e non si stancherà mai di avere fiducia. Ad ognuno di noi il Signore affida qualcosa, e la risposta è avere fiducia in Lui. Ognuno di voi pensi adesso, nel proprio cuore: che cosa mi ha affidato il Signore? Che cosa mi ha affidato il Signore? Ognuno pensi… Che cosa ho nel mio cuore che mi ha affidato il Signore?
Potrete dirmi: ma ci sono delle volte in cui diventa molto difficile. Vi capisco. In quei momenti possono venire pensieri negativi, sentire che ci sono tante situazioni che ci vengono addosso e sembra che noi rimaniamo “fuori dai mondiali”; sembra che ci stanno vincendo. Ma non è così, anche nei momenti in cui ormai ci arriva l’eliminazione, continuare ad avere fiducia.
Ci sono momenti in cui potete pensare che rimarrete senza poter realizzare i desideri della vostra vita, i vostri sogni. Tutti attraversiamo situazioni così. In quei momenti, quando sembra che si spenga la fede, non dimenticatevi che Gesù è accanto a voi. Non datevi per vinti, non perdete la speranza! Non dimenticatevi dei santi che dal cielo ci accompagnano; rivolgetevi a loro, pregate e non stancatevi di chiedere la loro intercessione. Sono i santi di ieri ma anche di oggi: questa terra ne ha molti, perché è una terra “colmata di santità”. Il Perù è una terra “colmata di santità”. Cercate l’aiuto e il consiglio di persone che voi sapete sono buone per consigliarvi, perché i loro volti esprimono gioia e pace. Fatevi accompagnare da loro e così andate avanti nel cammino della vita.
Ma c’è un’altra cosa: Gesù vuole vedervi in movimento; vuole vederti portare avanti i tuoi ideali, e che ti decidi a seguire le sue istruzioni. Lui vi condurrà sulla via delle beatitudini, una via per niente facile ma appassionante, è una via che non si può percorrere da soli, bisogna percorrerla in gruppo, dove ciascuno può collaborare dando il meglio di sé. Gesù conta su di te come fece tanto tempo fa con Santa Rosa da Lima, San Toribio, San Giovanni Macías, San Francesco Solano e tanti altri. E oggi domanda a te se, come a loro: sei disposto, sei disposta a seguirlo? [rispondono: sì!] Oggi, domani, sei disposto, sei disposta a seguirlo? [rispondono: sì!] E tra una settimana? [rispondono: sì!] Non esserne così sicuro, non esserne così sicura. Guardate, se volete essere disposti a seguirlo, chiedeteGli di prepararvi il cuore per essere disposti a seguirlo. E’ chiaro? [rispondono: sì!]
Cari amici, il Signore vi guarda con speranza, non si scoraggia mai riguardo a noi. Forse a noi succede che ci scoraggiamo di un amico, di un’amica, perché ci sembrava bravo e poi invece abbiamo visto che non era così bravo, ci scoraggiamo e lo lasciamo da parte. Gesù non si scoraggia mai, mai. “Padre, ma se Lei sapesse le cose che io faccio…, dico una cosa e ne faccio un’altra, la mia vita non è del tutto pulita…”. Ma nonostante tutto, Gesù non si scoraggia nei vostri confronti. E adesso facciamo un po’ di silenzio. Ognuno guardi nel proprio cuore, com’è la sua vita. La guardi nel cuore. E troverai che in certi momenti ci sono cose buone, in altri ci sono cose che non sono tanto buone, e nonostante tutto Gesù non si scoraggia nei vostri confronti. E nel tuo cuore digli: “Grazie, Gesù, grazie perché sei venuto per accompagnarmi anche quando ero in una brutta situazione. Grazie, Gesù”. Lo diciamo tutti insieme: Grazie, Gesù. [ripetono: “Grazie, Gesù”].
E’ molto bello vedere le foto ritoccate digitalmente, ma questo serve solo per le foto, non possiamo fare il “fotoshop” agli altri, alla realtà, a noi stessi. I filtri colorati e l’alta definizione vanno bene solo nei video, ma non possiamo mai applicarli agli amici. Ci sono foto che sono molto belle, ma sono tutte truccate, e lasciate che vi dica che il cuore non si può “fotoshoppare”, perché è lì che si gioca l’amore vero, è lì che si gioca la felicità, è lì che mostri quello che sei: com’è il tuo cuore?
Gesù non vuole che ti “trucchino” il cuore, Lui ti ama così come sei e ha un sogno da realizzare con ognuno di voi. Non dimenticatelo, Lui non si scoraggia riguardo a noi. E se voi vi scoraggiate vi invito a prendere la Bibbia, e leggendo ricordare gli amici che Gesù ha scelto, che Dio ha scelto. Mosè era balbuziente; Abramo, un vecchio; Geremia era molto giovane; Zaccheo, uno piccoletto; i discepoli, quando Gesù diceva loro di pregare si addormentavano; la Maddalena, una pubblica peccatrice; Paolo, un persecutore di cristiani; e Pietro, lo rinnegò…, poi è stato fatto Papa, ma lo rinnegò… E così potremmo continuare questo elenco. Gesù ti vuole bene così come sei, come ha voluto bene a questi suoi amici così com’erano, con i loro difetti, con la voglia di correggersi, ma così come sei, così ti ama il Signore. Non ti devi truccare, non truccarti il cuore, ma mostrati davanti a Gesù come sei perché Lui ti possa aiutare a progredire nella vita.
Quando Gesù ci guarda, non pensa a quanto siamo perfetti, ma a tutto l’amore che abbiamo nel cuore da offrire e per seguire Lui. Per Lui, quella è la cosa importante, la cosa più grande: quanto amore ho io nel mio cuore? E questa domanda voglio che la facciamo anche a nostra Madre: “Madre, amata Vergine Maria, guarda l’amore che ho nel cuore. E’ poco? E’ tanto? Non so se è amore”. E siate sicuri che Lei vi accompagnerà in ogni momento della vita, in tutti gli incroci delle vostre strade, specialmente quando dovrete prendere decisioni importanti. Non scoraggiatevi, non scoraggiatevi! Andate avanti, tutti insieme! Perché la vita vale la pena di essere vissuta a fronte alta. E che Dio vi benedica!
