Esta mañana a las 12.15, en el atrio del aula Paolo VI, el Santo Padre Francisco encontró a los niños participantes en la sexta edición de “El Tren de los Niños”, la iniciativa promovida por el Pontificio Consejo de la Cultura en el ámbito del “Atrio de los Gentiles” que ha traído al Vaticano más de 500 niños procedentes de cuatro colegios de las periferias de Milán caracterizadas por problemáticas sociales y urbanísticas, con una presencia significativa de familias extranjeras.
Sigue la transcripción del dialogo del Papa con los pequeños presentes al encuentro:
Palabras del Santo Padre
Directores de los colegios:
Buenos días Santidad, yo me llamo Muraro Francesco y soy el director del Instituto Comprensivo de Via Giacosa, nordeste de Milán, Via Padova. Presento también a mis colegas…
Santidad, yo soy Milena Sozzi, soy la directora del Instituto Comprensivo “Tommaso Grossi”, barrio Molise-Calvairate, zona este de Milán.
Buenos días Santidad, soy Micaela Francisetti, soy la directora del Instituto Comprensivo “Ilaria Alpi”, zona sur-oeste, barrio Barona.
Buenos días Santidad, soy Milena Piscozzo, directora del Instituto Comprensivo “Riccardo Massa”, zona noroeste de la ciudad. Y en cuanto directores de cuatro colegios de la periferia de Milán, más que hablar nosotros los directores y decir lo que quieren los niños y como es nuestro barrio, como son nuestros barrios, nuestros niños prepararon varias sorpresas y contaran como es el barrio, también con materiales y cosas que hicieron, y sorpresas importantes precisamente para Usted.
Santidad, me permita llamarla querido Papa Francisco, gracias por esta ocasión irrepetible y el entusiasmo se ve en los ojos de nuestros pequeños. Yo soy Rosa Maria…, directora de un Instituto Comprensivo del Prenestino-Collatino de Roma, “Giovambattista Valente”, un colegio de la periferia que Usted quiere mucho. Nuestro alumnado está lleno de colores, es muy variado, cuenta con varias etnias, alumnos rom, extranjeros, porque el colegio trabaja desde hace años por la inclusión y participar a este proyecto, nos ha permitido pensar, imaginar un territorio lleno de colores, como nuestra comunidad escolar. Por lo que, dejo espacio a nuestros alumnos que le enseñarán los trabajos entre los cuales está exactamente el trenzado de hilos coloreados que representan cómo se trabaja juntos, unidos de una manera muy fuerte y concluyo, si me permite, utilizando las palabras que Usted dirige a la Iglesia en su reflexión [Exhortación] apostólica Evangelii gaudium, yo las querría readaptar al colegio, diciendo que preferimos un colegio que se ensucia en las calles más que un colegio que permanezca limpia y cerrada. Gracias.
Papa Francisco, buenos días. Como Usted el domingo por la ventana nos dice “¡Buen apetito! también nosotros decimos “buenos días”, hoy. Hablo por el Instituto Comprensivo “Antonio Gramsci”, que se encuentra en la periferia romana, en el Trullo, una zona particularmente afectada por la integración y por la capacidad de acogida de nuestros niños y de nuestras familias. Son 1.100 niños, 1.100 familias que se ha convertido en una familia, una sola familia con los brazos abiertos para acoger quienquiera desee llegar en nuestro territorio. El colegio trabaja en esto.
[Rima y canción]
Anna:
Me llamo Anna Greta y soy del colegio de Via Giacosa. Me gustaría hacerte una pregunta: ¿Te acuerdas de cómo eran tus maestras?
Papa Francisco:
Yo fui al colegio cuando tenía 6 años, el colegio estaba a 400 metros de mi casa, iba a pie, y fui allí en el año ’42…¿Dónde estabas tú en el año 42?...¡Eh, no estabas! La maestra se llamaba Estela, una maestra que tuve al primer año y al tercero, la misma maestra. En segundo y en cuarto tuve otra. Era buena, nos enseñaba a escribir y a leer, muy buena. Después, siempre, cuando salí del colegio, la recordé siempre, porque recordar a la primera maestra o al primer maestro es muy importante porque es el primero que te encamina en la vida. Y yo la llamaba por teléfono, ya cuando era chico, ya cuando era sacerdote. Y después, cuando era obispo, la ayudé en su enfermedad. Se murió con 94 años. Y yo la seguí siempre. Ese recuerdo no lo olvido nunca. ¡Gracias por la pregunta!
Clara:
Buenos dias, yo me llamo Clara y me gustaría preguntarle: cuando era niño, ¿Cómo era su barrio y en qué ciudad vivía?
