Esta mañana, a las 12.10, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a una delegación de la Villanova University, Philadelphia” (U.S.A).
Publicamos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes en la audiencia:
Discurso del Santo Padre
Queridos amigos,
Me alegra darle la bienvenida Padre Presidente, así como al Consejo y a los Administradores de la “Villanova University”, en ocasión de vuestro encuentro en Roma. Rezo para que vuestra estancia en la Ciudad Eterna sea fuente de renovación espiritual para cada uno de vosotros.
En cuanto heredera de la grande “escuela” agustina, inspirada en la búsqueda de la sabiduría, vuestra Universidad fue fundada para preservar y transmitir la riqueza de la tradición católica a las nuevas generaciones de estudiantes que, como el joven Agustín, buscan el verdadero significado y el valor de la verdadera vida. Fiel a esta visión, la Universidad, como comunidad de investigación y de estudio, también tiene que enfrentarse con los complejos retos éticos y culturales que surgen de los cambios radicales que afectan al mundo de nuestra época. Mi esperanza es que, en cada aspecto de su vida y de su misión, la “Villanova University” persevere en su compromiso de comunicar los valores intelectuales, espirituales y morales que pueden preparar a los jóvenes a participar con prudencia y responsabilidad en los grandes debates que construyen el futuro de la sociedad.
Un aspecto urgente de esta misión educativa es el desarrollo de una visión universal, “católica” de la unidad de la familia humana y de un compromiso en la solidaridad activa necesaria para combatir las grandes desigualdades e injusticias que caracterizan al mundo de hoy. Las universidades, por su naturaleza, están llamadas a ser laboratorios de diálogo y de encuentro al servicio de la verdad, de la justicia y de la defensa de la dignidad humana en todos los niveles. Esto vale particularmente para una institución católica como la vuestra que contribuye a la misión de la Iglesia de promover el crecimiento auténtico e integral de la familia humana hasta su plenitud definitiva en Dios (cfr Cost. ap. Veritatis Gaudium, 1).
Nadie mejor que Agustín conoció la inquietud del corazón humano hasta que no halla descanso en Dios que, en Jesucristo, nos revela la verdad más profunda sobre nuestra vida y sobre nuestro destino último. Que estos días de reflexión, de debate y de encuentro os confirmen en vuestro compromiso por la misión de la Universidad al servicio de la verdad que nos hará libres (cfr Jn 8,32). Encomiendo a vosotros, a vuestras familias, y a la comunidad entera de la “Villanova University” a las oraciones de S.Agustín y de S.Mónica, y a todos imparto mi bendición apostólica como prenda de alegría y de paz en el Señor Jesús Resucitado.