Appello:
Siamo qui, nella piazza maggiore di Lima, un posto piccolo in una città relativamente piccola del mondo. Ma il mondo è molto più grande, ed è pieno di città e di popoli, ed è pieno di problemi, è pieno di guerre. E oggi mi giungono notizie molto preoccupanti dalla Repubblica Democratica del Congo. Pensiamo al Congo. In questo momento, da questa piazza, con tutti questi giovani, chiedo alle autorità, ai responsabili e a tutti in questo amato Paese, che mettano il massimo impegno e il massimo sforzo per evitare ogni forma di violenza e cercare soluzioni a favore del bene comune. Tutti insieme, in silenzio, preghiamo per questa intenzione, per i nostri fratelli nella Repubblica Democratica del Congo.
[Angelus]
E arrivederci a tutti!
[00072-IT.02] [Testo originale: Spagnolo]
Traduzione in lingua francese
Chers jeunes, je suis heureux de pouvoir me retrouver avec vous. Ces rencontres sont pour moi très importantes, et plus encore cette année où nous nous préparons pour le Synode sur les jeunes. Vos visages, vos recherches, vos vies sont importantes pour l’Eglise et nous devons vous donner l’importance que vous méritez et avoir le courage qu’ont eu beaucoup de jeunes de cette terre qui n’ont pas eu peur d’aimer et miser votre vie sur Jésus.
Chers amis, que d’exemples vous avez ! Je pense à saint Martin de Porres. Rien n’a empêché ce jeune d’accomplir ses rêves, rien ne l’a empêché de dépenser sa vie pour les autres, rien ne l’a empêché d’aimer ; et il l’a fait parce qu’il avait fait l’expérience que le Seigneur l’avait aimé en premier. Tel qu’il était : métis, et devant faire face à de nombreuses privations. Au regard des hommes, de ses amis, il semblait avoir tout à “perdre”, mais il a su faire une chose qui serait le secret de sa vie : garder confiance. Garder confiance au Seigneur qui l’aimait. Savez-vous pourquoi ? Parce que le Seigneur lui avait d’abord fait confiance ; comme il fait confiance à chacun d’entre vous et ne se lassera jamais de le faire. Le Seigneur confie à chacun d’entre nous quelque chose, et la réponse, c’est de lui faire confiance. Que chacun de vous pense maintenant dans son cœur : qu’est-ce que le Seigneur m’a confié ? Qu’est-ce que le Seigneur m’a confié ? Que chacun y pense… Qu’ai-je dans mon cœur que le Seigneur m’ait confié ?
Vous pourriez me dire : mais il y a des fois où cela devient très difficile. Je vous comprends. Dans ces moments-là des pensées négatives peuvent venir ; sentir qu’il y a beaucoup de choses qui nous tombent dessus, que nous allons être ‘‘exclus du mondial’’. Il semblerait qu’on est en train de l’emporter sur nous. Mais ce n’est pas comme ça, même aux moments où nous sommes proches de l’élimination, il faut continuer à garder confiance.
Il y a des moments où vous pouvez sentir que vous êtes sans possibilité de réaliser le désir de votre vie, vos rêves. Nous passons tous par de telles situations. Dans ces moments où il semble que la foi s’éteint, n’oubliez pas que Jésus est à vos côtés. Ne vous avouez pas vaincus, ne perdez pas espérance ! N’oubliez pas les saints qui, du ciel, nos accompagnent ; allez à eux, priez et ne vous lassez pas demander leur intercession. Ces saints d’hier, mais aussi d’aujourd’hui : cette terre en a beaucoup, parce que c’est une terre “sanctifiée”. Le Pérou est une terre ‘‘sanctifiée’’ ! Cherchez l’aide et le conseil de personnes dont vous savez qu’elles sont bonnes pour donner des conseils parce que leurs visages débordent de joie et de paix. Faites-vous accompagner par elles pour parcourir ainsi le chemin de la vie.
Mieux : Jésus veut vous voir en mouvement ; il veut te voir poursuivre tes idéaux, et décidé à suivre ses instructions. Il vous conduira sur le chemin des béatitudes, un chemin en rien facile mais passionnant, c’est un chemin qu’on ne peut parcourir seul, il faut le parcourir en équipe, où chacun peut collaborer avec le meilleur de lui-même. Jésus compte sur toi, comme il l’a fait il y a longtemps avec sainte Rose de Lima, saint Toribio, saint Juan Macias, saint Francisco Solano et tant d’autres. Et aujourd’hui il te demande, comme à eux : es-tu prêt, es-tu prête à le suivre ? [Ils répondent : ‘‘Oui !’’]. Et dans une semaine ? [ils répondent : ‘‘Bien-sûr !’’]. Ne sois pas si sûr, ne sois pas si sûre ! Regarde, si tu veux être prêt à le suivre, demande-lui de préparer ton cœur pour que tu sois prêt à le suivre, d’accord ?
Chers amis, le Seigneur vous regarde avec espérance, il ne désespère jamais de nous. Parfois, il nous arrive de ne plus faire confiance à un ami, à une amie, car il nous paraissait bon et puis nous avons vu qu’il ne l’était pas tant que cela, et bon, nous n’avons plus confiance en lui et nous le mettons de côté. Jésus ne perd jamais confiance. ‘‘Mon Père, si vous saviez les choses que je fais moi…, je dis une chose et j’en fais une autre, ma vie n’est pas tout à fait propre’’. Malgré tout cela, Jésus ne désespère pas de vous. Et maintenant, faisons un peu silence. Que chacun voie dans son cœur comment est sa vie ; regarde dans ton cœur et tu verras que par moments il y a des choses bonnes, que par moments il y a des choses qui ne sont pas si bonnes, et malgré tout cela, Jésus ne désespère pas de toi. Et du fond de ton cœur, dis-lui : ‘‘Merci ! Jésus, merci parce que tu es venu m’accompagner même lorsque j’étais dans une mauvaise passe, merci Jésus’’. Disons-le-lui tous : ‘‘Merci, Jésus, merci Jésus’’ (Répétez !).