Papa Francisco:
Gracias. ¿Puedo permitirme una cosa? ¡Yo vivía en la ciudad más hermosa del mundo! En Buenos Aires, en el barrio de Flores, que es uno de los barrios más antiguos de la ciudad, uno de los primeros barrios. Y vivía con mi familia, nosotros somos cinco hermanos…y el barrio es un barrio popular, no había edificios altos, no, eran todas casas bajas. En ese momento, había muy pocos edificios altos. Llegaron después los edificios altos... Era un barrio sencillo, y a treinta metros de nuestra casa hay una plaza muy bonita donde jugábamos al fútbol. Yo era portero. ¿Sabes por qué era portero? Porque para jugar era una "pata dura", una "pierna dura". ¿Qué significa esto? Que no era un gran jugador y, por esto, cómo no sabía moverme bien, ¡me ponían allí como portero y lograba hacerlo bien! Gracias.
Malak:
Mi nombre es Malak, y quería preguntarte cómo entendiste que tenías que vivir la vida que viviste y cómo la viviste.
Papa Francisco:
Lo entendí a trozos, porque antes estudié química y también trabajé 4 años como químico. Y mientras estudiaba, al final de mi carrera, trabajé en un laboratorio, y me gustaba. Pero en un momento dado me di cuenta de que no me llenaba tanto, y pensé: tenemos que hacer algo por los demás, el médico... estas cosas. Y al final un día, el primer día de la primavera en Argentina, el 21 de septiembre - que es el opuesto al vuestro 21 de septiembre, que es el primer día de otoño- sentí en mi corazón que tenía que ser sacerdote: bum, un golpe.. Y luego continué trabajando durante unos años, pero esta certeza siempre se mantuvo, y luego fui al seminario. Pero fue de repente que lo sentí. Gracias.
Giulia:
Soy Giulia Vitale y vengo del Instituto Comprensivo "Ilaria Alpi". Me gustaría preguntarle cómo era su colegio.
Papa Francisco:
Mi colegio estaba en la calle "Varela", era una calle de casas bajas; el colegio tenía toda la fachada con ladrillos rojos... Y a la izquierda había una hermosa plaza verde, pero allí no se podía jugar al fútbol porque todo era verde con plantas... hermosa. La casa estaba a 400 metros de distancia, siempre iba a pie. Una hermosa experiencia, recuerdo un 25 de mayo... En mayo comienza el otoño fuerte en Argentina, ya hay un fuerte otoño. Pero ese año hacía mucho frío en otoño y fui a la escuela para una ceremonia patriótica, porque el 25 de mayo es la fiesta de nuestra patria. Y cuando salí, vi el hielo por la primera vez. En ese momento había hielo, hoy con el calentamiento el hielo casi no se ve en la ciudad, pero en mi época... En casa había una calefacción simple, una sola estufa para toda la casa, era algo muy simple, y había hielo en la calle para ir al colegio. Luego, el colegio: se entraba y había un sitio muy grande donde todos nos juntábamos y donde también hacíamos un poco de fiesta entre una clase y otra, y las aulas donde se daban las clases estaban todas alrededor. Y allí se hacía una hora de clase y 10 minutos de recreo en este jardín. Así es el colegio. Hermoso. Y fui allí hace unos años porque había una fiesta para recordar al primer director de ese colegio, al que yo no conocí, estaba antes que yo. Y cuando entré al colegio era como en mi época , lo mismo, y eso me llegó al corazón, me encantó. Gracias.
Eiman:
Mi nombre es Eiman. ¿Cuáles fueron tus juegos favoritos cuando eras un niño?
Papa Francisco:
Jugábamos mucho con la cometa. La hacíamos con cañas y con papel, papel ligero. La hacíamos nosotros. Luego el hilo... Es el juego que más nos gustaba. Después nos gustaba mucho el fútbol. También hacíamos una liga de fútbol, todos los chicos del barrio; y también un campeonato de cometa, el que llevaba la más bonita y la que subía más. Y jugábamos así. Luego, en el carnaval, hacíamos el desfile de carnaval. Todos disfrazados, pero de muchas cosas, cada uno se disfrazaba como quería y se iba a la calle cantando y tocando música, también por las casas y luego pedíamos algo para comprar chocolates, nuestras cosas ... El carnaval era bonito en esa época, donde nosotros. Y luego, por la noche, íbamos a la calle más grande del barrio, que estaba a 600 metros de la casa, y había un gran desfile del carnaval, todo el vecindario, y había grandes y pequeños; en cambio, los pequeños desfilábamos por el barrio. Estos eran nuestros juegos.
Jacopo: Me llamo Jacopo, tengo que preguntarte: ¿Cómo te sentiste cuando te eligieron Papa?
Papa Francisco:
Esta pregunta no es original, ¡me la preguntan todos! Aquí está el Cardenal [Ravasi] que estaba presente en ese momento... Sentí que el Señor quería que yo trabajase aquí ... y dije: "Vamos" ... Sentí paz, esta es la palabra, y no es mentira, he sentido paz hasta ahora.
Director de la escuela:
Ahora los niños de Roma también le dan un pequeño recuerdo y también un relato del trabajo sobre su barrio, sobre su historia. Mirko, ven, Sara... También la escuela "Giovambattista Valente" de Roma, si quieren acercarse, también tenemos un coro...
