Las condiciones del Santo Padre siguen siendo críticas; sin embargo, desde ayer por la noche no ha presentado más crisis respiratorias.
Ha recibido dos unidades de concentrado de hematíes con resultados positivos y un aumento del valor de hemoglobina. La trombocitopenia se ha mantenido estable; sin embargo, algunos análisis de sangre muestran un inicio de insuficiencia renal leve, que está bajo control. Continúa la oxigenoterapia a altos flujos a través de las cánulas nasales.
El Santo Padre sigue estando alerta y bien orientado.
La complejidad del cuadro clínico y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas puedan dar algún resultado, hacen que el pronóstico siga siendo reservado.
Durante la mañana, en el apartamento habilitado en el décimo piso, participó en la Santa Misa, junto con quienes lo cuidan en estos días de hospitalización.