Je sais qu’il est très beau de regarder les photos retouchées numériquement, mais cela ne sert que pour les photos, nous ne pouvons pas faire le “photoshop” aux autres, à la réalité ni à nous-mêmes. Les filtres de couleurs et la haute définition ne marchent que pour les vidéos, mais nous ne pouvons jamais les appliquer aux amis. Il y a des photos qui sont très belles, mais elles sont complètement truquées; et laissez-moi vous dire que le cœur ne peut pas se “photoshoper”, parce que c’est là que se joue l’amour véritable, c’est là que se joue le bonheur et c’est là que tu montres ce que tu es: comment est ton cœur?
Jésus ne veut pas que tu te “maquilles” le cœur ; il t’aime comme tu es et il a un rêve à réaliser avec chacun de vous. N’oubliez pas, il ne désespère pas de nous. Et si vous désespérez, je vous invite à prendre la Bible et à vous rappeler et à faire remarquer aux amis que Jésus a choisi ceux-ci, que Dieu a choisi ceux-ci : Moïse, qui était bègue ; Abraham, un vieillard ; Jérémie, qui était très jeune; Zachée, de petite taille ; les disciples qui, quand Jésus leur demandait de prier, s’endormaient; Marie Madeleine, une pécheresse publique ; Paul, un persécuteur des chrétiens; et Pierre, qui l’a renié… qu’il a fait ensuite Pape ; mais Pierre l’avait renié… Et nous pourrions ainsi allonger la liste. Jésus t’aime tel que tu es, tout comme il a aimé ses amis, tels qu’ils étaient, avec leurs défauts, avec leur volonté de se corriger ; mais tel que tu es, le Seigneur t’aime ainsi. Ne te maquille pas, ne maquille pas ton cœur, mais présente-toi devant Jésus tel que tu es pour qu’il puisse t’aider à progresser dans la vie.
Quand Jésus nous regarde, il ne considère pas combien nous sommes parfaits, mais tout l’amour que nous avons dans le cœur à offrir et pour le suivre. Pour lui, c’est cela qui est important, c’est l’essentiel, combien d’amour ai-je moi dans mon cœur ? Et cette question, je voudrais que nous la posions également à notre Mère : ‘‘Mère, bien-aimée Vierge Marie, regarde l’amour que j’ai dans mon cœur, est-ce peu ? est-ce beaucoup ? je ne sais pas si c’est de l’amour’’.
Soyez certains qu’elle vous accompagnera à chaque instant de votre vie, à toutes les croisées de vos chemins, spécialement quand vous aurez à prendre des décisions importantes. Ne vous découragez pas, ne vous découragez pas, allez de l’avant, tous ensemble ! Car la vie vaut la peine d’être vécue, la tête haute !!! Que Dieu vous bénisse!
Appel:
Nous sommes sur la Grande Place de Lima, un endroit de dimension réduite dans une ville relativement petite du monde, mais le monde est beaucoup plus grand et est habité par de nombreux citoyens et peuples ; et il y a beaucoup de problèmes ainsi que des guerres. Et aujourd’hui, je reçois des nouvelles très préoccupantes de la République Démocratique du Congo. Pensons au Congo! En ce moment, de cette Place et avec ces jeunes, je demande aux autorités, aux responsables et à tous, dans ce pays bien-aimé, de s’engager et de s’employer au maximum à éviter toute forme de violence et à chercher des solutions en faveur du bien commun. Tous ensemble, prions à cette intention, pour nos frères de la République Démocratique du Congo!
Angelus
Au revoir!
[00072-FR.02] [Texte original: Espagnol]
Traduzione in lingua inglese
Dear young people, I am pleased to be here with you. These meetings are very important for me, especially in this year of preparation for the Synod on young people. Your faces, your questions and your lives are important for the Church and we need to give them the importance they deserve. We must also have the courage of the many young people of this land who were not afraid to love and risk their lives for Jesus.
Dear friends, how many examples you have! I think of Saint Martin de Porres. Nothing prevented that young man from achieving his dreams, nothing prevented him from spending his life for others, nothing prevented him from loving, and he did so because he had realized that the Lord loved him first. Just as he was: a mulato. He had to face many hardships. In the eyes of others, even his friends, it seemed that he had everything to lose, but he knew how to do one thing that would be the secret of his life: he knew how to trust. To trust in the Lord who loved him. Do you know why? Because the Lord had trusted him first; just as he trusts each of you and will never tire of trusting you. To each of us the Lord has entrusted something and the response is to trust in him. Each of you reflect in your heart: “What has the Lord entrusted me with?” Let everyone reflect: “What is it in my heart that the Lord has entrusted me with?”
You may say that sometimes this is very difficult. I understand that. In those moments, we can think negative thoughts, we can feel overwhelmed by different situations, and it can seem that we are “thrown out of the world-cup”, while they have the upper hand. But it’s not like that, even in the moments in which we’re thrown out, carry on trusting.
There are moments when you can feel powerless to achieve your desires and dreams. We all experience situations like that. In these moments when our faith seems to fade, remember that Jesus is by your side. Do not give up! Do not lose hope! Remember the saints who accompany us from heaven. Go to them, pray and never tire of asking for their intercession. Not only the saints of the past, but also those of the present: this land has many of them, because it is a land of saints. Peru is a land of saints. Ask for help and advice from people you know can give good advice because their faces radiate joy and peace. Let them accompany you as you journey along the path of life.
But there is something else, Jesus wants to see you on the move. He wants to see you achieve your ideals and to be enthusiastic in following his instructions. He will take you along the path of the beatitudes, a path that is not easy but exciting, a path that cannot be travelled alone, it has to be travelled as a team, where each member offers the best of his or her self. Jesus is counting on you as he counted long ago on Saint Rose of Lima, Saint Turibius, Saint Juan Macías, Saint Francisco Solano and so many others. And today he asks if, like them, you are ready to follow him [They reply: “Yes”]. Today, tomorrow, will you be willing to follow him? [They reply: “Yes”]. And within a week? [“Yes”]. Don’t be overly confident. If you are inclined to follow him, ask him to prepare your heart in order to be willing to follow him. Clear?