Papa Francisco:
Gracias, ¿este es un trabajo vuestro?
Director de la escuela:
Gracias, Santidad. Le pedimos que rece por nosotros. Toda la escuela ha pedido oraciones y su gran bendición. Gracias.
[Canción]
Director de la escuela:
Los niños han reinventado las palabras de una canción italiana de hace varios años que es "Il ragazzo della via Gluck", en Milán, así en esta síntesis podemos unirnos y cantar todos juntos
[Canción]
Director de la escuela:
Como prueba del gran trabajo de nuestros niños y niñas, tenemos algunos regalos traídos de Milán, en particular, hemos dado tres dimensiones al trabajo que han realizado con sus cabezas y con sus manos, un modelo que representa su barrio y nuestra hermosa escuela en un parque. Junto con esta bella maqueta también hay otro par de regalos que creo que las maestras tienen cerca. Ahora pido a nuestros niños y a nuestras maestras que muevan nuestro regalo porque llegan otras escuelas.
Pido al "Riccardo Massa" que se prepare con la maqueta y los regalos para Su Santidad ... Su Santidad, este es el modelo del distrito Gallaratese de Milán.
Maqueta del Instituto Integral "Ilaria Alpi" y los panes ofrecidos por madres de todos los grupos étnicos y de todas las culturas que están presentes en nuestra escuela.
Maqueta del Instituto "Tommaso Grossi" de Milán, y los niños con los regalos de la escuela en la calle Monte Velino.
De la escuela "Gramsci" en Roma, la maqueta y los dibujos.
La escuela "Giovambattista Valente" en Roma.
(Canción)
Papa Francisco:
Muchas gracias por las preguntas y por los regalos que me habéis hecho. Son maravillosos, porque no habéis ido a comprar algo para traer, sino que lo habéis hecho ¿Entendido? Y esto es importante, porque lo habéis hecho con la inteligencia, con vuestras manos, pero también con vuestro corazón. Y cuando se hace algo con esas tres cosas, con inteligencia, con el corazón y con las manos, es algo profundo y humano. ¿Cómo deberíamos hacer las cosas? ¿Con que? Digámoslo juntos: [los niños repiten] la inteligencia, el corazón y las manos.
Solo diré algo, algo pequeño, os haré una última pregunta y me voy y os dejo tranquilos. ¿De acuerdo? ["¡No!"] ¿Ah, no? ¿No queréis estar tranquilos? Tiene que ver con una de las preguntas que me habéis hecho: Si me acordaba de la primera maestra y de la escuela. Nunca os olvidéis de los primeros maestros, no os olvidéis de la escuela. ¿Por qué? Escuchad. Porque son las raíces de vuestra cultura. Pero, ¿qué significan las raíces? Os daré un ejemplo. Responded a esta pregunta: Un árbol, al que se han eliminado las raíces, ¿puede dar flores? ["¡No!"] ¿Seguro? ["¡Sí!"] Un árbol sin raíces no puede dar flores, ¿y nosotros también tenemos raíces? Sí, raíces espirituales, el hogar, la familia, la escuela. Por eso os digo: no os olvidéis de la escuela porque son las raíces de vuestra cultura. Y si un niño, una niña, un chico o una chica se olvidan de la escuela, ¿pueden dar frutos en la vida? ["¡No!"] ¡No! ¿Puede un niño, una niña sin raíces, dar fruto en la vida? ["¡No!"] ¿Y puede dar flores? ¡No! Las raíces. Os enseñaré una palabra que significa lo que nunca debéis ser. Prestad atención y aprended: "No debo ser desarraigado". ¿Lo habéis aprendido? "Desarraigado". ¿Qué significa desarraigado? Sin raíces No debo ser desarraigado, eso es, sin raíces. Y por eso, recordar la escuela, a las maestras, nos ayudará a mantener siempre en la vida nuestras raíces, a dar flores y frutas. Esto es lo que quería deciros.
Gracias, muchas gracias por esta hermosa reunión. Es todo obra vuestra. Y ahora os diré: Hace cuatro años que estoy con vosotros, todos los años vienen los niños, los niños en el tren, y decimos gracias a los Ferrocarriles que nos dan el tren, ¡gracias, gracias! Siempre me hacen preguntas, los chicos, las chicas, los niños, las niñas, me hacen preguntas. ¿Sabéis cuál ha sido la pregunta más interesante que he escuchado?
Niño:
Si te acuerdas de tus maestras...
Papa Francisco:
Esta es muy interesante Pero había una más interesante ... ¿Queréis que os la diga? Todas eran buenas preguntas, pero casi hacia el final, uno que estaba aquí delante me dijo: "? ¿A qué hora te dan el almuerzo?" [Risas, risas]
Os deseo un buen almuerzo. ¡El Señor os bendiga! Os abrazo a todos. ¡Adiós!