VIDEOMENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL 30° ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN
DE S.S. EL PATRIARCA ECUMÉNICO BARTOLOMÉ
Me complace especialmente que el trigésimo aniversario de la elección de mi amigo y hermano Bartolomé como patriarca de la antigua y gloriosa sede de Constantinopla se celebre por muchos, que querrán dar gracias al Señor por su vida y su ministerio.
El buen entendimiento personal entre nosotros nació el mismo día de la inauguración de mi ministerio, cuando me honró con su presencia en Roma; y luego ha madurado en una amistad fraterna en los muchos encuentros que, a lo largo de los años, hemos tenido, no sólo aquí en Roma sino también en Constantinopla, Jerusalén, Asís, El Cairo, Lesbos y Bari.
Con el Patriarca Bartolomé nos une la compartida conciencia de nuestra común responsabilidad pastoral en relación con los desafíos urgentes que toda la familia humana debe afrontar hoy. Agradezco sinceramente el compromiso del patriarca ecuménico por la salvaguardia de la creación y por sus reflexiones en la materia, de las cuales he aprendido y sigo aprendiendo mucho. Con el estallido de la pandemia y la propagación de sus dramáticas consecuencias sanitarias, sociales y económicas, su testimonio y su enseñanza sobre la necesaria conversión espiritual del hombre han adquirido ulterior relevancia.
Además, Su Santidad Bartolomé ha indicado incesantemente el diálogo, en la caridad y en la verdad, como única vía posible para la reconciliación entre todos los creyentes en Cristo y por el restablecimiento de su plena comunión. Sobre este camino queremos ciertamente continuar caminando juntos. Es nuestra común convicción que la proximidad y la solidaridad entre nosotros cristianos y entre nuestras Iglesias sean una contribución debida a la fraternidad universal y a la amistad social, de la que tanto y urgentemente necesita la humanidad.
Con estos sentimientos deseo expresar al patriarca Bartolomé mis más fervientes deseos al patriarca Bartolomé por su aniversario, pidiendo a Dios que le conceda salud, serenidad, alegría espiritual y —permitidme decirlo— sentido del humor: ¡aún más!
¡Santidad, amado hermano en Cristo! χρόνια πολλά! [chrònia pollà!] Ad multos annos!
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