Dear friends, the Lord looks on you with hope. He never grows discouraged with us. We sometimes become discouraged with a friend because we thought he or she was good but then we saw something which was not so good and we became discouraged and abandoned that person. Jesus is never discouraged, never: “Father, but if you knew the things I do, I say something but I do another, my life is not completely clean”. This being so, Jesus does not become discouraged about you. And now let us have a little silence. Each of you look into your heart to see how your life is, you will see that there are moments with good things and there are moments with things that are not so good. This being so, Jesus is not discouraged about you. And from your heart tell him: “Thank you Jesus, thank you because you came to accompany me when I was still in bad things, thank you Jesus”. Let us all tell him: “Thank you Jesus” [They all repeat this].
I know that we all like to see digitally enhanced photographs, but that only works for pictures; we cannot “photoshop” others, the world, or ourselves. Colour filtering and high definition only function well in video; we can never apply them to our friends. There are pictures that are very nice, but completely fake. Let me assure you that the heart can’t be “photoshopped”, because that’s where authentic love and genuine happiness have to be found and that’s where you show him who you are: how is your heart?
Jesus does not want you to have a “cosmetic” heart. He loves you as you are, and he has a dream for every one of you. Do not forget, he does not get discouraged with us. But if you get discouraged, I invite you to take a look at the Bible and remember the kind of friends Jesus chose.
Moses, he was not articulate; Abraham, an old man; Jeremiah, very young; Zacchaeus, a short man; the disciples, who fell asleep when Jesus told them they should pray; Mary Magdalene, a public sinner, Paul, a persecutor of Christians; Peter, who denied him, and was then made Pope, yet he denied Jesus… and we could go on with the list. Jesus wants us as we are, just as he wanted his friends, with their defects, desiring to correct them yes, but as they were, that’s how the Lord loves you. Don’t put on any make-up, don’t put any make-up on the heart, but show yourself to Jesus as you are so that he can help you to move forwards in life.
When Jesus looks at us, he does not think about how perfect we are, but about all the love we have in our hearts to give him and to follow him. That is the important thing for him, that is the greatest thing, “how much love do I have in my heart?” And the response I want it to be also directed to our Mother: “Mother, beloved Blessed Virgin, look at the love I have in my heart, is it little? Is it much? I do not know if it is love”.
Be assured that she will accompany you at every moment of your life, at all the crossroads of your journey, especially at those times when you have to make important decisions. Do not become discouraged, move forwards, all together, because life is worth living with our heads held high. May God bless you.
Appeal:
We are in the Plaza Mayor of Lima, a small place in a relatively small city of the world, but the world is much bigger and full of cities and peoples, and is also full of problems, full of wars. Today I have heard very concerning news coming from the Democratic Republic of Congo; let us think of that country. In these moments, from this Plaza and with all those young people, I ask the authorities, those responsible and everyone within that beloved nation, to make the greatest commitment and effort to avoid every form of violence and to find solutions that favour the common good. Altogether, in silence, let us pray for this intention for our brothers and sisters of the Democratic Republic of Congo.
[Angelus Prayer and Apostolic Blessing]
Good bye!
[00072-EN.02] [Original text: Spanish]
Traduzione in lingua tedesca
Liebe Jugendliche, ich freue mich, bei euch zu sein. Diese Treffen sind für mich sehr wichtig, ganz besonders in diesem Jahr der Vorbereitung auf die Jugendsynode. Eure Gesichter, eure Wünsche, euer Leben sind wichtig für die Kirche. Wir müssen ihnen die Bedeutung beimessen, die sie verdienen, sowie den Mut haben, den viele junge Menschen dieses Landes hatten: Sie hatten keine Angst, Jesus zu lieben und ganz für ihn zu leben.
Liebe Freunde, wie viele Vorbilder habt ihr! Ich denke an den heiligen Martin von Porres. Nichts hinderte diesen jungen Mann daran, seine Träume zu erfüllen, nichts hinderte ihn daran, sein Leben für andere hinzugeben, nichts hinderte ihn daran, zu lieben. Und er tat es, weil er erfahren hatte, dass der Herr ihn zuerst geliebt hatte – so wie er war: als Mulatte und im Kampf mit vielen Entbehrungen. Aus menschlicher Sicht und in den Augen seiner Freunde schien er „zum Verlierer“ bestimmt zu sein, aber er verstand es, das zu tun, was zum Geheimnis seines Lebens werden würde: Vertrauen haben. Er vertraute dem Herrn, der ihn liebte. Und wisst ihr warum? Weil der Herr zuerst in ihn Vertrauen gesetzt hatte; wie er in jeden von euch Vertrauen hat, und er wird niemals müde, Vertrauen zu haben. Jedem von uns vertraut der Herr etwas an, und unsere Antwort ist es, dieses Vertrauen zu erwidern. Jeder von euch frage sich nun im Herzen: was hat der Herr mir anvertraut? Was hat der Herr mir anvertraut? Jeder frage sich… Was trage ich im Herzen, das der Herr mir anvertraut hat?
Ihr könnt mir sagen: aber manchmal ist es sehr schwierig. Ich verstehe euch. In diesen Augenblicken können negative Gedanken kommen, wir können uns von verschiedenen Situationen überwältigt fühlen, so als seien wir bei einer Weltmeisterschaft ausgeschieden; es scheint, wir seien besiegt. Aber so ist es nicht, auch dann, wenn wir kurz vor dem Ausscheiden stehen – trotzdem weiter vertrauen.
Es gibt Zeiten, in denen ihr vielleicht denkt, dass die Verwirklichung der Wünsche eures Lebens, eurer Träume nicht möglich ist. Wir alle machen solche Situationen durch. Vergesst in diesen Augenblicken, wenn der Glaube zu erlöschen scheint, nicht, dass Jesus euch zur Seite steht. Gebt nicht auf, verliert nicht die Hoffnung! Vergesst nicht die Heiligen, die uns vom Himmel aus begleiten; wendet euch an sie, betet und werdet nicht müde, um ihre Fürsprache zu bitten. Sie sind die Heiligen von gestern, aber auch von heute: Dieses Land hat viele, weil es ein „von Heiligkeit erfülltes Land“ ist. Peru ist ein von Heiligkeit erfülltes Land. Bittet um die Hilfe und um den Rat von Menschen, die ihr als gute Ratgeber kennt, weil ihre Gesichter Freude und Frieden zum Ausdruck bringen. Lasst euch von ihnen begleiten und geht so auf dem Weg des Lebens voran.
Aber da ist noch etwas anderes: Jesus möchte euch in Bewegung sehen; er möchte sehen, dass du deine Ideale weiterverfolgst und dass du dich entscheidest, seinen Weisungen zu folgen. Er wird euch auf den Weg der Seligpreisungen führen, einen Weg, der keineswegs einfach, aber spannend ist; es ist ein Weg, den man nicht alleine gehen kann, sondern den man in einer Gruppe gehen muss, wo jeder mitarbeiten und sein Bestes geben kann. Jesus zählt auf dich wie schon vor langer Zeit auf die heilige Rosa von Lima, den heiligen Turibio, den heiligen Juan Macías, den heiligen Francisco Solano und viele andere. Und wie er sie damals gefragt hat, so fragt er heute dich: Bist du bereit, ihm zu folgen? [Jugendliche antworten: Ja!] Bist du bereit, ihm zu folgen, heute und morgen? [Jugendliche antworten: Ja!] Und in einer Woche? [Jugendliche antworten: Ja!] Seid euch da nicht so sicher. Seht, wenn ihr euch vorbereiten wollt, um ihm nachzufolgen, bittet ihn, er möge euer Herz für die Bereitschaft zur Nachfolge rüsten. Habt ihr das verstanden? [Jugendliche antworten: Ja!]
Liebe Freunde, der Herr schaut hoffnungsvoll auf euch, er ist von euch nie entmutigt. Vielleicht passiert uns das, dass wir von einem Freund oder einer Freundin enttäuscht sind, weil wir meinten, es sei ein guter Freund und dann stellt sich heraus, dass er es aber nicht war, dann sind wir enttäuscht und geben uns nicht mehr mit ihm ab. Jesus aber gibt niemals auf, nie. „Pater, wenn sie wüssten, was ich mache…, ich sage das eine und tue dann etwas ganz anderes, mein Leben ist nicht ganz im Reinen…“ Aber trotz allem gilt: Jesus gibt dich nicht auf. Und jetzt halten wir eine kurze Stille. Jeder schaue in sein Herz, wie es im eigenen Leben aussieht. Blicke in dein Herz. Und du wirst erkennen, dass da oft Gutes ist, dass da freilich auch nicht so gute Dinge sind, aber Jesus gibt euch nicht auf. Und so sag ihm in deinem Herzen: „Danke, Jesus, danke, dass du gekommen bist und mich begleitet hast, auch in unschönen Situationen. Danke, Jesus.“ Sagen wir es alle zusammen: Danke, Jesus. [Alle wiederholen: Danke Jesus.]
Es ist sehr schön, digital bearbeitete Fotos anzusehen, aber das geht nur bei Fotos. Wir können nicht die anderen, die Wirklichkeit noch uns selbst mit Photoshop verändern. Farbfilter und High Definition funktionieren nur bei Videos gut, aber wir können sie niemals auf Freunde anwenden. Es gibt Fotos, die sehr schön sind, aber sie sind alle manipuliert. Und lasst es mich euch sagen: Das Herz kann man nicht mit Photoshop bearbeiten, denn dort spielt sich die wahre Liebe ab, dort spielt sich das Glück ab, und dort zeigst du, wer du wirklich bist: wie ist dein Herz?
Jesus möchte nicht, dass du dein Herz „schminkst“; er liebt dich, wie du bist, und hat einen Traum, der mit jedem von euch verwirklicht werden kann. Vergesst das nicht, er ist von euch nicht entmutigt. Und wenn ihr entmutigt seid, lade ich euch ein, die Bibel zu nehmen und euch beim Lesen an die Freunde zu erinnern, die Jesus erwählt hat, die Gott erwählt hat: Moses stotterte; Abraham war ein alter Mann; Jeremia war sehr jung; Zachäus, ein kleines Männchen; die Jünger schliefen ein, als Jesus ihnen sagte, sie sollen beten; Magdalena war eine stadtbekannte Sünderin; Paulus war ein Christenverfolger; und Petrus hat ihn verleugnet ..., dann wurde er zum Papst, aber er hat ihn verleugnet… Und so könnten wir diese Liste fortsetzen. Jesus mag dich so wie du bist, wie gerne hatte er diese seine Freunde, so wie sie waren, mit ihren Fehlern, mit ihren guten Vorsätzen, aber so wie du bist, so liebt dich der Herr. Du musst dich nicht verstellen, musst dein Herz nicht schminken, sondern zeig dich dem Herrn wie du bist, damit er dir helfen kann im Leben weiterzukommen.
Wenn Jesus uns ansieht, fragt er nicht, wie perfekt wir sind, sondern er denkt an all die Liebe, die wir im Herzen anzubieten haben, um ihm zu folgen. Genau darauf kommt es bei ihm an und das ist für ihn das Wichtigste: wieviel Liebe ist in meinem Herzen? Und ich will, dass wir diese Frage auch unserer Mutter stellen: „Mutter, geliebte Jungfrau Maria, sieh auf die Liebe in meinem Herzen. Ist es wenig? Ist es viel? Ich weiß nicht, ob es Liebe ist“. Und ihr könnt euch sicher sein, dass sie euch in jedem Moment eures Lebens begleiten wird, bei allen Weggabelungen, besonders dort, wo ihr wichtige Entscheidungen zu treffen habt. Verliert nicht den Mut, gebt nicht auf! Geht weiter, alle gemeinsam! Denn das Leben ist es wert erhobenen Hauptes gelebt zu werden. Und Gott segne euch!
Appel:
Wir sind hier auf dem größten Platz von Lima, und doch ist es ein kleiner Ort in einer – verglichen mit der Welt – kleinen Stadt. Die Welt ist viel größer, und sie ist voll von Städten und Völkern, und voll von Problemen, und voller Kriege. Und heute erreichen mich sehr beunruhigende Nachrichten aus der Demokratischen Republik Kongo. Denken wir an den Kongo. In diesem Moment, von diesem Platz aus, mit all diesen Jugendlichen, fordere ich die Autoritäten, die Verantwortlichen und alle in diesem geliebten Land dazu auf, alles daran zu setzen, jede Form der Gewalt zu vermeiden und Lösungen zum Wohle aller zu suchen. Beten wir alle gemeinsam im Schweigen, beten wir in diesem Anliegen, für unsere Brüder und Schwestern in der Demokratischen Republik Kongo.
[Angelus]
Auf Wiedersehen!
[00072-DE.01] [Originalsprache: Spanisch]
Traduzione in lingua portoghese
Queridos jovens! Estou feliz por me poder encontrar convosco. Para mim, estes encontros são sempre muito importantes, mas mais ainda neste ano em que nos preparamos para o Sínodo sobre os jovens. Os vossos rostos, as vossas aspirações, a vossa vida são importantes para a Igreja: devemos dar-lhes a importância que merecem e ter a coragem que demonstraram muitos jovens desta terra que não tiveram medo de amar e gastar a sua vida por Jesus.
Queridos amigos, tendes tantos exemplos! Penso em São Martinho de Porres. Nada impediu aquele jovem de realizar os seus sonhos, nada o impediu de gastar a sua vida pelos outros, nada o impediu de amar; e fê-lo porque tinha experimentado que o Senhor o amara primeiro. Assim como era: mulato e a braços com muitas privações. Aos olhos humanos, concretamente dos seus amigos, parecia destinado a «perder», mas ele soube fazer algo que se tornaria o segredo da sua vida: ter confiança. Ter confiança no Senhor que o amava. E sabeis porquê? Porque o Senhor confiara nele primeiro; como confia em cada um de vós e nunca Se cansará de ter confiança. A cada um de nós, o Senhor entrega uma missão qualquer, e a resposta é ter confiança n’Ele. Agora cada um de vós pense no seu coração: Que missão me entregou o Senhor? Que coisa me entregou o Senhor? Cada qual pense: Que missão tenho no meu coração, que me foi entregue pelo Senhor?
Poder-me-íeis dizer: mas há momentos em que se torna muito difícil! Compreendo-vos. Nesses momentos, podem vir pensamentos negativos, sentir que há muitas situações que nos caem em cima e parece que ficamos «fora dos [jogos] mundiais»; parece que nos estão a vencer. Mas não é assim! Mesmo nos momentos em que já tenha chegado a eliminação, devemos continuar a ter confiança.
Há momentos em que podeis pensar que ficareis sem poder realizar os desejos da vossa vida, os vossos sonhos. Todos passamos por situações como estas. Nesses momentos em que parece apagar-se a fé, não vos esqueçais que Jesus está ao vosso lado. Não vos deis por vencidos, não percais a esperança! Não vos esqueçais dos Santos, que nos acompanham do céu; recorrei a eles, rezai e não vos canseis de pedir a sua intercessão. São os Santos de ontem, mas também os de hoje: esta terra tem muitos, porque é uma terra «cumulada de santidade». O Perú é uma terra «cumulada de santidade». Buscai a ajuda e o conselho de pessoas que sabeis serem boas para vos aconselhar, porque os seus rostos manifestam alegria e paz. Fazei-vos acompanhar por elas e, assim, avançai pelo caminho da vida.
Mas há outra coisa: Jesus quer ver-vos em movimento; quer ver-te levar por diante os teus ideais e que te decidas a seguir as suas instruções. Ele levar-vos-á pelo caminho das Bem-aventuranças: um caminho nada fácil mas apaixonante, é um caminho que não se pode percorrer sozinho, é preciso percorrê-lo em grupo onde cada um pode colaborar com o melhor de si mesmo. Jesus conta contigo, como fez, há muito tempo, com Santa Rosa de Lima, São Toríbio, São João Macías, São Francisco Solano e muitos outros. E hoje pergunta-te, como a eles: estás disposto, estás disposta a segui-Lo? [respondem: sim!] Hoje, amanhã, estás disposto, estás disposta a segui-Lo? [respondem: sim!] E daqui a uma semana? [respondem: sim!] Não o digas tão seguro, não o digas tão segura de ti. Olhai! Se quereis estar dispostos a segui-Lo, pedi-Lhe que vos prepare o coração para estar dispostos a segui-Lo. É claro? [respondem: sim!]
Queridos amigos, o Senhor olha-vos com esperança, nunca desanima a nosso respeito. Mas a nós sucede; talvez nos aconteça desanimar a respeito dum amigo, duma amiga, porque nos parecia bom mas, depois, vimos que não era assim tão bom: desanimamos e deixamo-lo de lado. Jesus nunca desanima… nunca. «Mas, padre, se soubesse as coisas que eu faço, digo uma coisa e faço outra, a minha vida não está limpa de todo...». Mas Jesus, apesar de tudo, não desanima a vosso respeito. E agora façamos um pouco de silêncio. Cada qual olhe, no coração, como está a sua vida. Olha-a no coração e constatarás que, em certos momentos, há coisas boas; noutros, há coisas que não são tão boas e, apesar de tudo, Jesus não desanima a vosso respeito. E, no teu coração, diz-Lhe: «Obrigado, Jesus! Obrigado porque vieste para me acompanhar mesmo quando estava numa situação ruim. Obrigado, Jesus!» Digamos-Lho todos juntos: Obrigado, Jesus! [repetem: «Obrigado, Jesus!»].
É muito belo ver fotos retocadas digitalmente, mas isso serve só para as fotografias, não podemos fazer o «photoshop» aos outros, à realidade, a nós próprios. Os filtros coloridos e a alta definição funcionam bem apenas nos vídeos; nunca podemos aplicá-los aos amigos. Há fotos que são muito lindas, mas estão todas maquilhadas; e deixai que vos diga: o coração não se pode «photoshopear», porque é nele onde se joga o amor verdadeiro; nele joga-se a felicidade. É nele que mostras o que és: como é o teu coração?
Jesus não quer que te «maquilhem» o coração. Ele ama-te assim como és e tem um sonho para realizar com cada um de vós. Não vos esqueçais: Ele não desanima de nós. E se vós desanimardes, convido-vos a pegar na Bíblia e, lendo-a, recordar os amigos que Jesus escolheu, que Deus escolheu: Moisés, era tartamudo; Abraão, um idoso; Jeremias era muito jovem; Zaqueu, pequenito; os discípulos, quando Jesus lhes dizia para rezar, adormeciam; Madalena, uma pecadora pública; Paulo, um perseguidor de cristãos; Pedro renegou-O... Depois foi feito Papa, mas tinha-O renegado. E poderíamos continuar a lista... Jesus gosta de ti assim como és, do mesmo modo que gostou daqueles seus amigos assim como eram, com os seus defeitos. Com vontade de te corrigires, mas, como és, assim te ama o Senhor. Não te deves maquilhar, não maquilhar o teu coração, mas apresenta-te diante de Jesus como és, para que Ele te possa ajudar a progredir na vida.
Quando Jesus nos olha, não pensa quão perfeitos somos, mas em todo o amor que temos no coração para oferecer e para O seguir. Para Ele, esta é a coisa importante, a coisa maior: quanto amor tenho eu no coração? E esta pergunta, quero que a façamos também à nossa Mãe: «Mãe, amada Virgem Maria, olha o amor que tenho no coração. É pouco? É muito? Não sei se é amor». E tende a certeza de que Ela vos acompanhará em todos os momentos da vossa vida, em todas as encruzilhadas dos vossos caminhos, sobretudo quando tiverdes de tomar decisões importantes Não desanimeis, não desanimeis! Avançai, todos juntos! Porque vale a pena viver a existência de fronte erguida. E que Deus vos abençoe!
Apelo:
Estamos aqui, na praça maior de Lima, um pequeno lugar numa cidade relativamente pequena do mundo. Mas o mundo é muito maior, e está cheio de cidades e de povos; está cheio de problemas, está cheio de guerras. E hoje estão a chegar-me notícias muito preocupantes da República Democrática do Congo. Pensemos no Congo. Neste momento, a partir desta praça, com todos estes jovens, peço às autoridades, aos responsáveis e a todas as pessoas naquele país amado, que coloquem o máximo empenho e o máximo esforço por evitar todas as formas de violência e buscar soluções em prol do bem comum. Todos juntos, em silêncio, rezemos por esta intenção, pelos nossos irmãos na República Democrática do Congo.
[Angelus]
Adeus, a todos, até à vista!
[00072-PO.02] [Texto original: Espanhol]
Traduzione in lingua polacca
Drodzy młodzi, cieszę się, że mogę z wami być. Te spotkania są dla mnie bardzo ważne, zwłaszcza w tym roku, w którym przygotowujemy się do Synodu na temat młodzieży. Wasze twarze, wasze dążenia, wasze życie są ważne dla Kościoła i musimy docenić ich znaczenie, na jakie zasługują, oraz mieć odwagę, jaką miało wielu młodych tej ziemi, którzy nie bali się kochać i poświęcić swego życia dla Jezusa.
Drodzy przyjaciele, jakże wiele macie wzorów! Myślę o świętym Marcinie de Porres. Nic nie przeszkodziło temu młodzieńcowi w spełnieniu jego marzeń, nic nie przeszkodziło mu w poświęceniu swego życia dla innych, nic nie przeszkodziło mu w miłowaniu, a uczynił to, ponieważ doświadczył, że Pan umiłował go jako pierwszy. Takim jakim był: Mulatem, zmagającym się z wieloma niedostatkami. Dla ludzkich oczu lub dla przyjaciół wydawało się, że był skazany na „przegraną”, ale potrafił czynić to, co stało się później sekretem jego życia: ufać. Pokładał ufność w Panu, który go miłował. Czy wiecie dlaczego? Ponieważ Pan najpierw zaufał jemu; tak jak ufa każdemu z was i niestrudzenie będzie darzył was zaufaniem. Każdemu z nas Pan coś powierza, a odpowiedzią jest pokładanie w Nim nadziei. Niech każdy z was pomyśli teraz, każdy w swoim sercu: co Pan mi powierzył? Co Pan mi powierzył? Niech każdy pomyśli ... Co takiego mam w sercu, co powierzył mi Pan?
Możecie mi powiedzieć: ale są takie chwile, kiedy staje się to bardzo trudne. Rozumiem was. W tych momentach mogą przychodzić myśli negatywne, poczucie, że jest wiele sytuacji, które spadają na nas ciężarem i wydaje się, że „wypadliśmy z Mistrzostw Świata”; zdaje się, że jesteśmy pokonani. Ale tak nie jest, nawet w chwilach, gdy zdarza się nam być wyeliminowanymi, trzeba nadal mieć ufność.
Są chwile, w których możecie pomyśleć, że pozostajecie bez możliwości spełnienia pragnień swego życia, waszych marzeń. Wszyscy przechodzimy przez takie sytuacje. W takich chwilach, w których wydaje się, że wiara gaśnie, nie zapominajcie, że Jezus jest po waszej stronie. Nie uważajcie się za przegranych, nie traćcie nadziei! Nie zapominajcie o świętych, którzy nam towarzyszą z nieba. Zwracajcie się do nich, módlcie się i niestrudzenie proście o ich wstawiennictwo. Świętych dnia wczorajszego, ale także dzisiejszego: ta ziemia ma ich wielu, ponieważ jest to kraina „napełniona świętością”. Peru jest krainą „napełnioną świętością”. Szukajcie pomocy i porady od osób, o których wiecie, że są dobre, aby wam doradzały, bo ich oblicza wyrażają radość i pokój. Pozwólcie, aby wam towarzyszyli, i w ten sposób idźcie naprzód drogą życia.
Ale jest też coś innego: Jezus chce, abyście działali. Chce, abyś realizował twoje ideały i abyś postanowił przestrzegać Jego poleceń. Poprowadzi was drogą Błogosławieństw, drogą, która nie jest łatwa, ale fascynująca, jest drogą, której nie można przebyć samotnie, ale trzeba ją przemierzać w grupie, gdzie każdy może współpracować, dając z siebie to, co najlepsze. Jezus liczy na ciebie tak, jak bardzo dawno temu, uczynił ze świętą Różą z Limy, świętym Turybiuszem, świętym Janem Macíasem, świętym Franciszkiem Solano i wieloma innymi. A dzisiaj pyta cię – tak jak ich – czy chcesz pójść za Nim? [odpowiadają: tak!] Czy jesteś gotów, gotowa dziś, jutro za Nim iść? [odpowiadają: tak!]. A za tydzień? [odpowiadają: tak!]. Nie bądź tego taki pewny, taka pewna. Spójrzcie, czy chcecie być gotowi, aby pójść za Nim, proście Go, aby przygotował wasze serce, abyście byli gotowi pójść za Nim. Czy to jasne? [odpowiadają: tak!].
Drodzy przyjaciele, Pan patrzy na was z nadzieją, nigdy się do nas nie zniechęca. Może nam się przytrafia, że zniechęcamy się do przyjaciela, przyjaciółki, ponieważ wydawało nam się, że jest dobry, a potem zobaczyliśmy, że nie był aż tak dobry, zniechęcamy się i go opuszczamy. Jezus nigdy się nie zniechęca, nigdy. „Ojcze, ale gdybyś wiedział, co robię ..., mówię jedno, a co innego czynię, moje życie nie jest całkowicie czyste ...”. Ale mimo wszystko Jezus nie zniechęca się wobec was. A teraz zostańmy na chwilę w milczeniu. Niech każdy spojrzy w swoje serce, jakie jest jego życie. Niech popatrzy w serce. I odkryjesz, że w pewnych chwilach są dobre rzeczy, w innych są rzeczy, które nie są tak dobre i mimo wszystko Jezus nie jest wobec was zniechęcony. W twoim sercu powiedz Mu: „Dziękuję ci, Jezu, dzięki, że przyszedłeś, aby mi towarzyszyć, nawet gdy byłem w złej sytuacji. Dziękuję Ci, Jezu”. Powiedzmy to wszyscy razem: Dziękuję Ci, Jezu [powtarzają : „Dziękuję Ci, Jezu”]
Bardzo miło oglądać zdjęcia przerobione cyfrowo, ale działa to tylko w przypadku zdjęć, nie możemy fotoszopować innych osób, rzeczywistości czy nas samych. Filtry kolorów i wysoka rozdzielczość dobrze wychodzą tylko na wideo, ale nigdy nie możemy ich zastosować do przyjaciół. Są zdjęcia, które są bardzo ładne, ale wszystkie są fałszywe i pozwólcie, że wam powiem, iż serca nie można fotoszopować, bo tam idzie o prawdziwą miłość, tam stawką jest szczęście, to tam ukazujesz kim jesteś: jakie jest twoje serce?.
Jezus nie chce, aby ci zrobiono „makijaż” serca. On ciebie kocha takim, jakim jesteś i ma marzenie, które chciałby spełnić z każdym z was. Nie zapominajcie, że On się nie zniechęca wobec nas. A jeśli wy się zniechęcacie, to zachęcam was do wzięcia Biblii i czytając przypomnienia sobie przyjaciół, których wybrał sobie Jezus, których wybrał sobie Bóg: Mojżesz się jąkał; Abraham, był staruszkiem; Jeremiasz, był bardzo młody; Zacheusz, był malutki; uczniowie, gdy Jezus prosił ich, żeby się modlili, posnęli; Maria Magdalena była jawnogrzesznicą, Paweł, prześladował chrześcijan a Piotr, zaparł się Go... potem został papieżem, ale się Go wyparł ...i tak moglibyśmy ciągnąć tę listę. Jezus kocha ciebie takim, jakim jesteś, tak jak kochał swoich przyjaciół, takimi jakimi oni byli, z ich wadami, z pragnieniem poprawiania się, ale takim jakim jesteś, tak kocha ciebie Pan. Nie musicie nakładać makijażu, nie musisz robić makijażu serca, ale pokaż się przed Jezusem takim, jaki jesteś, aby On mógł tobie pomóc postępować w życiu.
Kiedy Jezus na nas patrzy, nie myśli o tym, jak bardzo jesteśmy doskonali, ale o całej miłości, jaką mamy w naszych sercach, aby ofiarować ją innym i iść za Nim. Dla Niego to jest ważne, to jest najwspanialsze: ile miłości mam w sercu? I chcę, abyśmy to pytanie zadali także naszej Matce: „Matko, umiłowana Panno Maryjo, spójrz na miłość, którą mam w sercu. Czy to mało? Czy to wiele? Nie wiem, czy to miłość”. A bądźcie pewni, że Ona będziecie wam towarzyszyć w każdym momencie waszego życia, na wszystkich skrzyżowaniach waszych dróg, zwłaszcza gdy będziecie musieli podejmować ważne decyzje. Nie zniechęcajcie się, nie zniechęcajcie się! Śmiało, wszyscy razem idźmy naprzód! Ponieważ życie jest warte życia z podniesionym czołem. I niech Bóg was błogosławi!
Apel:
Jesteśmy tutaj, na głównym placu Limy, małym miejscu w stosunkowo małym mieście na świecie. Ale świat jest znacznie większy, pełen miast i narodów, pełen problemów, pełen wojen. I dziś docierają do mnie bardzo niepokojące wieści z Demokratycznej Republiki Konga. Myślimy o Kongo. W tej chwili, z tego placu, z tymi wszystkimi młodymi ludźmi, proszę władze, przywódców i wszystkich w tym umiłowanym kraju, aby dołożyli maksymalnego zaangażowania i maksymalnego wysiłku, żeby uniknąć wszelkich form przemocy i szukać rozwiązań na rzecz dobra wspólnego. Wszyscy razem, w milczeniu pomódlmy się w tej intencji, za naszych braci w Demokratycznej Republice Konga.
[00072-PL.02] [Testo originale: Spagnolo]
[B0054-XX.02]